Objetivos de la política exterior rusa en 2014

Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia. Fuente: Shutter stock / Legion media

Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia. Fuente: Shutter stock / Legion media

El 2013 ha sido definido como el el año del triunfo de la diplomacia rusa, sobre todo por el papel de Rusia en asuntos como Siria, Irán o Ucrania. Pero en el año saliente no se dio respuesta a determinados desafíos clave para el país en materia de política exterior.

1.Fortalecimiento de la integración euroasiática

Este año será decisivo para la formación de la Unión Económica Euroasiática, que ha sido declarada el principal proyecto ruso en materia de política exterior (así se indica en la nueva redacción del Concepto de la Política Exterior de la Federación Rusa ) y es una de las prioridades fundamentales del tercer mandato presidencial de Vladímir Putin.

En marzo de 2014 debe estar listo el texto del Tratado para la Unión que los líderes de los tres países tienen previsto firmar en verano. En otoño el Tratado tiene que ratificarse en los parlamentos nacionales, y el 1 de enero de 2015 la Unión Euroasiática ya debe empezar a funcionar.

Pero el año pasado quedaron al descubierto multitud de problemas durante el proceso de integración, el más importante: Moscú y Astaná (Kazajistán) tienen visiones distintas de la futura adhesión.

Según las declaraciones de interlocutores familiarizados con el curso de las negociaciones, Rusia quiere que la Unión sea una estructura lo más integradora posible, que lo coordine prácticamente todo. Los países miembros deben constituir, además de un mercado único con libre circulación de mercancías, servicios, capital y personas, un espacio con una política migratoria, educativa e incluso informativa común.

Pero las autoridades de Kazajistán, y recientemente también las de Bielorrusia, consideran que eso es un intento de atentar contra su soberanía. Con estas contradicciones de trasfondo, Moscú deberá demostrar tacto diplomático. 

2. Comercialización de hidrocarburos en nuevos mercados

En 2013 Rusia hizo frente a la búsqueda de nuevos mercados para sus hidrocarburos. La empresa rusa Rosneft  firmó acuerdos con petroleras chinas para conceder anticipos por valor de hasta 60.000 millones de dólares a cambio de futuros suministros de petróleo.  Este dinero se destinará principalmente al acopio de activos dentro de Rusia.

Sin embargo, la solución al problema de la búsqueda de nuevos mercados para comercializar suscita a su vez nuevos problemas, sobre todo por la excesiva dependencia de un solo consumidor. En la compra de petróleo, Pekín se convierte prácticamente en el único cliente del mercado oriental.

Así que uno de los objetivos más apremiantes del 2014 será diversificar los contactos en Asia Oriental: China conservará sin duda el papel de principal comprador de recursos naturales rusos, pero Moscú tendrá una necesidad acuciante de crear un contrapeso para equilibrar la influencia china.

Mientras tanto, no está resultando tan fácil crear este contrapeso. La visita de Putin en Corea del Sur en 2013 no dio frutos y la relación con Japón sigue siendo complicada debido a la disputa territorial por las islas Kuriles

Otros socios asiáticos de la Federación Rusa, como India o Vietnam, resultan interesantes como mercados para comercializar la producción automovilística, pero aún no pueden ser inversores. 

3. Reanudación de los contactos con Europa

Además la diversificación de los contactos asiáticos para cubrir riesgos, el viraje de las materias primas hacia China también requerirá la reanudación de las relaciones con Europa, bastante más estrechas. En los últimos dos años las relaciones con la UE se han deteriorado ostensiblemente, aunque de puertas afuera Moscú y sus socios europeos se empeñen en no mostrarlo.

El símbolo más llamativo de las contradicciones que se han ido acumulando ha sido el hecho de que en 2013 Rusia y la UE solo hayan celebrado una única cumbre (en junio en Ekaterimburgo), aunque durante muchos años los líderes se hayan reunido dos veces al año: una en Rusia y otra en Europa.

Según fuentes de la Comisión Europea, la explicación es que la cumbre de Ekaterimburgo culminó sin resultado alguno, con lo que la cumbre de diciembre se habría convertido en el segundo encuentro frustrado. El conflicto entorno a Ucrania coronó la disputa, cuando los funcionarios europeos reprocharon a Rusia haberse entrometido en un asunto de soberanía nacional. Los funcionarios rusos se mostraron más contenidos, aunque tampoco dejaron pasar la oportunidad de hablar sobre los europeos que se habían desplazado hasta Kiev para apoyar a Maidán.

La pérdida más dolorosa para Rusia es el deterioro de los contactos con Alemania.

Según declaraciones de los interlocutores de Berlín, el motivo del enfriamiento fue la persecución criminal que sufrieron el pasado 6 de mayo de 2012 los participantes de un mitin de oposición que terminó en enfrentamientos con la policía y el arresto de las participantes del grupo punk Pussy Riot. Pero la verdadera causa es que las empresas alemanas más importantes han ido reduciendo su dependencia de las materias primas y el mercado rusos.

“Cuando se trata de la economía de China, con un crecimiento anual del 7%, todo el mundo está dispuesto a cerrar los ojos ante las violaciones de los derechos humanos, pero cuando se trata de Rusia, un país con un crecimiento económico débil y unas perspectivas poco ciertas, el número de entusiastas se reduce”, dice uno de los funcionarios.

En conversaciones extraoficiales, los diplomáticos rusos también admiten que el nivel de las relaciones ha bajado y que, sin el apoyo de Alemania, trabajar con otros países de la UE es bastante más complicado.

Por este motivo el restablecimiento de los contactos con Europa y, especialmente, con Berlín será otro objetivo importante de la política exterior rusa. La colaboración en la liberación de Mijaíl Jodorkovski, en la que Alemania ha jugado un papel muy destacado, puede ser un ejemplo positivo. 

Artículo abreviado. Publicado originalmente en ruso en Kommersant. 

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