Arranca el Foro Económico Internacional de San Petersburgo

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En la presente edición, la visita del primer ministro griego Alexéi Tsipras y la reunión que mantendrá con Putin han causado mucha expectación. El lema de este año reza: “Es tiempo de actuar: con esfuerzos conjuntos rumbo al crecimiento y la estabilidad”.

El año pasado, debido a las tensiones en torno al conflicto ucraniano, los directivos de las corporaciones norteamericanas y europeas más importantes, como los altos cargos de Boeing, Goldman Sachs, Siemens y ConocoPhillips, entre otros, se negaron a asistir. Fueron un total de 16 personas que están consideradas como la élite mundial de los negocios. Pero a pesar del llamamiento al boicot, en 2014 el Foro recibió 7.500 visitantes, y se firmaron 175 acuerdos por un total de 401.400 millones de rublos.

La programación del Foro de San Petersburgo varía año tras año. A finales de noviembre sus líneas generales suelen estar definidas, aunque hay detalles que se ultiman más tarde.

Con todo, las principales vías que componen el proyecto de la programación son prácticamente las mismas año tras año. En primer lugar, la economía global, los retos que afronta actualmente y los que podría tener que afrontar en el futuro.

En segundo lugar, los aspectos actuales de la economía rusa, que se abordan con un enfoque diferente al que se adopta en otros eventos. Los foros de Krasnoyarsk y Sochi suelen centrarse en la economía rusa desde el exterior. En tercer lugar, una vía que ya viene siendo habitual: las nuevas tecnologías y su capacidad para cambiar el mundo.

Para emprender esta vía los organizadores tomaron como referencia a los líderes del sector: IBM, Microsoft, Cisco, Google, empresas rusas como IBS e 1C, las principales empresas del sector del automóvil, los gigantes industriales y los líderes del comercio online. Además, en 2015 se decidió abrir una cuarta vía: el uso del capital humano.

El 8 de junio cerca de mil empresas, 440 de ellas extranjeras, ya había confirmado su participación. Este número es mayor que el que se registró durante el Foro de 2014. Se presentaron directamente 180 altos cargos de empresas extranjeras, aunque el año anterior solo habían sido 150.

Los miembros de las listas de Forbes y Fortune conforman una categoría aparte. Su nivel de participación sigue siendo el mismo. Entre los participantes hay representantes de los sectores económicos de Europa y Norteamérica, pero también de la región Asia Pacífico y empresas árabes. China, Indonesia, Malasia, Japón y otros países de la región Asia Pacífico cada vez muestran mayor interés en el Foro.

En 2014 el número de participantes asiáticos se dobló, y en 2015 esta tendencia se mantendrá. Los organizadores del evento explican que este tipo de foros tienen un único objetivo: la capacidad de atraer el interés de los participantes, dado que el foro en sí es un evento que siempre se organiza en torno a ellos. Es importante la valoración que los expertos hacen de los diferentes formatos de debate, si han sido capaces de argumentar su punto de vista y escucharse unos a otros.

Historia del Foro

En 1997 se celebró el primer Foro en San Petersburgo. Entonces tuvo un carácter más local, aunque en la primera edición ya participaron un total de 1.500 personas de 50 países diferentes.

Solo un año después, para celebrar el Foro se creó el Fondo Internacional “Foro Económico de San Petersburgo”, encabezado por German Gref, que después se convertiría en ministro de Desarrollo Económico y actualmente es el presidente Sberbank, el banco más importante de Rusia.

En 2005 el presidente ruso Vladímir Putin asistió por primera vez al Foro, lo que otorgó al evento el estatus de presidencial. Esta norma se mantuvo también durante el mandato presidencial de Dmitri Medvédev, que intervino en el Foro entre los años 2008 y 2012.

A lo largo de su historia, en el foro se han oído multitud de declaraciones insólitas, algunas de ellas estridentes. Por ejemplo, en junio de 2008 el primer vicepresidente del Gobierno ruso, Ígor Shuválov, declaró que el principal problema de los rusos es que llevan un estilo de vida poco saludable.

Según él, durante los últimos 300 años, la política rusa y la élite intelectual se han obsesionado con alcanzar y adelantar a Occidente. Como resultado, se ha obtenido “una imitación poco lograda de las formas de la economía nacional y el estilo de vida extranjero, que sin duda han abocado el país al subdesarrollo”. Después de este discurso, durante el Consejo de Gobierno, Ígor Shuválov se ganó una reprimenda por parte de Vladímir Putin.

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Foto: TASS / Vladímir Smirnov

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