Miles de opositores rusos protestan contra falta de alternancia en el Kremlin

Varios miles de personas participaron hoy en un mitin de protesta en Moscú convocado por la oposición extraparlamentaria rusa contra la falta de alternancia en el Kremlin a un año de las elecciones parlamentarias.

El popular líder opositor Alexéi Navalni, que logró un tercio de los votos en las últimas elecciones a la alcaldía de Moscú, acusó al presidente ruso, Vladímir Putin, de monopolizar el poder y de gestionar a su antojo los recursos del país.

Navalni volvió a repetir el famoso lema de que la formación oficialista Rusia Unida es el "partido de los ladrones y sinvergüenzas", a lo que los asistentes respondieron coreando el popular grito de guerra "Rusia sin Putin".

Aunque aún no lo ha confirmado, Putin -que ya fue presidente dos ejercicios en 2000-2008 y que volvió al Kremlin en 2012- se presentará previsiblemente a la reelección en las presidenciales de 2018, aunque en 2024 debería abandonar el puesto, ya que la Constitución prohíbe más de dos mandatos consecutivos.

La manifestación tuvo lugar después de las elecciones municipales del 13 de septiembre, en las que los partidos más críticos con el Kremlin sólo pudieron participar en la región de Kostroma, donde no llegaron al 2 % de los votos.

La oposición acusa a la Comisión Electoral Central de impedir con falsos argumentos que sus candidatos se postularan en numerosas regiones del país.

Tanto los organizadores de la protesta como los nacionalistas y comunistas, que tienen representación parlamentaria, han denunciado numerosas irregularidades durante la jornada de votación, aunque Putin alabó la limpieza de los comicios.

En el mitin se pudieron ver hoy numerosas banderas tricolores rusas y los símbolos del Partido del Progreso de Navalni, organizador del acto, de la formación liberal PARNAS y de otras organizaciones democráticas minoritarias, como Solidaridad.

Los opositores que intervinieron también denunciaron la corrupción en la administración pública horas después de que fuera detenido por corrupción el gobernador de la república de Komi (norte), miembro del partido del Kremlin, Rusia Unida.

Entre las pancartas que portaban los manifestantes se vieron algunas contra la posible intervención militar rusa en Siria y críticas a Putin por la profunda recesión en la que se encuentra sumida la economía, que ha duplicado el número de personas bajo el umbral de la pobreza.

Navalni tampoco tuvo reparos en acusar directamente al líder de la república de Chechenia, Ramzán Kadírov, del asesinato del político opositor liberal Boris Nemtsov.

Precisamente, la última gran manifestación de la oposición no parlamentaria tuvo lugar el pasado 1 de marzo en las inmediaciones del Kremlin al día siguiente del sonado asesinato.

La manifestación tuvo lugar hoy en el barrio de Márino, en el este de la capital rusa, después de que las autoridades locales rechazaran la solicitud de celebrar un mitin y una marcha en el centro de Moscú.

Como es tradición, no acudieron los partidarios de las formaciones opositoras con representación parlamentaria -comunistas, nacionalistas y socialdemócratas-, que acusan a Navalni y a sus seguidores de tener vínculos con Occidente.

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