Navalni, el bloguero ruso anticorrupción

"Si alguien piensa que emigraré al extranjero o me esconderé en algún lugar, está muy equivocado. No tengo nada más que esto. No puedo huir de mi mismo", dijo Navalni en su intervención ante el tribunal de la ciudad de Kírov, a 900 kilómetros al este de Moscú, que le condenó.

El ruso Alexéi Navalni, bloguero anticorrupción que sacó a la luz los trapos sucios del partido del Kremlin, era considerado hasta su condena hoy a cinco años de cárcel el dirigente opositor con mayor gancho electoral.

"Si alguien piensa que emigraré al extranjero o me esconderé en algún lugar, está muy equivocado. No tengo nada más que esto. No puedo huir de mi mismo", dijo Navalni en su intervención ante el tribunal de la ciudad de Kírov, a 900 kilómetros al este de Moscú, que le condenó.

Navalni no labró su fama en las minoritarias protestas "Rusia sin Putin" a las que hasta hace poco acudían apenas un centenar de personas, sino en las redes sociales, en las que se convirtió en una especie de demiurgo de las nuevas generaciones.

Desde su blog, que recibe un millón de visitas mensuales, este moscovita licenciado en Derecho y Finanzas sacó los colores a miembros del partido oficialista Rusia Unida, altos funcionarios y a sus familias.

Precisamente, el proceso por robo de madera y fraude por el que hoy fue condenado fue incoado a mediados de 2012, poco después de que Navalni denunciara que el general Alexandr Bastrikin, jefe del Comité de Instrucción de Rusia, poseía una vivienda sin declarar y permiso de residencia en la República Checa.

Dos de los diputados a los que puso en evidencia al desvelar que poseían activos inmobiliarios en Estados Unidos y Canadá tuvieron que presentar recientemente su dimisión, ya que la ley obliga a los parlamentarios a declarar todas sus propiedades.

El bloguero también ha revelado la identidad de amigos e hijos de numerosos políticos rusos, algunos de los cuales ya son propietarios de grandes bancos o corporaciones sin ni siquiera alcanzar los 20 años.

"No son ni siquiera oligarcas que labraron su fortuna debido a su astucia o sabiduría. Son un puñado de antiguos e inútiles activistas del Konsomol (juventudes comunistas soviéticas) reconvertidos en demócratas y patriotas que han acaparado todo en sus manos", señaló.

En 2010 y por recomendación, entre otros, del ajedrecista y también opositor Garry Kaspárov, Navalni cursó durante medio año estudios en la Universidad de Yale (EEUU).

Dio su salto a la política en 2000 -justo cuando llegó al Kremlin el presidente ruso, Vladímir Putin- en las filas del tradicional partido liberal ruso, Yábloko, el único que se oponía a la guerra de Chechenia.

Pero fue expulsado de la formación en 2007 por sus tendencias ultranacionalistas, ya que abogaba por limitar la llegada de inmigrantes de las antiguas repúblicas soviéticas.

Entonces, se convirtió en copresidente del movimiento "Narod" (Pueblo), plataforma desde la que comenzó a forjar su granero electoral entre los moscovitas más jóvenes.

Tras el sorprendente nombramiento en 2009 del opositor Nikita Belij como gobernador de Kírov, Navalni fue elegido asesor regional, cargo que a la postre le costaría una pena de cinco años de cárcel.

Su oportunidad llegó en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2011, cuando las masivas denuncias de fraude contra el partido Rusia Unida desembocaron en las mayores protestas antigubernamentales desde la caída de la Unión Soviética.

Según las encuestas, Navalni fue uno de los líderes más reclamados durante las multitudinarias acciones de protesta en las que tomaron parte más de 100.000 personas.

Y, de hecho, cuando la oposición extraparlamentaria decidió crear un consejo coordinador, él fue el dirigente más votado, por delante de Kaspárov.

Tras el retorno al Kremlin de Putin, el Comité de Instrucción, una especie de órgano extrajudicial que se ocupa de apretarle las tuercas a la oposición, la Justicia abrió causas penales contra los líderes de las protestas.

Según el periódico opositor "Nóvaya Gazeta", las autoridades han incoado cinco procesos penales en los dos últimos años contra el bloguero y su hermano.

En claro desafío al Kremlin, Navalni decidió dar el gran salto y presentó su candidatura a la Alcaldía de Moscú y, de hecho, fue registrado en víspera del juicio, pero la condena de hoy le inhabilita definitivamente como candidato.

La veterana activista de derechos humanos rusa Ludmila Alexéyeva comparó a Navalni con el otrora hombre más rico de Rusia, Mijaíl Jodorkovski, que cumple más de 13 años de condena en Siberia.

"Estoy segura de que superará todas las pruebas como Jodorkovski", dijo a Efe Alexéyeva, quien cree que la cárcel puede convertir a Navalni en el líder que tanto necesita Rusia.

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