El director del ballet del teatro Bolshói,
Serguéi Filin, atacado con ácido en enero pasado, fue hoy objeto de
duras críticas por parte de dos bailarines citados como testigos durante
el juicio.
"Serguéi Yúrevich (patronímico de Filin) siempre
fue un provocador", afirmó Nikolái Tsiskaridze, famoso bailarín y
coreógrafo, que abandonó recientemente el Bolshói tras expirar su
contrato.
Tsiskaridze, estrella del teatro durante muchos
años, acusó a Filin de ser un histérico y de hacerle la vida imposible a
Pável Dmitrichenko, considerado por la fiscalía el autor intelectual
del asalto.
"Pasha (diminutivo de Pável Dmitrichenko) defendía
a los más pobres y a los que menos ganaban. Filin no contaba con ellos
(...) Con Filin en el teatro empezó a florecer el favoritismo", dijo,
citado por las agencias locales.
En su opinión, Dmitrichenko,
que reconoció hoy "responsabilidad moral" por la agresión al director
artístico, "era una figura incómoda para Serguéi" Filin.
"Serguéi (Filin) estaba en contra de que Pável (Dmitrichenko) encabezara
los sindicatos. Entendía que, en ese caso, defendería los derechos de
los artistas en el terreno legal", aseguró Tsiskaridze.
Tsiskaridze acusó a Filin de reemplazar a Dmitrichenko de malas maneras
de varios espectáculos, pese a que, bajo su punto de vista, el bailarín
tenía grandes cualidades y le esperaba una "brillante carrera".
Y admitió que la principal causa del conflicto entre Filin y
Dmitrichenko pudo ser lo mal que el director trataba a la esposa del
bailarín, Angelina Vorontsova.
"Le decía que no estaba en forma, que era demasiado grande. Tanto le daban papeles, como no se los daban", dijo.
Al respecto, la propio Vorontsova declaró hoy en el tribunal que
Filin le dijo que "Dmitrichenko es un personaje incómodo" y que, si
seguía con él, "no progresaría".
"Cuando Serguéi Yúrevich
(Filin) llegó al Bolshói, mi situación cambió. Me retiraron de la gira
parisina y comenzaron a darme menos papeles de solista. Se pueden llamar
conflictos, pero eran más que nada cuestiones laborales", indicó.
Además, rompió una lanza en favor de Dmitrichenko, al que describió
como "una persona ambiciosa", pero que se caracterizaba por salir en
defensa de los desfavorecidos en el Bolshói.
"No mostraba agresividad", dijo.
Según informó hoy el fiscal, Dmitrichenko reconoció nada más ser
detenido haber ofrecido 50.000 rublos (1.500 dólares, 1.100 euros) a
otro de los acusados para que atacara a Filin, aunque no con ácido, pero
después se desdijo de su testimonio.
"Ya dije que estoy
dispuesto a asumir la responsabilidad moral. Si tuviera 10 millones, se
los daría, se lo daría todo. Todo por ayudar a Serguéi" Filin, dijo hoy
Dmitrichenko.
Según informó hoy la abogada de Filin, Tatiana
Stukalova, el director artístico ha tenido que regresar a Alemania para
proseguir su rehabilitación debido al empeoramiento de la visión en uno
de sus ojos.
"Se le ha reproducido el proceso purulento en los
ojos. El ojo derecho prácticamente no muestra ningún progreso. Es
posible que le afectara a los nervios el tener que prestar declaración
en el juicio", dijo.
Filin, quien regresó recientemente a
Moscú, aunque no ha podido reasumir sus funciones, ha tenido que
someterse a 23 operaciones quirúrgicas en Alemania para recuperar
parcialmente la vista.
El director artístico del legendario
ballet quedó prácticamente ciego a raíz del brutal ataque ocurrido en la
noche del 17 enero, cuando un sicario, presuntamente contratado por
Dmitrichenko, le arrojó ácido a la cara.
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