La Justicia de Moldavia condenó hoy a siete
años de cárcel a un hombre que intentó lanzar un cóctel molotov contra
el cortejo en el que circulaba la canciller alemana, Angela Merkel,
durante su visita a ese país en agosto de 2012.
El Tribunal de
Chisinau, la capital moldava, castigó a Yuri Vilkov, de 25 años y con
antecedentes penales por robo, con la máxima pena estipulada por el
artículo 287 del código penal (gamberrismo premeditado).
Según
la Fiscalía, el condenado cometió el delito bajo los efectos de la
marihuana, que consumía profusamente, y cuando se encontraba sumido en
una profunda depresión, informan las agencias rusas.
El
incidente ocurrió el 24 de agosto de 2012, cuando Vilkov intentó lanzar
la botella incendiaria contra el cortejo que trasladaba a Merkel por las
calles de Chisinau.
Uno de los policías que acordonaban la
zona se abalanzó sobre el condenado, por lo que el cóctel molotov cayó
al suelo y estalló, aunque nadie resultó herido.
Vilkov, que
ya pasó varios años en la cárcel por diversos delitos comunes, justificó
su acción con el deseo de llamar la atención contra una decisión
judicial que consideraba injusta.
Durante aquella visita
Merkel, partidaria del acercamiento de la Unión Europea a las antiguas
repúblicas soviéticas, alabó los progresos realizados por Moldavia, el
país más pobre de Europa, en su camino hacia la integración europea.
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