El líder chechén, el fiel pero incómodo partidario de Putin

“Es una visita a un amigo”, ha dicho Depardieu sobre su reunión con Ramzán Kadírov, presidente de Chechenia.

“Es una visita a un amigo”, ha dicho Depardieu sobre su reunión con Ramzán Kadírov, presidente de Chechenia.

Reuters
El líder de Chechenia, Ramzán Kadírov, se declara como el más fiel partidario y apoyo del presidente de Rusia, Vladímir Putin, pero sus muestras de lealtad, cargadas de extrema virulencia y agresividad contra la oposición liberal, ponen en una situación incómoda al jefe del Kremlin.

Kadírov se define a sí mismo como un "soldado de infantería de Putin", más de una vez ha declarado que cumplirá todo tipo de tarea que se le encomiende y asegura que cuenta con 10.000 hombres armados dispuestos a luchar en cualquier parte del mundo si así lo ordena el presidente ruso.

Esta semana, el líder chechén, que en la primera guerra de Chechenia (1994-1996) combatió contra el Ejército ruso en la filas de los separatistas, publicó un artículo en el periódico Izvestia en el que redobló sus ataques contra los "traidores", "enemigos del pueblo, y "odiadores de Rusia".

"El principal objetivo de aquellos que se denominan oposición rusa extrasistema es socavar el orden institucional y destruir nuestro país", escribió Kadírov, que arremetió también contra algunos medios liberales, como la radio Eco de Moscú o el canal de televisión por internet Dozhd.

En su opinión, algunos representantes de las autoridades rusas "coquetean con esa jauría de chacales (los opositores liberales) cuando consideran una amenaza contra ellos cualquier crítica y llamamiento a cumplir la legislación rusa".

"Aquellos que llaman a dialogar con los chacales que sueñan con destruir nuestro Estado podrían no librarse del hedor que acompaña a los perros cobardes", escribió el líder chechén, que se preguntó quién le ha dado a los liberales el derecho de erigirse en la conciencia de la nación.

Kadírov, de 39 años, es uno de los líderes regionales más influyentes del país y gobierna Chechenia con un nivel de autonomía que, según algunos observadores, nunca llegaron a soñar los chechenes que iniciaron el proceso separatista en 1991, y con la ventaja añadida de recibir cuantiosas inyecciones financieras de Moscú.

Según algunos opositores rusos, como el dirigente liberal Serguéi Mitrojin, el principal problema de Rusia con el Cáucaso Norte es que "el pacto con Kadírov se presentó como una victoria y el dinero que fluye a Chechenia se puede considerar como una contribución que paga Rusia por la derrota en la guerra".

El solo nombre del dirigente chechén infunde respeto e incluso temor en Rusia.

Los asesinatos más sonados de los últimos años, el de la periodista Anna Politkóvskaya y el dirigente opositor y ex primer ministro Borís Nemtsov, fueron perpetrados por chechenes y, según los abogados de las familias de las víctimas, el rastro de los que encargaron estos crímenes se pierde en la república norcaucasiana.

Konstantín Senchenko, diputado de la ciudad siberiana de Krasnoyarsk, que escribió hace unos días en Facebook que el líder chechén es "la vergüenza de Rusia" a raíz de sus ataques contra la oposición liberal, se disculpó públicamente ante Kadírov pocas horas después de publicar esa entrada.

Según fuentes del periódico digital Gazeta.ru, las excusas del diputado fueron precedidas por una conversación que mantuvo con el tres veces campeón olímpico de lucha libre Buvaisar Saitíev, oriundo de Chechenia.

Los llamamientos de Kadírov a aplicar todo el peso de la ley a los "traidores" y "enemigos del pueblo" han sido criticados por la defensora del pueblo rusa, Ela Panfílova, quien declaró que con ese discurso el líder chechén le hace un flaco favor a Putin y a Rusia.

Según la politóloga Lidia Shevtsova, el empeño de Kadírov en ofrecer públicamente a Putin a los chechenes como "guardia de palacio" no hace más que aumentar la imagen de debilidad y confusión que ofrece el Kremlin.

"El estilo de las promesas de lealtad (de Kadírov) tienen visos de chantaje. Pero el Kremlin no puede permitir que la cola mueva al perro", escribió en su blog Shevtsova.

Agregó que "lo que está haciendo el líder chechén es un suicidio", pero advirtió de si Moscú no consigue hacer callar a Kadírov, "será el suicidio del Kremlin".

Por lo pronto, Kadírov insiste en ganar protagonismo y ha optado por darse un baño de masas en Grozni, la capital de Chechenia, donde este viernes se celebrará un gran mitin bajo el lema "En la unidad está nuestra fuerza".

La manifestación ha sido convocada por el Consejo de Sindicatos de Chechenia, que ha anunciado su intención de reunir en Grozni a 750.000 personas, más de la mitad de la población de la república, para respaldar a Kadírov.

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