Los vinos españoles son los terceros con mayor cuota de mercado en Rusia. Fuente: Legion Media.
“La participación en el Salón de Vinos de Moscú es parte de la estrategia de expansión de muchos productores españoles”, dijo a RBTH Carlos Romero, director de exportación de Roqueta/origen, empresa que aglutina cuatro bodegas y viñedos en zonas exclusivas de Cataluña.
En esta ocasión, el evento tuvo como sede el emblemático Hotel Metropol, en el corazón histórico de Moscú, en donde 47 empresas participantes invitaron al público a degustar con todo rigor, los vinos más selectos de sus bodegas.
“Participamos en el Salón de Moscú desde hace años, y cada vez notamos el interés por los vinos españoles. Al consumidor ruso le gusta experimentar, sabe apreciar la calidad y también es muy exigente”, afirmó Romero.
Para los productores españoles, el consumidor ruso es un reto porque una de cada tres botellas de vino que se vende en Rusia proviene del exterior. Después de Francia e Italia, España ocupa el tercer lugar entre los principales proveedores de vino importado, y por lo visto, en términos de ventas, los españoles tienen ventajas.
Importaciones de vino a Rusia*
1. Francia - 18, 82%
2. Italia - 14,91%
3. España - 14,85%
4. Chile - 5,1%
5. Argentina – 1,17%
6. Sudáfrica – 1,07%
8. EEUU, AustraliayNuevaZelandiamenosdel 1 %.
*Datos del Servicio Federal de Aduanas de Rusia para el primer semestre de 2014.
“En relación a calidad-precio, y en comparación por ejemplo con Francia, los españoles ofrecen una gama mucho más variada de vinos, y esto permite penetrar más ampliamente en el mercado”, dijo Mijaíl Pusirióv, ejecutivo de la empresa Rusimport, importador exclusivo de Bodegas Muriel, con viñedos en la zona de Rioja, de prestigio internacional.
Según Pusiriov, las bodegas españolas cuentan con recursos de oferta suficientes para atraer al consumidor ruso que en los últimos años ha experimentado cambios notables en cuanto a gustos y preferencias.
“Aunque como antes, la mayoría de los rusos prefieren los vinos dulces y semidulces, ahora el consumo de los vinos secos crece a un ritmo constante cada año, y las bodegas españoles tienen muchas marcas para ofrecer”, subrayó el ejecutivo.
Al comprar una botella de vino, el ruso también expresa interés por la edad del producto, y entre la oferta española puede elegir o bien entre el vino joven (de 12 hasta 24 meses); de Crianza (hasta dos años); reserva (de tres a cuatro años) y gran reserva (más de cinco años).
Investigaciones de mercado indican que las bodegas españolas tienen posibilidades de ampliación notables, ya que el 60 % del vino español importado queda en Moscú, donde tienen demanda estable los vinos fabricados en Valencia y La Mancha, sobre todo debido a la buena calidad y el bajo precio (en promedio, 1,4 euros por litro para mayoristas), destacó el portal digital openbusiness.ru.
Entre las regiones vinícolas españolas reconocidas en Rusia figuran La Mancha, La Rioja, Cataluña, Andalucía, Valencia, León y Extremadura, y en este sentido, otro elemento favorable es la denominación de origen, etiqueta que certifica la pertenencia del vino a una zona geográfica específica, con características y propiedades de fabricación también exclusivas en esa región.
Así, el consumidor ruso manifiesta preferencia por los vinos con marca D.O. porque suponen un aval de calidad. Las regiones de La Rioja y Priorat (Cataluña) cuentan con DOC (denominación de origen calificada) que certifica la producción de vino de la más alta calidad.
Otro segmento de perspectiva en Rusia corresponde a los vinos espumosos, cuya producción hasta el momento, sigue bajo el control de los productores nacionales (casi el 90 %), con precios bajos e irrelevante calidad.
Según expertos, el bajo precio condiciona la producción de esta bebida, sobre todo porque el vino espumoso es un producto de consumo popular en Rusia, que en ciertas ocasiones, desplaza el consumo del tradicional vodka, (por ejemplo durante las fiestas de Año Nuevo).
La escasa oferta de vino espumoso de calidad a precios moderados, supone otra opción para los fabricantes de cavas (espumosos) españoles, que en relación a precios, cuentan con marcas más atractivas en comparación con el champán francés, de precios exorbitantes en las tiendas moscovitas.
Expertos destacan que los procesos anteriormente descritos pueden potenciar el crecimiento del consumo del vino importado en Rusia a mediano y largo plazo, pero alertan sobre el riesgo de factores adversos que pueden afectar seriamente su estabilidad.
Ese riesgo puede
adquirir consecuencias concretas si el Kremlin reacciona de forma
simétrica a las sanciones impuestas por la Unión Europea el pasado
mes de junio contra las principales empresas productoras de vino en
la península de Crimea, tras su incorporación a Rusia.
En carta abierta al presidente ruso, Vladimir Putin, los directores de las cuatro empresas vinícolas más importantes de Crimea pidieron a Moscú imponer un veto a las importaciones de vino de Europa, en respuesta a las sanciones impuestas por la Comisión Europa contra Rusia por la situación en Ucrania.
Lea más: Rusos que invierten en vinos españoles >>>
Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: