Jóvenes emprendedoras rusas en el mercado argentino

Olga Michina. Fuente: archivo personal

Olga Michina. Fuente: archivo personal

La nueva generación de mujeres rusas llegadas a la Argentina apunta alto en sus expectativas. Ya no se conforman con tener un buen empleo y prefieren generar sus propios negocios.

“La comunidad rusa en Argentina no está muy unida. Pero nosotras somos la nueva generación de rusas que no tenemos límites y nos gusta ayudarnos sin problemas de competencia”. Así de contundente describe Katerina Medvedeva, fundadora de Ways of Wine, esta nueva corriente migratoria.

Según una investigación sobre el emprendimiento en Argentina 2006 -2011, de la Consultora A2C, el 42% de las nuevas iniciativas empresariales está liderada por mujeres. Aunque su número no sea muy significativo, entre esas nuevas empresas se encuentran las de estas mujeres rusas que mezclan confianza y valentía para sacar adelante sus proyectos.

“Todas nosotras vivimos la etapa entre los 15 y 20 años en Rusia, y la formación que tenemos es de sobrevivir y ver mucho”, dice Olga. “Esto nos hace no tener miedo a encarar las cosas”.

Además de enfrentar las desafíos del emprendimiento siendo mujeres y jóvenes, las rusas añaden los problemas del desconocimiento del idioma español y el enrevesado mundo burocrático, así como la necesidad integrarse socialmente.

Comenzar de cero

Si hay alguien dispuesta a enfrentarse a cualquier reto esa es Olga Andreevna Michina. Llegó a Argentina cuando tenía 15 años y pronto comenzó a tener varios trabajos como traiding, en la cancillería...“Pero en un trabajo llegas a un tope y no podés hacer más, y no me gusta cuando algo me limita”, cuenta Olga.

Así que empezó a abrir su propio camino en un rubro poco común: la maquinaria agrícola. Fue en un momento en que había muchas exportaciones a Rusia y pocos especialistas. Olga se enfundó el mameluco y se colocó debajo de una sembradora para explicarle a ocho ingenieros agrícolas rusos cómo funcionaba. “Se sorprendían que les pudiera explicar el funcionamiento de una tolva autodescargable, pero es que tuve que traducir todo el manual de funcionamiento”, cuenta entre risas Olga.

Tras las sembradoras llegaron las exportaciones de silobolsas y ahí Olga se dio cuenta de que necesitaba una estructura legal y formal, por lo que en 2008 creó la empresa Mais Consulting para las relaciones comerciales. Poco después se asoció con Valeri Bondarenko para fundar la consultoría aduanera TB Logistics, que tiene su sede en San Petersburgo.

“Cuando empezás en un país nuevo primero tenés que desarrollar tu círculo social para después entender cómo lo podés manejar”, explica María Gurova, de la agencia de viajes PAM Travel.

María Gurova. Fuente: archivo personal

“Cada país tiene sus cosas específicas sobre cómo hablar con la gente, los códigos sociales... y eso no se aprende en un día”. María quería repetir la experiencia de crear una empresa de eventos como la que tenía en Moscú, pero en Argentina se encontró con un mercado completamente distinto.

“Así que tuve que empezar acá desde cero”. Dejarlo todo y empezar de nuevo es también la experiencia que ha tenido Katerina en Argentina. “Acá hay muchas oportunidades de aprender otras cosas aparte de tu profesión”, nos dice. Y en su caso es muy cierto. Su profesión de periodista quedó relegada cuando descubrió su nueva pasión laboral, el mundo de los vinos.

Galina Gouchtchina acaba de aterrizar en Buenos Aires y lleva dos días intentando recuperar las valijas perdidas en el aeropuerto. Da la sensación de que toda su vida es así de agitada desde que llegó a la Argentina en 1997 con 22 años. Se vino porque tenía familiares y apostó por dedicarse a la enseñanza de idiomas. Comenzó con clases particulares y en institutos, hasta que se dio cuenta de que “a la gente le gustaba mi modo de enseñanza y mi acento, así que el paquete se

vendía bastante bien y llegas al punto en el que tu nombre también vende como una marca”, dice Galina.

Fue así como surgió Language Hub donde ofrece capacitaciones en idiomas, consultorías y traducciones para grandes multinacionales. También trabaja como intérprete, lo que le obliga a tener las valijas siempre listas para viajar. “Por mi personalidad siempre tengo ganas de dar un pasito más y no conformarme”, nos dice. “Todos los años me surge un desafío distinto”.

Confianza y valentía

La manera en que todas ellas enfrentan los retos laborales parece mostrar que hay algo en su educación que les hace no tener miedo a los desafíos. Y no es sólo lo que aprendieron en la escuela.

Según María esta actitud vital se remonta más atrás. Después de la Segunda Guerra Mundial, en Rusia quedaron muchas mujeres sin hombres y surgió una generación en la que la mujer tuvo que tomar roles masculinos.

“Y eso permanece”, nos dice, “las mujeres asumen que tienen que tomar la responsabilidad de la vida pase lo que pase”. Ese cambio de mentalidad lo notó María al llegar a la Argentina, cuando comentaba entre amigos y conocidos lo que quería hacer “sentía que no me tomaban en serio, me decían que por qué me metía en algo tan complicado”.

Para Galina, que las mujeres rusas se destaquen por ser polifacéticas y muy creativas tiene mucho que ver con lo que aprendieron en la infancia, momento en el que “los padres hacen hincapié en el desarrollo de distintas habilidades como la música o el deporte. La educación que recibimos es que la mujer tiene que ser bastante perfecta”. Y esa, quizás, es una de las claves para integrarse en el mercado argentino donde, según ella, se valora mucho el profesionalismo. “Creo que hay bastantes campos para explorar aquí, sigue existiendo una demanda importante de profesionales”.

En lo que todas están de acuerdo es que Argentina les abrió todas las posibilidades para empujar hacia delante, a pesar de las dificultades que hayan tenido que encarar. Como lo define Olga, “este es un país donde podés hacer lo que quieras. Si pones las ganas te va a ir bien”. 

Olga Andreevna Michina

28 años

Ha estudiado Traducción y Abogacía.

Es Socia Gerente de TB Logistics y fundadora de MAIS Consulting.

Se dedica a las relaciones comerciales entre Latinoamérica y Rusia.

María Gurova

26 años

La mujer rusa y las diferencias de género

Tiene estudios de Sociología y Marketing.

Su primer emprendimiento fue una agencia de eventos en Moscú.

En 2013 puso en funcionamiento en Argentina la empresa de turismo PAM Travel.

Galina Gouchtchina

39 años

Licenciada en Lenguas Extranjeras.

Creó la empresa Language Hub en 2009 que ofrece cursos de idiomas y traducción.

También trabaja como intérprete de ruso, inglés y español para grandes organizaciones internacionales.

Katerina Medvédeva

Licenciada en Periodismo y Relaciones Públicas y ha trabajado como periodista en Moscú.

En 2012 fundó en Buenos Aires Ways of Wine, empresa dedicada a promover los vinos argentinos entre el público ruso.

Lea más: Cuando un viaje a la Argentina se convierte en un emprendimiento>>>

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