El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, solicitó hoy a Estados Unidos y a Rusia que aseguren que el acuerdo anunciado ayer entre el gobierno sirio y diferentes grupos armados para evacuar a combatientes y civiles de de la localidad de Daraya cumpla con la ley internacional.
"La situación en Daraya es extremadamente grave. Es trágico que a pesar de los repetidos llamamientos para que se levante el sitio que pesa sobre la ciudad desde noviembre de 2012, este extremo nunca se ha alcanzado", señala un comunicado de De Mistura, emitido mientras estaba reunido con los ministros de Exteriores de ambos países.
De Mistura recuerda en la nota que supo del acuerdo durante la pasada noche y que la ONU nunca fue consultada al respecto.
Según el pacto alcanzado ayer por el régimen del presidente Bachar Al Asad y los rebeldes, los insurgentes podrán entregar las armas y a cambio los combatientes podrán regularizar su situación.
Concretamente, 4.000 civiles serán evacuados y en torno a 700 combatientes con su familias de Daraya, en las afueras de Damasco, podrán abandonar la ciudad en dirección a Idlib, capital de la provincia homónima y controlada por grupos rebeldes y la facción de Al Qaeda en Siria.
El acuerdo incluye la entrega de armas pesadas y medianas de los rebeldes que se encuentran en esa localidad, sitiada por el Gobierno desde 2012.
Además, miles de civiles se quedarán en la ciudad con el compromiso del Gobierno sirio de que no tomará represalias contra ellos.
Precisamente, este es uno de los puntos que más preocupan a De Mistura que subraya que es "imperativo" que los civiles de Daraya sean protegidos "en cualquier evacuación que se realice".
Asimismo, insiste en que las evacuaciones sean totalmente voluntarias.
Finalmente, indica que un grupo de expertos humanitarios de la ONU ha contactado con todas las partes, incluida la población local, para ofrecer su ayuda.
La ONU ha afirmado que en Daraya hay unas 4.000 personas atrapadas, pero el Consejo Local de la ciudad asegura que el número asciende a 8.300.
De acuerdo a datos de Naciones Unidas, casi 600.000 personas viven en poblaciones sitiadas de Siria, la mayor parte en zonas bloqueadas por el Gobierno.
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