En los enfrentamientos producidos durante el fin de semana ha habido alrededor de 300 heridos. La tensión aumenta en las calles. Fuente: Reuters
"Las autoridades no se han planteado decretar el estado de
excepción el país", dijo a la agencia Interfax-Ukraini el portavoz del
Gabinete del Ministros, Vitali Lukiánenko. También el presidente del Parlamento, Vladímir Ribak,
declaró que las autoridades ucraniana no ven de momento motivos para la
imposición del estado de emergencia en el país. Aunque el Ministerio del
Interior sí ha declarado que hay un despliegue adicional de las fuerzas de
seguridad en Kiev.
A primera hora de
esta mañana los opositores bloquearon todos los accesos a la sede del
Gobierno ucraniano, por lo que los funcionarios no pudieron llegar a sus
oficinas.
"El conflicto es sobre quién es el culpable de la paliza a los manifestantes y quién será el responsable de ello: si las autoridades o un individuo, algún funcionario. Creo que Yanukóvich se reserva la posibilidad de asignar responsabilidades a Azárov, el primer ministro y hacerle dimitir. Todavía tiene esa carta. Me parece que esa posibilidad es real. que la oposición no estaría de acuerdo con menos. ¿Podrá Yanukóvich defender a Azárov en esta situación? Entonces él mismo tendrá que asumir la responsabilidad”. Gleb Pavlovski, analista político ruso.
Lukiánenko no precisó si el primer ministro, Nikolái Azárov, cuya dimisión demandan los opositores, consiguió acceder a su despacho.
El ruso Vladímir Slatinov, investigador del Instituto político de
humanidades, declaró: “Es evidente que
en Ucrania hay una crisis política como resultado de la negativa de Yanukóvich
de cumplir con sus promesas preelectorales. Quiero recordar que la integración
en Europa era uno de los puntos clave de su programa preelectoral, y según
muchos analistas Yanukóvich ganó las elecciones porque consolidó a su alrededor
a una gran parte del electorado moderado, decepcionado con la 'revolución
naranja' pero al mismo tiempo afines a la idea de una integración con la UE”.
Varios miles de
manifestantes pasaron la noche en la Plaza de la Independencia, donde
levantaron barricadas para rechazar un eventual intento de desalojo por la
policía antidisturbios.
La oposición
denunció que los ataques del fin de semana
fueron perpetrados por grupos de provocadores con el fin de dar un pretexto a
las autoridades para reprimir las protestas pacíficas, que la víspera reunieron
hasta medio millón de personas en el centro de Kiev.
“La situación en Ucrania es muy muy inquietante. Creo que el uso de la fuerza ha sido un gran error, porque si antes las protestas en Maidán se hacían con eslóganes relacionados con las elecciones de Ucrania, ahora el número de manifestantes ha aumentado considerablemente. Ha ido gente por motivos muy diferentes, relacionados con la dispersión de los manifestantes del 1 de diciembre. Allí se presentó unida la oposición al presidente Yanukóvich. Se juntaron los dos movimientos: los que apoyan la integración con la UE y los que están en contra de la situación en la que Ucrania se encuentra en general. La UE y EE UU han declarado que en caso del uso de la fuerza tomarán medidas, eso es un chantaje evidente. Yanukóvich se encuentra en una situación muy complicada. Lo que ahora está ocurriendo en Ucrania puede acabar muy mal, no para el presidente sino para el país. Puede terminar con el colapso de Ucrania como un único estado”, declaró el ruso Alexander Sókolov, director del Grupo para la cooperación internacional y la diplomacia.
La concentración de ayer fue el acto más multitudinario desde que estallaron las protestas por la decisión del Gobierno ucraniano de renunciar a la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.
En este sentido, el vicepresidente del Centro de Tecnología Política, el ruso Alexéi Makarnin declaró: “Claro que las protestas van a continuar y al mismo tiempo creo que las decisiones básicas se tomarán cuando haya negociaciones entre las élites. Por otro lado, en estos momentos la posible campaña presidencial de Yanukóvich para las elecciones presidenciales de 2015 está en el aire. Por una parte, la mitad de Ucrania lo considera su enemigo, mientras que para los que lo apoyan no lo ven como un hombre capaz de tomar decisiones y asumir las responsabilidades.
Este artículo se ha realizado con información de la Agencia EFE y de RIA Novosti.
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