El proceso de confirmación del general Joseph Dunford, nominado como
nuevo presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor de Estados Unidos,
parece augurar la continuidad de las acciones punitivas de la Casa
Blanca contra Rusia.
Dunford, actual jefe del Cuerpo de Infantería de Marina, testificó
durante tres horas este jueves ante el Comité de Servicios Armados del
Senado.
En la audiencia señaló que Moscú representa "la mayor
amenaza" para la seguridad nacional norteamericana y se mostró favorable
a entregar armas al Gobierno de Ucrania, medida que hasta ahora la Casa
Blanca y el Pentágono no se han atrevido a adoptar.
Si es
aprobado por el Capitolio, este general también sería el principal
asesor del presidente Barack Obama en temas castrenses, así como el
oficial de más alto rango en el Pentágono.
El Kremlin rechazó
reconocer a las autoridades impuestas en Kiev tras el golpe de estado
ultraderechista de febrero de 2014 contra el presidente Víktor
Yanukovich, y apoyó la causa de la población sublevada en el sureste
ucraniano.
Esto provocó reacciones en Occidente, que arreció la
política de sanciones contra Rusia e inició el despliegue progresivo de
fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en
Europa Oriental.
En ese sentido, el Departamento de Defensa
confirmó a finales de junio que enviará decenas de tanques, vehículos
blindados y artillería autopropulsada a Europa Oriental en los próximos
meses, como medida de presión contra Rusia.
Estos medios serán
ubicados en Estonia, Lituana, Letonia, Bulgaria, Rumania y Polonia, pero
se trasladarán a otras naciones europeas durante la realización de
ejercicios bélicos.
Las medidas incluyen el despliegue a Europa
Oriental de efectivos de las Fuerzas de Operaciones Especiales -unidades
élites del Pentágono- y el aumento de las misiones de espionaje de todo
tipo, con el fin de apoyar a la llamada Fuerza de Reacción Rápida de la
OTAN.
Estas acciones punitivas provocaron el rechazo del
presidente Vladimir Putin, quien criticó la política hegemónica de
Washington, prometió tomar acciones de respuesta y dijo que su país
defenderá sus posiciones de forma consecuente.
En su
intervención en el Senado, el general Dunford mencionó además a la
República Popular China, Corea del Norte, Yemen y el grupo extremista
Estado Islámico entre los otros grandes peligros y preocupaciones
relativas a la seguridad nacional de Estados Unidos.
Dunford
colocó a China en el número dos de los supuestos enemigos de Washington,
aunque aclaró que su creciente desarrollo en todos los órdenes no
significa necesariamente que sea una amenaza para Estados Unidos en la
actualidad.
"No significa que veamos a Beijing como enemigo,
pero me pagan para tener en cuenta las intenciones y capacidades de los
países y cuando veo las potencialidades chinas en relación con nuestros
intereses en el océano Pacífico, puedo verla como un área de
preocupación en términos de seguridad, lo que es diferente a una
amenaza", aclaró.
Dijo que debido a la complejidad y volatilidad
de la situación internacional, existen muchos desafíos en el mundo,
incluyendo el ciberespacio, y "también enfrentamos la necesidad de
restablecer la disposición combativa de las fuerzas armadas
norteamericanas y modernizarlas en el contexto de fuertes reajustes
presupuestarios".
Si es ratificado por el Senado, Dunford
relevará el 1 de octubre en su puesto al general Dempsey, quien pasará a
retiro tras 41 años de servicio en las fuerzas armadas.
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Publicado originalmente en Prensa Latina
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