Se busca casa con vistas al mar y permiso de residencia

El turismo ruso es un fenómeno de creciente interés, las autoridades españolas legislan para facilitar la venta de viviendas en el país. Fuente: Alamy / Legion Media

El turismo ruso es un fenómeno de creciente interés, las autoridades españolas legislan para facilitar la venta de viviendas en el país. Fuente: Alamy / Legion Media

Los rusos son los extranjeros que vienen a España con más predisposición a comprar una vivienda. El nuevo permiso de residencia para compradores de inmuebles empieza a generar interés en Rusia.

España mira hacia el Este para atraer a los compradores rusos y dinamizar un paralizado mercado inmobiliario que cuenta aún con más de tres millones de viviendas vacías. Los esfuerzos por cortejar a los inversores de Rusia se van a ver reforzados este mes de septiembre con la ley que permitirá a los ciudadanos de este país y de otros estados de fuera de la Unión Europea solicitar un permiso de residencia si han invertido más de 500.000 euros en una vivienda en España. Este permiso no sólo será útil para suelo español, sino que permitirá a sus beneficiarios trasladarse libremente por territorio Schengen sin necesidad de visado y otras barreras burocráticas.

Después de que el gobierno español  le guiñara el ojo a los ciudadanos rusos hace un año, finalmente el pasado 6 de agosto apareció publicado en el Boletín de las Cortes Generales la aprobación del proyecto de ley №121/000052 de apoyo a los emprendedores que regula esta posibilidad y que entrará en vigor en las próximas fechas tras publicarlo el BOE.

Anna Karpenko, directora de la empresa Unis Properties en Marbella, admite que “existen muchas expectativas por parte de los compradores rusos y, de hecho, tengo casi una decena de clientes que están esperando la entrada en vigor de la ley”.

Para la secretaria general de la Asociación Provincial de Constructores de Málaga, Violeta Aragón, “esta ley supondrá un incentivo para los compradores porque sobre todo agilizará los procesos de obtención de residencia”.

Residencias para dos años

La nueva normativa dinamizará los trámites de concesión de permisos de residencia. El solicitante, libre de cualquier carga penal, deberá solicitar el visado en la oficina consular española en su ciudad mediante la acreditación de la inversión de medio millón de euros y a partir de ahí obtendrá  visado para un año. Los inversores extranjeros que deseen residir en España durante un período mayor que el anual, podrán ser provistos de una autorización de residencia para inversores que serán renovables cada dos años.

De este modo, no será necesario pedir la TIE (tarjeta de identidad de extranjero) y se realizarán los trámites ante un único organismo con plazos de respuesta mucho más rápidos, según se explica en el proyecto de ley.

Así las cosas, los compradores rusos fueron en 2012 los terceros en adquisición de inmuebles con un total de 4.442 operaciones; sólo por detrás de británicos (7.300) y franceses (4.444). De seguir esta tendencia confirmada por el Consejo General del Notariado,, probablemente se convertirán en los segundos compradores a finales de este año. Donde sí que son líderes indiscutibles es en la media de inversión: 318.300 euros para cada vivienda adquirida.

Anna Karpenko reconoce que este año se están vendiendo incluso viviendas más caras “con precios por encima de los dos millones de euros”. Si este fenómeno se experimenta en la Costa del Sol no ocurre igual en otras zonas como la Costa Blanca. Allí, los precios oscilan alrededor de los 300.000 euros en los municipios de Denia, Moraira y Altea, “pero comienzan a bajar a medida que te diriges al sur de la provincia de Alicante”, asegura Serguéi Klimenkov, director de la empresa inmobiliaria CostaDenia.

Más predispuestos a comprar

Los incrementos protagonizados por los inversores rusos son los más notables que se están registrando en España. En la Comunitat Valenciana, son los segundos más importantes con 4.895 transacciones desde el año 2010, y con un incremento notable de las adquisiciones el año pasado, ya que casi duplicaron las viviendas compradas en 2010, de 1.039 viviendas pasaron a 2.030, mientras que de enero a marzo de este año compraron 384 viviendas.

En la Costa del Sol ocurre otro tanto, pues allí son quienes se gastan más dinero en una vivienda y quienes más han crecido en el número de operaciones, duplicándose casi el año pasado respecto a 2011. Violeta Aragón afirma que sólo en el primer semestre de este año un tercio del total de viviendas vendidas han sido adquiridos por extranjeros, sin disponer aún datos de la nacionalidad de los adquirientes.

El dinamismo del mercado inmobiliario por parte de rusos podría ser parte de la explicación de que el pasado año se incrementara un 41,3% las solicitudes de visados desde Rusia, o lo que es lo mismo, fueron concedidos 1,2 millones de visados, casi la cuarta parte de los visados entregados en la UE para moverse en el espacio Schengen.

Con los datos oficiales, puede concluirse que aparte de que son quienes más se gastan (1.500 euros por persona), los rusos son los extranjeros que vienen a España con mayor voluntad de comprar una vivienda. Un 0,37% de rusos que visitaron España el año pasado acabaron por comprar una vivienda, porcentaje siete veces más alto que en el caso de los británicos o franceses.

Una educación para los hijos

El proceso de compra suele seguir un patrón similar. Los visitantes llegan a España con su familia en invierno y ven las diferentes propiedades disponibles para regresar posteriormente a su ciudad de procedencia, mayoritariamente Moscú y San Petersburgo, con la compra medio cerrada. Karpenko explica  que sus clientes rusos buscan dos objetivos.

“Por un lado, que la vivienda esté a menos de un kilómetro de distancia de la playa y con vistas al mar y, por otro lado, obtener el permiso de residencia que les facilite a sus hijos crecer en España”.

Violeta Aragón añade que el perfil del comprador ruso en la provincia de Málaga el de un empresario, casado y cabeza de familia de entre 35-45 años, con poder adquisitivo alto, con dos hijos y procedentes  de la capital rusa. Por el contrario, Serguéi Klimenkov matiza que los rusos de clase media suelen encontrar acomodo en el área de Torrevieja y vienen con los mismos objetivos que los anteriores, “pero con la diferencia de que cerca de Murcia hay viviendas más baratas”.

Antón Kaminski, 47 años, busca una villa en la localidad alicantina de Altea. Para él, “venir a vivir a España es una meta que me permitirá poder ofrecer a mis dos hijos una buena educación aquí o en cualquier país de la UE”. Kaminski es una pequeña gota en el océano de quienes llegan como turistas de Rusia y sueñan en convertirse en nuevos residentes. A partir de ahora lo tendrán más fácil.

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