El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró que si el derribo del caza ruso por parte de Turquía buscaba romper la unidad en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico, Moscú no permitirá nunca que eso ocurra.
"Si el derribo del avión ruso por parte de la Fuerza Aérea turca hubiera estado encaminado a socavar la formación de un frente unido (contra Estado Islámico), puedo aseguraros que eso no ha funcionado y no funcionará", afirmó anoche ante los medios en Belgrado.
El jefe de la diplomacia rusa llegó a la capital serbia para participar en la cumbre ministerial de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que comienza hoy y se celebra hasta mañana.
Lavrov insistió en que está dispuesto a reunirse con su homólogo turco, Mevlüt Cavusoglu, que también participa en este foro.
"Queremos aclarar el punto de vista turco", declaró Lavrov, quien adelantó que "sería triste si no hubiera nada nuevo".
Rusia subió ayer el tono de sus críticas a Turquía por el derribo de un avión de combate la pasada semana cuando volaba sobre la frontera turco-siria dentro de las operaciones de apoyo de Moscú al régimen del presidente de Siria, Bachar Al Asad.
Si el presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseguró el lunes que el derribo fue ordenado para proteger las rutas de contrabando de petróleo de Estado Islámico hacia Turquía, un alto cargo ruso acusó ayer al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y a su familia, de beneficiarse con el comercio del crudo que los yihadistas roban en Siria e Irak.
Está previsto que Lavrov se reúna en Belgrado con su homólogo estadounidense, John Kerry, que también estará presente en la cumbre de la OSCE, cuyos principales temas de discusión serán la guerra en Ucrania y la lucha contra el terrorismo.
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