Cuatro diferencias fundamentales sobre Siria entre Putin y Obama

AP
La reunión que mantuvieron Vladímir Putin y Barack Obama en el marco de la 70ª Asamblea General de la ONU no sirvió para que los dos líderes acercasen posiciones respecto a la resolución de la crisis siria. RBTH propone un listado de algunas de las principales razones que dificultan el establecimiento de una coalición conjunta.

1. El destino de Asad

Es el mayor motivo de discrepancia. Da la impresión que para los EE UU, el cese de al Asad es más acuciante que la lucha contra el Estado Islámico. Se ha invertido mucho capital político y propagandístico en la guerra contra, primero Hafez el Asad, y posteriormente contra Bashar el Asad, de modo que podría verse como una muestra de debilidad y los EE UU tendrían que reconocer un error.

Los EE UU apoyan a la oposición laica y se niegan a colaborar con Asad, al que han calificado oficialmente como “tirano”. Los estadounidenses quieren que el presidente sirio se vaya y, a continuación, unir a los grupos de oposición y a los restos del ejército para continuar la lucha contra los islamistas radicales.

Al contrario, Rusia subraya que solo se puede considerar a al Asad como el líder legítimo de Siria, que no hay nadie ahora que lo pueda sustituir y que su ejército es que realmente lucha contra el Estado Islámico. En base a esto, Rusia no idealiza a al Asad y da a entender que Siria necesita reformas políticas, pero sin intervenciones externas. El Kremlin se inclina por un enfoque pragmático: primero derrotar al Estado Islámico y después las negociaciones entre el poder y la oposición.

2. El papel de la ONU en la regulación de la crisis

Moscú ha dado a entender que está listo a aliarse con los EE UU en una coalición antiyihadista, pero exige que sea bajo el mandato de la ONU. Esto requiere que se definan claramente las “reglas del juego” y no se repita el escenario libio, cuando bajo el pretexto de la defensa de la población civil los países occidentales prácticamente derribaron a Gadafi. El Kremlin quiere una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en la cual se determinen los objetivos de la coalición internacional y los recursos para la lucha contra el Estado Islámico.

3. El papel de los actores regionales

Moscú opta por el acercamiento de Irán en la lucha contra el Estado Islámico y la regulación de la crisis siria. Sin embargo, esto se opone a las alianzas que los estadounidenses mantienen con las monarquías del Golfo Pérsico, sobre todo Arabia Saudí y Catar, para los cuales Irán es un competidor por el dominio regional.

De hecho, para muchos analistas la crisis siria es el resultado de esta confrontación entre saudíes e iraníes. Teherán apoya a al Asad mientras que los yihadistas obtienen apoyo financiero de los países del Golfo.

4. Motivos políticos internos de Putin y Obama

En los EE UU ha comenzado la carrera por las elecciones presidenciales. Una de las acusaciones que se hace a los demócratas es su indecisión en política exterior, de modo que para Obama es importante demostrar firmeza y consistencia. Sobre todo ante Rusia, que para los medios comunicación estadounidenses se ha convertido en en nuevo “imperio del mal”.

Para Putin la posibilidad de éxito en la lucha contra el Estado Islámico le daría la oportunidad de demostrar una vez más a la población de que es un líder decidido que puede restaurar el estatus de superpotencia de Rusia.

 

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