Rusia enterró hoy el controvertido proyecto
del gasoducto South Stream, con el que pretendía abastecer a países
europeos con gas natural a través del mar Negro sin la necesidad de
pasar por Ucrania, y anunció que apuesta por Turquía como país de
transito y destino para su gas.
El presidente ruso, Vladímir
Putin, de visita hoy en Turquía, manifestó en una rueda de prensa en
Estambul que "bajo las circunstancias actuales" el proyecto no puede
continuar.
"Si Europa no quiere realizar (el gasoducto),
entonces no será realizado", aseveró el presidente ruso en referencia a
presiones ejercidas por la Unión Europea.
Alexéi Miller, el
presidente del consorcio estatal ruso de gas natural Gazprom, confirmó
hoy en Ankara que el proyecto ha sido "clausurado" por lo que calificó
el "bloqueo de la UE".
Putin y Miller hacían así referencia a
la suspensión de las obras de South Stream en Bulgaria, anunciada en
junio pasado y puesta en práctica en las últimas semanas tras recibir
fuertes presiones de la Comisión Europea.
El presidente ruso
afirmó hoy que ese país balcánico, durante la época comunista el más
fiel aliado de la entonces Unión Soviética, dejará de ingresar cada año
unos 400 millones de euros que habrían sido generados por el paso del
gas por su territorio.
Suspender el proyecto "no beneficia a
su economía, pero la decisión es suya. Si Bulgaria fuera un país
soberano, deberían pedir a la UE que cubriera los perjuicios de esta
decisión", dijo Putin,
"Para nosotros no tendría sentido construir el gasoducto hasta la frontera búlgara y dejarlo ahí", agregó el presidente ruso.
El proyecto se convirtió en un asunto de controversia con la crisis
en Ucrania, ya que South Stream circunvalaría ese país del Este de
Europa, al tiempo que aumentaría la dependencia europea del gas ruso.
No obstante, varios países comunitarios, como Italia, Austria,
Croacia, Eslovenia y Hungría, participan en el proyecto, liderado por
Gazprom.
La petrolera austríaca OMV, por ejemplo, aprovechó
una visita de Putin a Viena en mayo pasado, en medio de la crisis
ucraniana, para firmar un acuerdo para prolongar el gasoducto ruso hasta
la república alpina.
South Stream, un proyecto que iba a
costar unos 16.000 millones de euros, nació en 2012 como rival del
europeo Nabucco, otro gasoducto que, bajo el liderato de OMV, iba a
transportar gas desde el mar Caspio a Europa sin pasar por Rusia, pero
que también está paralizado.
El plan de South Stream preveía
enviar unos 63.000 millones de metros cúbicos desde Rusia a los países
de la UE a través de las aguas territoriales turcas en el mar Negro,
evitando así Ucrania.
La construcción iba a correr a cargo de
empresas mixtas creadas por Gazprom con sus socios en Bulgaria, Serbia,
Hungría, Grecia, Croacia, Eslovenia y Austria.
La longitud
total del gasoducto se calculaba en 2.380 kilómetros, con un tramo de
1.455 kilómetros entre la ciudad portuaria búlgara de Varna y el norte
de Italia, atravesando Serbia, Hungría y Eslovenia.
Sin
embargo, la Comisión Europea consideró que el proyecto socavaba normas
europeas sobre energía y adjudicación de contratos públicos.
El tramo búlgaro de South Stream estaba previsto que comenzara a
construirse a finales de este año con el objetivo de bombear gas natural
a través del mar Negro a Bulgaria y otros países de Europa.
Aprovechando su estadía en Turquía, Putin prometió hoy a ese país que Rusia seguirá cubriendo sus necesidades energéticas.
El flujo de gas natural por el gasoducto Blue Stream, que conecta los
dos países a través del mar Negro, aumentará en 3.000 millones de
metros cúbicos anuales, precisó el presidente ruso.
Putin
sugirió que podría construirse un segundo gasoducto y establecerse un
centro de distribución gasística en Turquía, cerca de la frontera
griega, para dar servicio a los países del sur de Europa.
"Si
se considera adecuado, podría construirse una estación de distribución
de gas en la frontera entre Grecia y Turquía para dar servicio a los
países del sur de Europa. Pero claro, este es un tema distinto", dijo
Putin.
Según detalló poco después Alexéi Miller, Gazprom tiene
ya previsto construir un nuevo gasoducto de Rusia a Turquía, con una
capacidad de 63.000 millones de metros cúbicos, la misma prevista para
South Stream, según señala la web turca "Enerjiport".
El centro de distribución mencionado por Putin podría tener una capacidad de 50.000 millones de metros cúbicos, agregó.
Para este plan, Rusia formaría un nueve ente jurídico, dijo el presidente de Gazprom.
Este nuevo proyecto podría entroncar con el Transadriático, un
gasoducto proyectado para llevar el gas del mar Caspio y Asia Central
-sobre todo de Azerbaiyán y Turkmenistán- a través de Turquía
(Anatolia), Grecia y varios países balcánicos a Italia, y que se
entiende como un reemplazo de Nabucco.
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