Rusia y EE UU unen sus fuerzas contra el Estado Islámico en Raqqa

Voluntario lucha con las fuerzas sirias en la provincia de Raqqa.

Voluntario lucha con las fuerzas sirias en la provincia de Raqqa.

AP
Se acerca un cambio en la lucha contra el Estado Islámico. Por primera vez desde el inicio de los enfrentamiento las dos coaliciones antiterroristas internacionales, la dirigida por Rusia y la de los EE UU, han unido de facto sus fuerzas para tratar de tomar la capital del califato islámico en Siria.

Los ataques en Raqqa provienen de dos direcciones diferentes; de las fuerzas de la oposición como de las tropas gubernamentales, que llevaban tiempo sin realizar operaciones militares en esta provincia. En esta ocasión son las fuerzas de asalto, que operan con el apoyo de la aviación rusa, quienes atacan el feudo del Estado Islámico.

Según fuentes del diario Kommersant, asesores militares rusos prestan su ayuda a la hora de preparar la ofensiva. La velocidad de esta dependerá del tiempo necesario para completar la fase principal de la operación antiterrorista en Siria e Irak.

La operación comenzada la semana pasada en Raqqa supone un hito. Las fuerzas de Assad no actuaban en la provincia desde agosto de 2014 y Raqqa está considerada como un bastión del Estado Islámico. Los únicos que cuestionaban la autoridad del califato en esa provincia eran los kurdos y algunas unidades de las Fuerzas Democráticas de Siria, que cuentan con el apoyo de EE UU. 

Estas fuerzas anunciaron a finales de mayo que comenzarían una ofensiva contra Raqqa. Sin embargo, el ataque procedente del norte no avanzaba muy rápido, entre otras razones por la escasez de hombres en las unidades kurdas y en las tropas de la oposición.

De modo que la operación comenzada por el Ejército sirio en la provincia supone una mayor amenaza para el Estado Islámico. Según la televisión Al Mayadeen, que emite desde el Líbano para diferentes países árabes, es la primera vez en los últimos dos años que las tropas gubernamentales cruzan la frontera con la provincia de Raqqa. Se han apoderado ya de un importante centro de transportes en Zakia y preparan una ofensiva contra Tabqa, así como contra un aeropuerto cercano y una presa en el Eufrates.

Si el Ejército es capaz de tomar Tabqa se le abrirá una vía directa hacia Raqqa, de la que le separan 40 km. Los medios occidentales informan que hay tropas de élite estadounidenses participando en la ofensiva, concretamente los Desert Falcons. En la operación se están utilizando vehículos blindados, artillería y aviación.

Por el momento ni Damasco, ni Moscú ni Washington confirman oficialmente que ambas coaliciones antiterroristas coordinen sus acciones en la provincia. Sin embargo, los expertos militares, tanto de medios árabes como occidentales, creen que esta es la situación más probable.

Según los analistas rusos las tropas aeroespaciales rusas son de gran ayuda para los soldados del Ejército sirio en su ofensiva contra Raqqa. Las fuentes de Kommersant creen que ha sido gracias al apoyo ruso que las tropas de Assad han podido penetrar en la provincia y tener acceso a la carretera que lleva hasta Tabqa.

"Los objetivos se eligen en base al reconocimiento espacial y a fuentes de inteligencia, mientras que las acciones del Ejército sirio se coordinan con nuestros asesores militares", comenta la fuente.

"Hemos establecido contactos con la coalición liderada por EE UU, pero no planteamos una operación conjunta. Lo hemos propuesto pero los estadounidenses no quieren una completa cooperación con nosotros", declaró un miembro del Ejército ruso.

Ofensiva clave contra el Estado Islámico

Esta ofensiva contra las posiciones del Estado Islámico alrededor de Raqqa determinará el futuro próximo de la lucha contra los islamistas y el también el tiempo de duración de la fase principal de la operación antiterrorista en Siria e Irak.

Si gracias a la coordinanción de ambas coaliciones Raqqa cae relativamente pronto- en las próximas semanas- la influencia en las operaciones en Irak será grande. En este país las tropas gubernamentales están atacando Faluya, con ayuda de EE UU, y preparan una ofensiva contra Mosúl, otro de los bastiones del Estado Islámico.

En el frente sirio, la rendición de Raqqa podría suponer el tiro de gracia para el Estado Islámico, ya que se trata de la última ciudad grande que el grupo terrorista controla en territorio sirio.

Una fuente diplomática-militar ha declarado a Kommersant que el aumento de actividad "está directamente relacionado con las acciones de EE UU, que prometió hace meses separar a los grupos de la oposición de los terroristas, pero todavía no lo ha hecho".

La fuente continúa explicando: "No pretendemos estar esperando sin límites. Si nuestros socios occidentales son incapaces de mantener sus promesas, deberíamos actuar de manera independiente, sin tener en cuenta la localización de los grupos de la llamada oposición moderada".

Publicado originalmente en ruso en Kommersant.

 

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