Al menos diez milicianos prorrusos mueren por fuego de respuesta, según Kiev

Al menos diez milicianos prorrusos murieron este miércoles por fuego de respuesta ucraniano en la zona de Shirókino, en el este de Ucrania, informó hoy el mando de las tropas gubernamentales en la zona del conflicto.

Al menos diez milicianos prorrusos murieron este miércoles por fuego de respuesta ucraniano en la zona de Shirókino, en el este de Ucrania, informó hoy el mando de las tropas gubernamentales en la zona del conflicto.

Según el comunicado castrense, los separatistas murieron ayer al detonar un arsenal alcanzado por el fuego de respuesta a un ataque de los rebeldes contra las posiciones ucranianas con empleo de armas ligeras y un carro de combate.

"Los soldados ucranianos abren fuego sólo en respuesta a ataques y no emplean artillería", señala el parte del mando de las tropas desplegadas junto a Shirokino, la principal línea defensiva de Mariúpol, ciudad de medio millón habitantes situada en el sur de la región de Donetsk, a orillas del mar de Azov.

Por su parte, Andréi Lisenko, portavoz del Estado Mayor de las fuerzas ucranianas despegadas en el este del país, aseguró hoy que la situación en la zona del conflicto se estabiliza, aunque se producen "algunas provocaciones armadas puntuales", como la ocurrida en Shirókino.

"Nos acercamos al objetivo principal, es decir, al cumplimiento del primer punto de los acuerdos de Minsk sobre el alto el fuego", agregó.

Lisenko constató que "ahora se están creando todas las condiciones" para comenzar el repliegue del armamento pesado, el segundo paso del plan aprobado el pasado 12 de febrero en la capital bielorrusa.

"Apenas la jefatura suprema del Estado tome la decisión de replegar el armamento pesado (...), la parte ucraniana emprenderá su cumplimiento. Estamos preparado para ello", subrayó.

El portavoz explicó que se trata precisamente del alejamiento de la línea del frente del armamento pesado, ya que las tropas, con armas ligeras, se mantendrán en sus actuales posiciones.

El mando de las milicias separatistas anunció este martes el comienzo del repliegue masivo de su armamento pesado, declaración a la que Kiev le restó toda credibilidad.

Según los militares ucranianos, los desplazamientos de unidades de artillería de los prorrusos no constituyen una retirada, sino una reagrupación de fuerzas.

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