Se levantan las restricciones a la venta de pescado español en Rusia

La medida tomada la pasada primavera por no cumplir con los requisitos fitosanitarios afectó a más de 200 empresas. Fuente: AFP / EastNews

La medida tomada la pasada primavera por no cumplir con los requisitos fitosanitarios afectó a más de 200 empresas. Fuente: AFP / EastNews

El pescado español que había desaparecido de las tiendas rusas podría volver a este país, aunque esta vuelta se verá condicionada por los cambios que ha sufrido el mercado ruso. El pasado 17 de abril se retiraron los permisos para vender en la Unión Audanera (Rusia, Bielorrusia y Kazajistán) y la medida afectó a más de 200 empresas de transformación, frigoríficos, conserveras y barcos españoles, la mayoría gallegos.

A pesar de que en la cocina rusa existen platos cuyo ingrediente principal es el pescado y de que la pesca es una de las aficiones favoritas de los rusos, en este país sigue habiendo poca cultura de consumo de pescado. La moda del sushi japonés y las campañas que estimulan un estilo de vida saludable han contribuido a su popularización, hasta el momento apenas se ha alcanzado un aumento del consumo de 19,7 a 22 kilogramos al año por persona (datos de 2009 a 2011).

El porcentaje de productos pesqueros españoles consumidos en total por los rusos no era demasiado importante antes de las limitaciones que la Agencia Rusa de Control Veterinario y Fitosanitario (Rosseljoznadzor) impuso a las empresas españolas en primavera de este año.

El gobierno español reaccionó de manera bastante eficaz a las reclamaciones anunciadas y envió a Rosseljoznadzor una lista actualizada de las empresas que cumplían las normas y los requisitos de la Unión Aduanera y Rusia. 

Según estadísticas de los servicios aduaneros rusos, la importación se reducía de año en año, llegando desde las más de 18.000 toneladas de 2011 hasta 6.000 toneladas durante el primer semestre de 2013.

"Rusia importa de España principalmente pescado congelado: caballa, alosa, merluza de cola, congrio, entre otras especies, así como harina de pescado, conservas y moluscos",  explica a Rusia Hoy Alexéi Alexéyenko, representante de Rosseljoznadzor.

En marzo de 2013 un equipo de especialistas de la Unión Aduanera, formada además de Rusia por Kazajistán y Bielorrusia, llevó a cabo una inspección de las empresas españolas de producción de alimentos de origen animal.

Los inspectores descubrieron que el servicio veterinario español no cumplía las formalidades fitosanitarias requeridas por  la Unión Aduanera ni de la Federación, por lo que le retiró su certificación.

A partir del 18 de abril de este año la mayoría de las empresas españolas que poseían certificados para exportar su producción a Rusia bajo las garantías de los servicios veterinarios españoles (208 de las 219 que existen en el país), perdieron sus licencias. Únicamente once empresas lograron continuar exportando a Rusia.

El gobierno español reaccionó de manera bastante eficaz a las reclamaciones anunciadas y envió a Rosseljoznadzor una lista actualizada de las empresas que cumplían las normas y los requisitos de la Unión Aduanera y Rusia.

En esta lista figuraban 55 empresas de elaboración de pescado y piscifactorías que anteriormente habían suministrado su producción a Rusia. Al mismo tiempo, los servicios veterinarios de España introdujeron limitaciones a la exportación de siete empresas y descartaron de la lista a otras tres.

"Teniendo en cuenta la responsabilidad con la que este órgano de España ha reaccionado para presentarnos sus garantías, Rosseljoznadzor está estudiando la posibilidad de retirar próximamente las limitaciones a una serie de piscifactorías, tras lo cual estas podrán reanudar su exportación de pescado congelado a Rusia", declaraba A. Alexéyenko.

De todos modos, la vuelta de estos productos a las tiendas rusas no será cosa fácil. Por un lado, en el mercado se ha creado una situación en la que los precios medios del mercado, justo en el que se vendía principalmente el pescado español, ha quedado bastante despejado.

A pesar de que los rusos pescan mucho, un 80% se destina a la exportación, comenta a Rusia Hoy el director general y copropietario de Sévernaya Kompania (el mayor importador de pescado en Rusia), Vitali Kórnev. De modo que el mercado ruso está dominado por el pescado chino y vietnamita, que pertenece al sector más barato "a pesar de que estos productores se permiten todas las violaciones imaginables de las normas".

 "No podemos cazar a los infractores, porque esto es responsabilidad de Rospotrebnadzor (Departamento Federal de Protección de los Consumidores), y a los delincuentes se les debe interceptar directamente en la frontera, que es competencia de otro departamento, Rosseljoznadzor. En Rusia existen unos 90 servicios que se encargan del control de la calidad y de la seguridad, pero no existe un departamento unificador de todos ellos.

Rosseljoznadzor se encarga de las fronteras y las instituciones federales (puertos y ferrocarriles), cada región cuenta con instituciones de inspección, y por otro lado existe Rospotrebnadzor. Además, la producción china, formada sobre todo por abadejo ruso, se vende a un precio más bajo que el mismo abadejo que se encuentra en el mercado ruso. Es decir, si un abadejo cuesta, por ejemplo 55 rublos, un filete de abadejo cuesta 51. Esto sucede porque la producción del filete no cumple los requisitos de calidad, es en su mayor parte agua: un 30-35% en su parte superior y un 10-15% en su interior", - comenta el experto.

Según Kórnev, el sector de los precios más bajos (pescado congelado de fabricación nacional) y el de la producción más cara, que procede del extranjero, están completamente llenos, pero el sector medio está vacío.

"Existe una gran demanda potencial en el segmento de los precios medios, que es precisamente el nicho del mercado del pescado español", señala Kórnev. 

Por otro lado, el mercado ruso de importación de pescado tiene sus particularidades. Menos de diez empresas se dedican a este negocio y recientemente el Servicio Federal Antimonopolio descubrió un holding formado por varias grandes empresas y terminó con él, según explica la analista de Investkafe, Daria Pichúguina. "Es muy complicado encontrar un socio sólido después de que el mercado haya estado copado durante años por unas pocas grandes compañías", señala Pichúguina.

Además, la analista opina que los fabricantes rusos pueden responder perfectamente a esta demanda y que en el futuro el porcentaje de producción nacional crecerá.

"Según las previsiones, en los próximos dos o tres años se reducirá en un 60% la importación de salmón, arenque, escombro y abadejo. El pescado español no es un producto especialmente buscado. Quizá la única excepción sea de algún tipo de marisco, ya que nosotros no tenemos forma física de obtenerlo", declara Pichúguina. 

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