El presidente de Rusia, Vladímir Putin, llegó hoy a la ciudad uzbeka de Samarkanda para honrar la memoria del fallecido líder de Uzbekistán, Islam Karímov, a cuyos funerales no pudo asistir debido a su apretada agenda internacional, informaron medios rusos.
El jefe del Kremlin llegó a Samarkanda, ciudad natal del desaparecido mandatario, procedente de China, donde participó en la cumbre del G20.
La visita es de "carácter privado", "el presidente quiere expresar su sentir", adelantó ayer Yuri Ushakov, asesor de Putin.
La desaparición de Karímov "es una gran pérdida para Uzbekistán", dijo ayer el presidente ruso a un grupo de periodistas en la ciudad china de Hangzhou, sede de la cumbre del G20.
"Debo decirles que en el plano humano teníamos (con Karímov) una muy buena relación. Él, mayor, siempre me llamaba por el nombre de pila y me trataba de 'tú'", agregó.
Karímov, quien gobernó Uzbekistán con mano de hierro durante más de un cuarto de siglo, falleció el viernes pasado a los 78 años tras sufrir un derrame cerebral y fue sepultado este sábado según el rito musulmán, exequias en las que Rusia estuvo representada por su primer ministro, Dmitri Medvédev.
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