El consorcio ruso Kaláshnikov, uno de los
líderes mundiales en fabricación de armas de fuego, presentó hoy su
nueva marca y estrategia de desarrollo en un intento de recuperar las
posiciones perdidas por las sanciones occidentales contra Rusia.
"El fusil Kaláshnikov es uno de los símbolos rusos verdaderamente
conocidos en todo el mundo", declaró el presidente del consorcio, Alexéi
Krivoruchko, durante la ceremonia de presentación.
El nuevo
logotipo del "Kaláshnikov", en forma de letra "K", alude al apellido de
su creador, Mijaíl Kaláshnikov, que murió en 2013 a los 94 años de edad.
La imagen utiliza dos colores: rojo y negro, los de la bandera y el
escudo de la república rusa de Udmurtia, en cuya capital Izhevsk se
fabrica el legendario fusil AK-47.
Según un comunicado de
Kaláshnikov, el nuevo concepto de promoción costó 20 millones de rublos
(unos 400.000 dólares) y fue encargado al Centro de Comunicaciones
Estratégicas "Apóstol", el mismo que elaboró el estilo de empresas como
la aerolínea rusa Aeroflot o la operadora de servicios de internet YOTA.
Dentro de esta renovación también han sido modificadas las marcas
Izhmash (armas deportivas) y Baikal (armas civiles y de caza), que
también forman parte del Kaláshnikov y que, al igual que el consorcio
entero han cambiado sus logotipos, cuya "síntesis gráfica es objeto de
orgullo", según Krivoruchko.
Kaláshnikov, que aporta el 95 %
de las armas ligeras que se fabrican en Rusia, presentó también una
nueva estrategia de desarrollo, que amplía la geografía de producción
hasta 50 países desde los actuales 30 y prevé multiplicar por cuatro sus
beneficios antes del año 2020.
En este contexto, Serguéi
Chémezov, presidente de la corporación estatal Rostej, que posee el 51 %
de las acciones de Kaláshnikov, señaló que el consorcio ha mantenido
negociaciones para ampliar la cooperación con varios países de América
Latina, de África y también con la India.
Dijo que los
resultados de esas conversaciones permitirán cubrir las pérdidas
sufridas por el cierre de los mercados en EEUU y Canadá a raíz de las
sanciones occidentales contra Moscú por la crisis ucraniana.
"Como resultado, el consorcio Kaláshnikov no cerrará 2014 con pérdidas
como en 2013, sino al revés, con beneficios", afirmó Chémezov.
Kruvoruchko, por su parte, señaló que el consorcio "planeaba vender a
EEUU 90.000 armas automáticas de uso civil, pero se impusieron las
sanciones y solo pudimos enviar 40.000 unidades".
El pasado año, Kalashnikov vendió en ese país cerca de 30.000 armas.
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