Asia Central: cruce de intereses de China, Rusia y EE UU

Fuente: Servicio de prensa

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Asia Central se está convirtiendo en una de las regiones del mundo más importantes a nivel geopolítico. La competencia entre Rusia, Estados Unidos y China para reforzar sus posiciones en Eurasia crecerá mientras que la estabilidad de las repúblicas de Asia Central disminuirá.

A principios de septiembre el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, pronunció un discurso en la Universidad Nazarbáyez (Kazajistán) que se convirtió en el acontecimiento más importante de su gira por los países de Asia Central. La principal innovación de la política exterior china en Asia Central quedó definida en ese discurso en el que Xin Jinping expuso el proyecto denominado “Cinturón económico de la Ruta de la Seda”, destinado a unir en un único espacio económico y de transporte a China, Rusia, Asia Central y Europa. 

Este proyecto permite examinar el rumbo que ha tomado la política exterior china con la nueva generación de dirigentes. Los motivos para este cambio de rumbo son evidentes: el debilitamiento de los centros de poder occidentales, el clima de falta de estabilidad en las relaciones internacionales y en la economía mundial así como el aumento de la probabilidad de una “confrontación suave” con Estados Unidos.

Narsultán Nazarbáyev, presidente de Kazajistán declaró ayer en Minsk que estaba dispuesto a desmantelar la Comunidad Económica Eurasiática para incluir en ella a Turquía y Siria. Vladímir Putin, presidente ruso, lo apoyó y agregó que India es también un miembro potencial de la Unión Aduanera.

Ante el reforzamiento de posiciones de EE UU en el océano Pacífico y los litigios de China con otros grandes estados de Asia Oriental y del Sureste Asiático, Asia Central se presenta como el espacio más propicio para la nueva política exterior china. Sin embargo, esta región también forma parte de la esfera de intereses tanto de Rusia como de Occidente. 

Rusia es el país que  más ligado ha estado históricamente a los estados centroasiáticos y es el quien tiene unos intereses más amplios en la región. Uno de los objetivos clave para las autoridades rusas es el mantenimiento de su influencia geopolítica en Asia Central, ya que permite garantizar la seguridad del país y también la de toda Asia Central postsoviética. Además, comprende la lucha contra el terrorismo, el extremismo islámico, el narcotráfico y la inmigración irregular. 

Una cuestión aparte es la lucha contra los conflictos internos de los estados, ya que el incremento de las tensiones interreligiosas, interétnicas y sociales continúa siendo una amenaza para la estabilidad interna de los estados de Asia Central. 

Sin embargo, el factor que tendrá mayor influencia negativa en la situación general es el aumento de los riesgos tras la retirada de la fuerzas internacionales de Afganistán, prevista para el 2014. En este sentido, la Unión Euroasiática, que se prevé que empiece a funcionar en el el 2015, es un instrumento clave para la solución de estos desafíos. 

Las ventajas de la Unión Euroasiática son numerosas. En primer lugar, cuenta con prácticos y útiles mecanismos de integración, y con una serie de estructuras transnacionales como la Comunidad Económica Euroasiática, la Comisión de la Unión Aduanera, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva y muchos otros institutos. 

En segundo lugar, las élites políticas de los países de Asia Central están orientadas hacia la cooperación con Rusia y no es casual que la idea de la Unión Euroasiática ya fuera propuesta en el año 1994 por el presidente kazajo Nursultán Nazarbáyev. Además, gracias a un pasado común y a las relaciones que se han conservado desde tiempos del Imperio ruso y de la Unión Soviética, la actitud de la población local continúa siendo más amistosa hacia el país eslavo que hacia China o Estados Unidos. No en vano en Kazajistán se recuerda cada vez más el antiguo refrán “Kara kitai kaptasa, sari oris tugan agandai bolar”, que significa “Si los chinos llenan (nuestra tierra), entonces los rusos de cabellos claros serán como hermanos para nosotros”. 

Es evidente que el cambio en el equilibrio de fuerzas en Asia Central está todavía lejos de completarse. El reforzamiento de China, la creciente actividad de EE UU y la intensificación de los esfuerzos rusos para promover la integración euroasiática pueden chocar con toda una serie de factores imprevisibles externos e internos, capaces de sumir la región en el caos. 

Asia Central se está convirtiendo en una de las regiones del mundo más importantes a nivel geopolítico. La competencia entre Rusia, Estados Unidos y China para reforzar sus posiciones en Eurasia crecerá mientras que la estabilidad de las repúblicas de Asia Central disminuirá. 

Así, Rusia, como país líder de una nueva unión integradora, se encontrará tras el 2015 en una encrucijada. Básicamente habrá tres posibilidades: disolver la Unión Euroasiática en el proyecto integrador chino, apoyar los esfuerzos de Occidente para la transformación de la región, en primer lugar de Afganistán, un punto que amenazaría con un choque geopolítico con China; y, finalmente, intentar formar la realidad geopolítica de Asia Central de forma independiente, manteniendo el equilibrio entre los actores más importantes y al mismo tiempo defendiendo sus propios intereses. 

La primera posibilidad implica significativos riesgos económicos y políticos, relacionados con el posible debilitamiento de Rusia debido al incremento en la economía de la región del flujo de recursos extranjeros, en primer lugar chinos. 

El acercamiento a Occidente está plagado de riesgos políticos relacionados con la muy posible transformación no solo de Asia Central sino también de Rusia, según el guión de los acontecimientos de principios de los años 90 del siglo pasado. 

La tercera opción es la más atractiva para la Federación: el desarrollo de la Unión Euroasiática y el mantenimiento simultáneo de contactos con Oriente y con Occidente. Es aquí donde las autoridades rusas tendrán la posibilidad de cooperar con Pekín a otro nivel completamente distinto. La Unión Euroasiática, apoyada por un mercado único de cerca de 200 millones de personas y con unos enormes recursos naturales y de territorio, podrá realizar proyectos de cooperación más ambiciosos y efectivos que los que podría llevar a cabo en el marco de las relaciones bilaterales con China, tanto en la región como fuera de ella. 

Dmitri Ontóiev, experto del Centro de Investigaciones Sociopolíticas. 

Este texto está basado en la ponencia “Central Asia as geopolitical pivot: Three scenarios for integration”, publicada en Russia Direct 

La ponencia completa con valoraciones de la política de Rusia, EEUU y China en Asia Central puede leerse en este enlace

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