¿Cómo afecta a Rusia la millonaria demanda de los expropietarios de Yukos?

Según la Corte Permanente de Arbitraje la indemnización asciende a 50.000 millones de dólares. Fuente: AP

Según la Corte Permanente de Arbitraje la indemnización asciende a 50.000 millones de dólares. Fuente: AP

Los antiguos accionistas de la que fue la mayor compañía petrolera de Rusia, Yukos, han ganado el proceso contra Rusia en la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya, en el que reclamaban 50.000 millones de dólares como indemnización. Si Rusia no consigue demostrar su inocencia en la apelación, a petición de los demandantes podrá requisarse cualquier propiedad del país en el extranjero que no se utilice con fines representativos.

Según la sentencia del Tribunal de Arbitraje de La Haya publicada el 28 de julio de 2014, Rusia, como parte perdedora, deberá pagar a los antiguos accionistas de la compañía Yukos cerca de 50.000 millones de dólares. Este es el importe estimado para el 70% de la compañía que pertenecía a los demandantes más los intereses no percibidos relacionados con los descuentos por riesgo. Se trata de una indemnización por bancarrota y por la venta de los activos de la compañía petrolera en 2004.

Según la corte de arbitraje, Rusia violó el Tratado de la Carta de Energía y en 2004 expropió de facto la compañía petrolera a sus propietarios legales.

En particular, el activo principal de Yukos, la compañía extractora de petróleo Yuganskneftegaz pasó a estar controlada por la compañía estatal Rosneft.

La Corte Permanente de Arbitraje, organismo internacional especializado desde 1899 para resolver diferencias comerciales entre Estados y particulares. La sentencia del caso Yukos es la mayor contra un Estado.

El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, ha declarado que Rusia recurrirá la sentencia en los tribunales de Holanda y más tarde el ministro de Finanzas de Rusia ha corroborado estas declaraciones. Según estos departamentos del gobierno, Rusia no ratificó el Tratado de la Carta de Energía, sino que se limitó a firmar un acuerdo de adhesión, lo cual implica que el tribunal de arbitraje de La Haya no tiene jurisdicción para examinar el proceso sobre Yukos.

En cualquier caso, según el analista del consorcio de inversión Finam, Antón Soroko, “se trata de una señal de alarma para los inversores, a los que están forzando a salir del país por las buenas o por las malas”.

Es más, las mayores compañías petroleras estatales rusas también podrían verse afectadas: Rosneft y Gazprom fueron calificadas por el tribunal de La Haya como beneficiarias de la bancarrota de Yukos.

“Gazprom y Rosneft fueron llamadas a declarar en el proceso en calidad de codemandadas, por lo que la sentencia que impone la indemnización de 50.020 millones de dólares se extiende también a ellas”, comenta Dmitri Gorbatenko, abogado del bufete Pleshakov, Ushkálov y socios. Según Gorbatenko, esto implica que existe la posibilidad de exigir el pago de la indemnización a Gazprom y Rosneft, y en el peor de los casos se podría embargar propiedades de estas compañías en el extranjero.

“Sin duda, la sentencia tiene un alto componente político. Para las compañías rusas, la sentencia del tribunal es una expresión más de la actividad dirigida contra las empresas rusas”, declara el analista principal de UFS IC Alexéi Kozlov.

Mijaíl Jodorkovski adquirió Yukos en 1995. En octubre de 2003 fue detenido por fraude y evasión fiscal. Pasó diez años en prisión, antes de ser indultado en diciembre pasado. En 2006, un tribunal de Moscú declaró insolvente el grupo y procedió a su liquidación. Rosneft se conviertió en la mayor empresa rusa del sector en 2007.

Activos amenazados

Tras la emisión de la sentencia, Rusia tiene diez días para recurrirla, comenta Vladislav Tsepkov, socio del bufete de abogados Yurlov y socios. Según este, Rusia debe pagar su deuda antes del 15 de enero de 2015 para evitar que comiencen a acumularse los intereses.

En la historia reciente de Rusia ya se han dado casos de embargo de activos del país en el marco de demandas en los tribunales internacionales. El caso más conocido tuvo lugar en 1993, cuando el tribunal de Luxemburgo concedió a la empresa suiza Noga una demanda contra Rusia.

El importe de la demanda ascendía a 300 millones de dólares y la compañía embargó durante años varios aviones militares rusos, exposiciones de arte, cuentas de compañías estatales, etc. Sin embargo, en 2009 la Corte Federal de Apelaciones de Estados Unidos rechazó finalmente las reclamaciones de Noga contra Rusia.

Por otra parte, el empresario alemán Franz Sedelmayer ganó en 1998 una demanda contra Rusia en el Tribunal de Arbitraje de Estocolmo de cerca de 2 millones de euros. En 2010 el tribunal de Estocolmo requisó debido al impago de la deuda el edificio de la representación comercial rusa en Suecia, y en febrero de 2014 lo vendió en una subasta y entregó el dinero cobrado al empresario.

Según los pronósticos de los expertos, si Rusia no logra demostrar en la instancia de apelación ningún error en la sentencia sobre el caso de Yukos, los demandantes también buscarán activos rusos en el extranjero para venderlos.

Según Dmitri Gorbatenko, se podrá requisar “absolutamente cualquier activo de la Federación Rusa que no se beneficie de la inmunidad del Estado”. Según señala Vitali Tsvetkov, director del servicio de información y análisis de Gradient Alpha, la única propiedad en el extranjero que no puede requisarse es aquella que se utilice para necesidades estatales, como las embajadas, los consulados, oficinas diplomáticas, ya que es propiedad protegida, y Rusia no tiene en el extranjero propiedad comercial por valor de 50.000 millones de dólares.

“Se podría requisar los activos extranjeros de las compañías estatales, pero la práctica de aplicación legal para el embargo de estas propiedades no está formulada, por lo que los procesos judiciales sobre estos activos serán largos y complejos”, comenta el experto.

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