Tribunal de EE UU persigue a operadores móviles rusos

Según el organismo norteamericano, estas empresas estaban relacionadas con dos de las mayores compañías de telecomunicaciones rusas, MTS y Vimpelcom. 

La acusación considera que, entre 2004 y 2011, estas estructuras pagaron más de 500 millones de dólares a organizaciones pertenecientes a “una pariente cercana al presidente de Uzbekistán, Islam Karímov”. La agencia rusa de noticias RBC-Daily informa de que se refiere a la hija del presidente uzbeko, Gulnara Karímova.

Según la instrucción, en 2004, la empresa rusa MTS pagó a la norteamericana Swisdorn 100 millones de dólares por el 33 % de las acciones del operador uzbeko Uzdunrobit, donde Gulnara Karímova ocupa el cargo de presidencia de la junta de accionistas.

Al mismo tiempo, otro de los propietarios del operador, recibió solo 21 millones de dólares a cambio del 41 % de las acciones. La instrucción considera que esta diferencia de precio entre los dos paquetes de acciones constituye un soborno. En total, entre 2004 y 2009, MTS pagó a las empresas Swisdorn y Takilant 380 millones de dólares.

Por otra parte, el fiscal ha observado una situación análoga con la compañía Vimpelcom. En 2005, esta empresa adquirió por 60 millones de dólares el pequeño operador móvil uzbeko Buztel. De este importe, 19 millones se pagaron a la empresa Takilant en concepto de 'servicios de consultoría'. En 2011, el operador ruso pagó otros 30 millones de dólares a Takilant por un acuerdo de consultoría, tras lo cual la filial uzbeka Unitel obtuvo la licencia de servicios LTE. Según los datos del organismo, desde 2006 a 2011, Vimpelcom pagó a Takilant 133,5 millones de dólares.

De acuerdo con el director del departamento de derecho internacional de IPT Group, Alexéi Mozzhujov, las acusaciones contra Vimpelcom y MTS se basan en la ley estadounidense para la lucha contra la corrupción en la actividad económica exterior (Foreign Corrupt Practices Act, por sus siglas en inglés).

“La Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero fue elaborada y se utiliza como acta legislativa extraterritorial”, afirma. Según sus palabras, en 2014 se realizó una investigación similar a las empresas Alstome, Barclays Plc, Deutsche Bank, Novartis y otras.

“Las acciones de MTS y VimpelCom cotizan en las bolsas norteamericanas; precisamente por eso la Comisión de Valores y Bolsa de EE UU controla la presencia de MTS y VimpelCom en Uzbekistán”, afirma la analista jefe del fondo de inversión UFS, Anna Milostnova. 

Hace mucho que los recibos de depósito norteamericanos de MTS se comercializan en la bolsa de Nueva York, mientras que las acciones de VimpelCom ltd cotizan en la NASDAQ. 

Posibles consecuencias

El escándalo de corrupción en el sector de las telecomunicaciones de Uzbekistán comenzó en 2012, después de la publicación de una serie de reportajes en los medios de comunicación europeos.

Según escribió el Financial Times, la compañía sueca TeliaSonera transfirió un total de 320 millones de dólares a Takilant. Los autores del reportaje vincularon estos pagos con la posterior obtención de licencias de servicio 3G en Uzbekistán.

Según Anna Milostnova, las empresas rusas podrían ser penalizadas con multas como consecuencia de esta acusación de corrupción. Según afirma, MTS ya soportó grandes pérdidas en 2012, cuando tuvo que declarar la quiebra de su filial uzbeka, saldar una deuda de más de 1.000 millones de dólares y salir de la región. “La investigación contra las empresas rusas terminará inevitablemente en los tribunales estadounidenses. Se puede prever que todo esto acabará en un trato legal y el pago de multas millonarias que engordarán los presupuestos de EE UU”, declara Alexéi Mozzhujov.

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