El Banco Central de Rusia abandona el rublo a la deriva

La moneda cae respecto al dólar y el euro. Fuente: Reuters

La moneda cae respecto al dólar y el euro. Fuente: Reuters

El Banco Central de Rusia ha implementado el tipo de cambio flotante de la divisa nacional. Este rechazo de facto del Banco de Rusia a apoyar de manera regular al rublo ha provocado una drástica caída de la divisa. Sin embargo, en opinión de los expertos, en el futuro esta decisión ayudará al sistema financiero ruso a volverse más estable y el rublo se convertirá en una divisa libremente convertible.

El Banco Central de Rusia ha implementado el tipo de cambio flotante del rublo. Según esta nueva estrategia,  el banco no llevará a cabo intervenciones de divisas a gran escala, como la venta de dólares en el mercado ruso.

El volumen máximo de venta por parte del Banco Central será de 350 millones de dólares al día, lo cual, según los analistas, no puede influir en los tipos de cambio.

El rublo, estableció el viernes un nuevo récord histórico al llegar a cotizar a 58,095 rublos el euro en la bolsa moscovita, con lo que se ha depreciado ya en un tercio desde principios de año. La víspera el Banco Central anunció que limitará su intervención en el mercado interno de divisas a 350 millones dólares diarios. Aunque deja abierta la posibilidad de una intervención mayor si se percibe una amenaza contra la estabilidad del tipo de cambio. Los ciudadanos de a pie notan ya las consecuencias de estas medidas.

Anteriormente, este organismo regulador llevaba a cabo intervenciones para estabilizar el tipo de cambio del rublo. Por ejemplo, en octubre de 2014 el Banco Central perdió unos 29.300 millones de dólares para apoyar al rublo y durante nueve días desde finales de octubre vendió más de 2.000 millones de dólares al día.

Según explica el servicio de prensa del Banco Central, este rechazo a las intervenciones de divisas de volumen ilimitado obstaculizará los “juegos” especulativos contra el rublo.

No obstante, esta decisión ha provocado un drástico cambio en el rublo: el 8 de noviembre el rublo cayó en casi un 10% frente al dólar para más tarde subir y recuperarse casi del todo.

“La decisión del Banco Central forma parte de la estrategia de paso hacia una previsión de inflación, que prevé, entre otras cosas, el tipo de cambio flotante de la divisa nacional”, explica el analista de la compañía de inversión Russ-Invest Dmitri Bedenkov. “Las restricciones diarias establecidas a la intervención en los límites de los corredores de divisas están dirigidos a reducir la presión sobre las reservas internacionales”, añade.

El Banco Central ha explicado que la consecuente reducción del tipo de cambio del rublo se debe a dos factores básicos: la reducción de los precios del petróleo y el acceso limitado a los mercados externos de capital.

Según el Banco Central, el proceso de adaptación del mercado de divisas al nuevo mecanismo político llevará todavía algún tiempo, durante el cual podrían observarse movimientos del tipo de cambio en distintas direcciones. Es más, debido al crecimiento de la economía estadounidense, el dólar se está fortaleciendo a ritmos sin precedentes respecto al resto de divisas. En particular, la libra inglesa se ha reducido hasta su mínimo anual, el euro hasta su valor mínimo durante los últimos dos años, y el yen japonés hasta su valor más bajo de los últimos siete años.

Posibles consecuencias

“Los primeros resultados [de la nueva estrategia] son simples: el rublo restablecerá sus mínimos, ya que las intervenciones del Banco Central durante las últimas semanas han contenido considerablemente los impulsos de los vendedores”, comenta Antón Soroko, analista del holding de inversión Finam.

Sin embargo, de este modo, según el especialista, el rublo avanzará gradualmente hacia la libre convertibilidad de la divisa, lo cual implica más posibilidades de cambiarla por cualquier otra, evitando el intercambio de monedas de reserva. “Por ejemplo, en estos momentos, para poder cambiar rublos por francos suizos o pesos mexicanos, primero la divisa rusa debe cambiar según el tipo de cambio del Banco Central a dólares estadounidenses y sólo entonces los dólares se cambian por pesos”, explica Soroko. Según este, la transacción supone un paso de más que incrementa los costes y la dependencia de la moneda de reserva.

Para Antón Soroko, la implementación del tipo de cambio flotante del rublo es algo positivo para la economía a largo plazo, aunque las expectativas a corto plazo no son tan optimistas.

“En primer lugar, la libre conversión implica que el Banco Central deja de influir en la formación de precios de la divisa rusa, algo que llevará finalmente al aumento de la volatilidad”, comenta. Según el experto, será mucho más difícil prever los riesgos de divisas a corto plazo, lo cual influirá de manera negativa en las compañías que colaboran activamente con socios extranjeros.

Para el ciudadano de a pie, esto implicará riesgos de caída del rublo, lo cual se verá reflejado negativamente en la capacidad adquisitiva de la población, ya que parte de los artículos se compran en divisas, opina Antón Soroko. No obstante, el Banco Central ha declarado que en caso de una caída del rublo drástica y continuada, el organismo podría regresar al sistema de venta de dólares en el mercado.

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