Cómo afecta la situación en Kiev a los negocios rusos

Numerosas empresas han comunicado que continúan operando con normalidad, aunque siguen con preocupación el desarrollo de los acontecimientos . Fuente: AFP / East News

Numerosas empresas han comunicado que continúan operando con normalidad, aunque siguen con preocupación el desarrollo de los acontecimientos . Fuente: AFP / East News

La actividad de empresas rusas en Ucrania es significativa: bancos, compañías de telecomunicación, empresas de energía... Todas ellas siguen de cerca los acontecimientos que han convulsionado el país en las últimas semanas.

La crisis política en Ucrania ha tenido un grave impacto en las compañías rusas que trabajan allí. El ministro ruso de Desarrollo Económico, Alexéi Uliukáiev declaró en una rueda de prensa en Berlín.: “Está claro que el PIB ucraniano caerá. También sufrirá el comercio exterior; obviamente, esto tendrá consecuencias para las empresas rusas que operan en Ucrania”.

El hecho de asociar a Rusia con Ucrania también ha influido en los inversores. El volumen de los fondos de capital que salió de Rusia alcanzó los 116 millones de dólares la semana del 12-19 de febrero, mientras que la semana previa fue de 53 millones de dólares. Los agentes de bolsa culpan de esto a la amenaza de “un importante deterioro del clima de inversión”, debido a los problemas en un “gran estado anexo”, así como la relación entre los negocios ucranianos y rusos.

Por su parte, los operadores de telecomunicaciones rusos que trabajan en Ucrania, MTS y Vimpelcom han avisado de sobrecargas en sus redes debidas a ingentes volúmenes de llamadas de voz en diferentes partes del país. En general, sin embargo, afirman que el negocio se desarrolla sin alteraciones. El único incidente serio tuvo lugar en Kiev, donde un fuerte incendio en un edificio de la Plaza de la Independencia, el epicentro de las protestas, produjo daños en una estación de telefonía móvil por valor de 50.000 dólares. MTS y Vimpelcom también han cerrado sus tiendas en el centro de Kiev hasta la resolución de la crisis. 

La grivna ucraniana cayó el 26 de febrero hasta mínimos históricos. La cotización en la bolsa de divisas interbancaria alcanzó 10,35 grivnas frente al dólar estadounidense, mientras el Banco Central cotiza la grivna en 9,42 dólares. El anterior Gobierno de Ucrania preveía una cotización de la grivna para 2014 en el nivel de 8,5 grivnas por dólar.

El gigante ruso de internet, Yandex, asegura que no ha habido interrupciones en sus operaciones, aunque sus oficinas centrales en Ucrania están en el centro de Kiev. Gran parte de los empleados de la compañía trabajó a distancia, desde sus casas, cuando se cerró el metro de la capital ucraniana. Sin embargo, Yandex ha dicho que ha habido un gran cambio en el patrón del tráfico, con más interés de los usuarios en las últimas noticias en lugar de en las búsquedas.

Asimismo, las compañías aéreas más importantes, como Aeroflot, Transaero y S7, han impuesto restricciones en las ventas de billetes por agencias ucranianas debido a una rápida depreciación de la grivna ucraniana. 

Se suspenden las conversaciones

Varios gigantes empresariales rusos de la minería y el acero tienen importantes plantas industriales en Ucrania. La empresa Evraz afirma que sus operaciones en Ucrania no se han visto afectadas por la situación política. La compañía ha añadido, sin embargo, que “podría haber algunas dificultades con los pagos de socios y clientes”.

Las compañías petroleras rusas aseguran que sus operaciones en Ucrania no se han visto afectadas por la crisis. Rosneft tiene unas 150 gasolineras en Ucrania; Lukoil, varias docenas. Ambas compañías afirman que el negocio en estas estaciones de servicio se desarrolla según lo habitual.

Gazprom comenta que no ha habido problemas con el tránsito de gas vía Ucrania, pero la compañía rehusó responder a la pregunta sobre la deuda de Ucrania por el suministro de gas. El último pago de Ucrania llegó el 17 de febrero, cuando Kiev pagó 1.280 millones de dólares para saldar la mitad de la deuda restante de 2013 y 191 millones de dólares por el suministro de enero.

Parte de ese dinero procede de un importante préstamo ruso que se concedió a finales de 2013; Ucrania recibió el primer tramo de 3.000 millones de dólares en diciembre. Rusia estaba dispuesta a inyectar un segundo tramo de 2.000 millones mediante la compra de bonos ucranianos, pero esos planes se han pospuesto tras el deterioro de la situación política en Ucrania. 

Los bancos toman precauciones

De todas las compañías rusas que operan en Ucrania, hasta ahora los bancos han sido los más afectados. Muchos se han visto obligados a imponer restricciones a varias operaciones bancarias y a limitar las retiradas de efectivo diarias en cajeros. Afirman que estas limitaciones son pertinentes “para que todos nuestros clientes puedan disponer de su dinero”.

Los bancos se han vuelto más prudentes con el préstamo. El presidente de Sberbank, German Gref, anunció el viernes que su entidad no concedería préstamos a nuevos clientes particulares o empresas; esto no afecta a los actuales clientes. El banco afirmó que estas restricciones se levantarían “tan pronto como la situación de los mercados financieros se estabilice”.

Los bancos occidentales no son mucho más optimistas sobre lo que ocurre en Ucrania. El Banco Europeo de Inversiones, fundado por los estados miembros de la UE, anunció el pasado 19 de febrero que congelaría todas las operaciones en Ucrania hasta que se restaurase la estabilidad política.

El BERD (Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo) anunció que no suspendería operaciones, pero que sus esfuerzos se centrarían en ayudar al sector privado en vez de a las instituciones públicas. 

Planes para el futuro

Los empresarios son prudentes en sus predicciones sobre la situación en Ucrania y en sus cálculos de los riesgos que entraña tratar con socios ucranianos. Sin embargo, ninguno de ellos ha expresado preocupaciones importantes.

Serguéi Chemezov, responsable de la corporación Rostech, dijo el sábado que los acontecimientos en Ucrania no tendrán consecuencias notables en su compañía, proveedora de motores de helicóptero de la factoría ucraniana Motor Sich.

El ministro de Agricultura ruso, Nikolái Fedotov, dijo el 21 de febrero que “por ahora, no ha habido ninguna interrupción en el comercio agrícola” entre los países, pero añadió que la amenaza de que esto sucediese era muy plausible.

Basado en artículos de Kommersant y Gazeta.ru.

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