Los gastos presupuestarios se reducen en un 30%.
Alexey Filippov/RIA NovostiEl gobierno ruso ha decidido recortar los gastos en defensa en 1 billón de rublos (15.890 millones de dólares), es decir, en un 30 %, según el proyecto de presupuesto federal que el gobierno introdujo a finales de octubre en la Duma Estatal, según informa el diario Kommersant.
En total, en la partida de “defensa nacional” para 2017 hay asignados 2,84 billones de rublos (45.150 millones de dólares), un 3,3 % del PIB. “En condiciones de una reducción de los ingresos, a pesar de los compromisos existentes con los beneficiarios del presupuesto, lo importante es mantener, aunque sea de forma reducida, el funcionamiento de la economía y del Estado en todos sus ámbitos principales”, explica el analista de Finam Alexéi Kalachov.
Según el experto, debido a la caída de los precios del petróleo sería extraño seguir incrementando los gastos en materia militar al tiempo que se reduce la financiación en el ámbito social. Por esta razón, el porcentaje de los gastos militares irá disminuyendo progresivamente. De esta forma, en 2018 ascenderán al 3 % del PIB y en 2019 al 2,8 %.
El gobierno se ha visto obligado a tomar esta decisión en gran medida debido al ejemplo de los últimos años de la Unión Soviética: en el contexto de la caída de los precios del petróleo, el gobierno soviético siguió ampliando los gastos en defensa, lo cual se convirtió en una de las causas de la profunda crisis económica que acabaría provocando la caída del país.
“La importante lección de planificación presupuestaria que podemos aprender de la última época de la URSS es el peligro de unos gastos militares hipertrofiados”, comenta el consejero de macroeconomía del director general de Open Broker, Serguéi Jestánov. Por eso el gobierno ha decidido recortar los gastos militares directamente en un tercio, a pesar de que este recorte sea especialmente perjudicial para las empresas del complejo industrial militar.
Es cierto que los recortes presupuestarios no solo afectan a la defensa nacional. Todos los ámbitos económicos se verán afectados, aunque el militar recibe el mayor golpe de todos.
“La única excepción será el aumento drástico en 2017 en política social, lo cual se debe a la inminencia de las elecciones presidenciales: en campaña electoral el aceite es más importante que los cañones”, comenta Alexéi Kalachov. Por lo demás, a partir de 2017 comenzará un crecimiento planificado de los gastos para mejorar la situación de la deuda estatal. La razón de ello es que para ese momento el Fondo de Reserva, el depósito de superávit obtenido de los ingresos del petróleo, se habrá agotado por completo cubriendo el déficit del presupuesto y a partir de entonces el principal recurso para cubrir el déficit será el aumento de los préstamos.
El volumen del déficit del presupuesto depende en primer lugar de los precios del petróleo: en 2016 el gobierno planea mantenerlo al nivel del 3 % del PIB. “En estos momentos en el proyecto del presupuesto para el año que viene se indican unas cifras relativamente conservadoras sobre los precios del petróleo, lo cual provocará la necesidad de reducir los gastos de forma considerable”, comenta el analista de TeleTrade Mijaíl Poddubski. Además, según el experto, en el futuro los recortes serán todavía más drásticos.
En un contexto de falta de fondos estatales, el gobierno ya ha rechazado el inicio de nuevos grandes proyectos, llegando a detener la financiación de la reconstrucción de las principales infraestructuras ferroviarias del país que comunican Europa con el Extremo Oriente: el Transiberiano y el ferrocarril Baikal-Amur. En total, los gastos nominales del presupuesto se reducirán desde el 19,8 % del PIB en 2016 hasta un 16,2 % del PIB en 2019. Según el plan a largo plazo, para el año 2034 el Ministerio de Finanzas planea reducir los gastos presupuestarios hasta un 13,1 % del PIB.
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