Pocas probabilidades de que Obama visite Rusia antes de la cumbre del G20

Foto oficial de la Casa Blanca / Pete Souza

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Todo parece indicar que la visita de presidente de EE UU Barack Obama a Rusia que acordaron Moscú y Washington el pasado verano no tendrá lugar. Según datos de las fuentes del Departamento de Estado de EE UU, es poco probable que para entonces las partes hayan llegado a un acuerdo sobre reducción de armamento. Por ahora todo indica que Obama visitará Rusia en septiembre, en la cumbre del G20 de San Petersburgo.

Moscú querría que la visita de Barack Obama tuviera lugar en junio o julio, antes de la cumbre en septiembre del G20 en San Petersburgo.

Aunque, tal como declaró el investigador del Departamento de Washington del Instituto Internacional de Investigaciones Estratégicas, Samuel Charap, EE UU había puesto una condición: “Obama viajará a Rusia antes del G20 solo en caso de haber avanzado en el campo del control sobre el armamento”.  Según las declaraciones de experto, “la cuestión nuclear” es para Obama “una prioridad personal en las relaciones con Moscú.”

En el Departamento de Estado de EE UU declaran que es poco probable que haya tiempo para llegar a acuerdos concretos sobre la reducción del armamento antes de verano.

“A día de hoy una visita aislada de Obama a Moscú es muy poco probable”, comunicó una fuente del Departamento de Estado.  “Por ahora todo indica que Obama solo viajará en septiembre, para el G20”, confirma otra fuente diplomática americana.

Tal como han reconocido las fuentes de Kommersant, las negociaciones para la visita se han complicado por el reciente tono negativo que han tomado las relaciones entre ambos países, así como por la posición de rusa, que condiciona la reducción de armamento al progreso de las negociaciones sobre el escudo antimisiles en Europa. 

Tal como ha esclarecido el exvicepresidente del Centro de Investigaciones Políticas de Rusia, el teniente general Yevgueni Buzhinski: “Es importante demostrarle al presidente Obama, que en su momento proclamó una adhesión incondicional a la idea de 'global zero' que supone el rechazo mundial a las armas nucleares, que las negociaciones con Moscú avanzan”.

“EE UU está interesado en una futura reducción del potencial nuclear ruso, las ojivas estratégicas desplegadas o las armas nucleares tácticas, en las que Moscú conserva ventaja. Pero no es realista contar con que haya avances en estos temas sin alcanzar antes un compromiso respecto al principal escollo para Moscú: el problema del Escudo Antimisiles”, dice el experto.

Según la valoración del experto, tras firmar el acuerdo SNV-III, Moscú no está interesada en reducir aún más la cantidad de sus ojivas en un futuro inmediato. En la doctrina militar rusa el armamento nuclear táctico desempeña un papel bastante más importante que en la estrategia norteamericana.

“EE UU está rodeado de aliados: Canadá, México y dos océanos, de modo que  el armamento nuclear táctico tiene una importancia mínima a la hora de defender su territorio. Rusia, en cambio, está rodeada de países nucleares y de entrada, este armamento sigue siendo un medio efectivo de contención nuclear”, ha concretado  Buzhinski.

Según sus declaraciones, “no está claro si las partes serán capaces de asumir un compromiso en relación al Escudo Antimisiles, lo que requerirá una enorme voluntad política a los dos presidentes”.

El experto cree que “existen opciones para llegar a un compromiso. Una de ellas puede ser una declaración política al estilo de la declaración de Roma entre Rusia y la OTAN del año 2002, que no debería ser ratificada en el Congreso de EE UU, al no ser un documento jurídicamente vinculante. En esta declaración debería confirmarse que el Escudo Antimisiles europeo no está dirigido hacia Rusia. Además, Obama debería tratar también una de las principales preocupaciones de Rusia: la colocación de medios de suministro y detección en el territorio de Polonia y en las aguas del Mar Báltico”.

El hecho de que la administración de Obama haga demasiadas concesiones al Kremlin con la esperanza de invertir la actual tendencia de las relaciones bilaterales está causando preocupación en el Congreso estadounidense.

Así se deprende de la carta de un miembro del comité de la Cámara de Representantes de Armamento, el republicano Mike Rogers, al vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, con fecha del 30 de enero, de la que ForeignPolicy publicó una copia.

El congresista escribió la carta justo antes de la reunión del vicepresidente Biden con el  ministro de Asuntos Exteriores ruso Seguéi Lavrov, el pasado 2 de febrero.

Mike Rogers pide a Biden que aclare de qué se habló en estas conversaciones y qué contiene el mensaje de Barack Obama dirigido a Vladímir Putin, que llevará a Moscú el asesor de la Casa Blanca en materia de seguridad nacional, Tom Donilon. En Moscú esperaban al emisario del presidente de los EE UU a finales de enero, pero su llegada se aplazó hasta febrero. 

“Por lo que recuerdo, Donilon prevé entregar al presidente Putin una carta personal de Obama en la que se formulan los planes del presidente de los EE UU para una futura reducción de armamento norteamericano y, posiblemente, acuerdos sobre el Escudo Antimisiles dirigidos a sentar a Rusia en la mesa de negociaciones”, escribe Mike Rogers.

También otros congresistas temen que Barack Obama llegue a un acuerdo con Vladímir Putin sobre una operación que no requiera el visto bueno del Congreso, lo que llevaría a una reducción unilateral del arsenal nuclear.

De modo que la postura del Congreso puede convertirse en un obstáculo adicional para la visita a Rusia de Barack Obama.

Artículo publicado originalmente en ruso en Kommersant. 

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