Una decena de civiles resultaron heridos hoy
por esquirlas de proyectiles de artillería disparados contra el centro
de Slaviansk, en un ataque a zonas residenciales del que se culparon
mutuamente el Ejército ucraniano y las milicias prorrusas.
Uno
de los proyectiles cayó sobre un colegio y destrozó la azotea del
edificio, como se puede ver en fotografías publicadas en las redes
sociales, mientras los alumnos se habían refugiado en el sótano, según
varios testimonios recogidos por periodistas sobre el terreno.
"Los terroristas continúan con sus provocaciones. Ya disparan
descaradamente con morteros sobre las zonas residenciales, colegios,
para que los vecinos crean que son las fuerzas ucranianas", se quejó al
diario digital "Ukraínskaya Pravda" el jefe de prensa de la "operación
antiterrorista" lanzada por Kiev, Vladislav Selezniov.
Aseguró que "las fuerzas ucranianas no disparan contra las zonas residenciales, las zonas infantiles ni los colegios".
El corresponsal de la radiotelevisión estatal rusa, Serguéi
Arsénichev, aseguró que su equipo fue testigo del ataque con fuego de
morteros al centro de la ciudad e informó de que entre los nueve heridos
trasladados al hospital "hay un niño de cuatro años".
"Cuando
nos dirigíamos a la zona del ataque, un proyectil cayó al lado de
nuestro coche. Por suerte, nadie del equipo ha resultado herido", dijo
el periodista ruso, que precisó que a unos 20 metros del colegio atacado
hay una guardería.
Los combates entre las fuerzas ucranianas y
los rebeldes prorrusos también han vuelto a la ciudad de Donetsk, en
cuyo centro se escucharon hoy disparos de artillería antiaérea.
Fuentes de la autoproclamada república popular de Donetsk confirmaron
los disparos en las inmediaciones de la sede regional del Servicio de
Seguridad de Ucrania (SBU, en sus siglas en ucraniano), uno de los
edificios oficiales tomados por los insurgentes hace dos meses.
Aseguraron también que los insurgentes han derribado un avión no
pilotado de las fuerzas de Kiev y retomado el aeropuerto de Donetsk, que
fue hace dos días escenario de combates con al menos medio centenar de
muertos entre los rebeldes.
Varios hospitales y colegios
permanecen cerrados en los distritos centrales de Donetsk, al tiempo que
las morgues de la ciudad ya no pueden acoger cadáveres, en su mayoría
de insurgentes prorrusos, como se puede apreciar en las fotos publicadas
en las redes sociales.
El alcalde de Donetsk, Alexander
Lukianchenko, cifró ayer en 40 los muertos de los combates, entre ellos
al menos cuatro civiles.
Los rebeldes prorrusos, por su parte,
informaron de al menos cien muertos, o incluso 200 según algunos
insurgentes, en los enfrentamientos armados de este lunes.
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