Kaláshnikov registra marca comercial para combatir falsificación de armamento

El consorcio estatal ruso Kaláshnikov, fabricante del fusil más usado del mundo, registró hoy la marca comercial en ruso e inglés para combatir la falsificación de sus armas de fuego y munición.

"El registro del distintivo comercial es el primer paso en la estrategia global para consolidar la propiedad intelectual del consorcio Kaláshnikov en todo el mundo", informó la compañía en un comunicado.

El consorcio inscribió la mundialmente famosa marca ante el servicio federal de propiedad intelectual de Rusia, lo que garantiza que, en caso de falsificación, el responsable sea castigado por la ley.

"Ya hemos procedido al registro del distintivo comercial en la categoría de productos y servicios claves para nosotros", señaló Alexéi Kriboruchko, director general de la empresa, en la nota.

Además, agregó, "lucharemos con los empresarios malintencionados que intentan sacar beneficio a través del uso ilegal de nuestra marca".

Según las autoridades rusas, debido a que la Unión Soviética no llegó a patentar el invento, hasta un 90 % de los fusiles Kaláshnikov que son producidos en el mundo es falso, pues se fabrican sin autorización o con licencias caducadas.

La marca Kaláshnikov solo fue registrada en la Oficina Internacional de Patentes de Suiza en 1998 y su inventor, que murió en 2013, nunca sacó beneficio económico de su creación.

Kaláshnikov confesó en 2007, con motivo del 60 aniversario del registro oficial de su fusil en la URSS, que los nazis tuvieron la culpa de su invento porque su vocación verdadera era diseñar maquinaria agrícola.

Aunque empezó a idear el diseño de un arma de fuego automática en 1942, mientras estaba internado en un hospital tras sufrir heridas durante un combate contra el Ejército alemán, el primer fusil de asalto AK-47 no sería registrado oficialmente hasta 1947.

Ante las sanciones occidentales, Kaláshnikov anunció el pasado año que reorientaría sus exportaciones hacia América Latina, Asia y África.

El Gobierno asignó el pasado año 4.600 millones de rublos (unos 900 millones de euros) a la modernización de las instalaciones de Kaláshnikov, lo que multiplicará la capacidad de producción de sus plantas.

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