Cerca de 350.000 personas han muerto y al menos tres millones han resultado heridas en las carreteras rusas en los últimos diez años, afirmó hoy el presidente de Rusia, Vladímir Putin, que exigió endurecer las sanciones a los conductores que infrinjan las normas de circulación.
"Han fallecido 350.000 personas, una cifra que horroriza. Se trata de víctimas sin sentido, que podrían evitarse", dijo el jefe del Kremlin en una reunión del Consejo Estatal de Rusia celebrado en la ciudad de Yaroslavl, a 250 kilómetros al noreste de Moscú.
Más de 1.200 peatones murieron el año pasado tras ser arrollados por un coche en los pasos de cebra.
Al mismo tiempo, la invasión del sentido contrario en las autovías es la falta que más accidentes con muertos provoca en las carreteras rusas.
"La inmensa mayoría de los tragedias se produjeron por culpa de los conductores. La agresividad y la falta de respeto hacia otros acaba en accidentes gravísimos", advirtió Putin.
El presidente ruso propuso elevar "la responsabilidad de los conductores por violar las normas de circulación" y endurecer las sanciones.
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