Ruud Gullit y Lothar Matthäus: ¿embajadores de una maniobra redonda?

Chechenia y Daguestán, muchos asocian estas dos regiones a guerra e islamismo. Sin embargo esto está cambiando, se está produciento un lavado de imagen en el que hay brasileños y la cosa más bonita del mundo.

Ramzán Kadirov baila ”lezguinka” sobre el césped del estadio de Grozni, bajo la mirada de diez mil aficionados al fútbol. Pone los brazos en jarras y se pavonea cual gallo en celo en torno a una cantante pop chechena. El vestido de la muchacha resplandece, el gentío grita enfervorizado, el barbudo Ramzán sonríe. Al final su equipo pierde 4 – 6, pero eso no importa.

Se trata de una estupenda entrada en el año 2011 para el joven presidente de la República de Chechenia. Esta fría tarde de primavera ha conseguido atraer hasta Grozni a viejas glorias del fútbol como Romario, Elber y Dunga para un partido benéfico. En el equipo de Kadirov juegan algunos ministros y Lothar Matthäus. El equipo contrario está compuesto por los brasileños campeones del mundo en 2002. “El ambiente aquí es estupendo“, constata el bávaro al hacer su entrada en el estadio de Bilimjánov entre atronadores aplausos. Se trata del segundo golpe de efecto de Ramzán Kadirov en pocas semanas.

El primero fue la firma de un contrato de 18 meses con Ruud Gullit como entrenador del Terek Grozni. Todos se han quedado sorprendidos por la llegada del mejor jugador del mundo en 1987 a una región que muchos solo conocen como escenario de sangrientos enfrentamientos. A su llegada a Grozni los periodistas preguntaron al holandés si no temía por su vida. Gullit respondió lo que los chechenos deseaban oír tras 15 años de guerra y privaciones: “He estado en lugares más peligrosos. Estoy aquí para jugar al fútbol“.

Ambicioso objetivo: la Europa League


Hace tres años el Terek ascendió a la Primera División de la liga rusa y desde entonces ha ocupado posiciones en mitad de la tabla. El fichaje de Gullit tiene la intención de difundir más allá de las fronteras regionales la prosperidad en la que vive Chechenia. Además, se está construyendo un moderno estadio con capacidad para 30.000 espectadores y un coste de 200 millones de euros. Será inaugurado el próximo 9 de mayo, Día de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial. La nueva meta del equipo para la recién iniciada temporada será la Europa League. A pesar de los rumores en torno al posible fichaje del delantero Diego Forlán o de Ronaldo, la vieja gloria, el Terek se ha quedado con las manos vacías, al menos en esta ronda de fichajes. La última esperanza, el ariete Moubarak Boussoufa del RSC Anderlecht, se la arrebató el FC Anzhi en el último momento.

Competencia con Daguestán


El club de la vecina República de Daguestán, que también compite con el Grozni en la parte media de la clasificación, pertenece desde esta temporada al multimillonario ruso Suleimán Kerímov, quien ha anunciado que va a invertir hasta 200 millones de dólares en infraestructura, incluido un nuevo estadio con 40.000 localidades. Además el pasado febrero sorprendieron con el fichaje de Roberto Carlos, conocida estrella brasileña de 37 años. Tanto el Anzhi como el Terek están destinados a convertirse en herramientas propagandísticas de sus respectivos países.

El principal patrocinador del Terek Grozni se llama Telman Ismailov. Este multimillonario oligarca cayó en desgracia para el Kremlin en 2008 a causa de sus actividades ilícitas. En este momento, espera poder granjearse de nuevo las simpatías de Moscú gracias al fútbol. Según se comenta en Grozni y en Majachkalá, los dos clubes desean fomentar la cantera ya que en la actualidad ambos equipos están formados principalmente por futbolistas rusos y occidentales.

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