La inversión en automóviles vintage rusos dispara los beneficios

Las ganancias a diez años alcanzan el 400%. Los más cotizados son los modelos de los antiguos mandatarios soviéticos. Fuente: Ruslán Sujushin

Las ganancias a diez años alcanzan el 400%. Los más cotizados son los modelos de los antiguos mandatarios soviéticos. Fuente: Ruslán Sujushin

La inversión en automóviles vintage puede aportar hasta un 400% de beneficio en un plazo de diez años, mucho más que un depósito bancario. Desde este punto de vista, los automóviles clásicos rusos resultan bastante interesantes para los inversores: en muchas fábricas se siguen produciendo sus piezas, por lo que la restauración resulta más barata. Para conseguir un automóvil único muchas veces basta con cambiárselo a un coleccionista por un modelo occidental que le interese: esta práctica se conserva desde los tiempos de la URSS.

Según la agencia Knight Frank, la inversión en automóviles vintage ha aportado a los coleccionistas unos ingresos del 430% en diez años, mucho más que cualquier otra inversión en artículos de lujo. Por ejemplo, un inversor que invirtió 1 millón de dólares en 2004, recibió en 2014 unos beneficios netos de 4,3 millones.

Según datos del banco Coutts (parte del Royal Bank of Scotland), desde 2005 ha habido un crecimiento del 257% para este tipo de negocios. En comparación con los automóviles, la inversión en relojes de lujo aporta un beneficio del 176% en el mismo periodo de tiempo.

Los coleccionistas extranjeros pueden encontrar interesantes los automóviles fabricados durante la época de la URSS, como los clásicos GAZ 13 Chaika, GAZ 21 Volga o GAZ 20 Pobeda.

Recuerdos de los clásicos coches soviéticos

Sin embargo, unos automóviles realmente dignos de coleccionar son los vehículos utilizados como transporte de los miembros del gobierno soviético: los modelos ZIL,  ZIS y ZIM. A los inversores les interesarán en primer lugar los automóviles de las fábricas Lijachov y Stalin.

Según Stanislav Soloviob, presidente del Rally Club de automóviles clásicos, el coste de un automóvil vintage depende de su estado, del año de fabricación y de la exclusividad del modelo. El precio puede variar desde los pocos cientos de rublos hasta los 10 millones. Algunos coleccionistas compran varias unidades a la vez y en la actualidad se pueden comprar automóviles soviéticos en subastas.

Además de los automóviles soviéticos, los coleccionistas rusos están muy interesados en los modelos occidentales. Suelen comprar marcas extranjeras por internet, aunque en la época de la URSS únicamente se podía conseguir un automóvil vintage extranjero cambiándolo por un modelo soviético.

“Mi primer automóvil vintage fue un BMW 319 a principios de los 70”, comenta Solobiov. Según este, a cambio del BMW tuvo que entregar el sueño de cualquier representante de la clase media: un VAZ-2103 soviético, creado a partir del modelo italiano Fiat 124.

Sin embargo, después de restaurar el BMW logró cambiarlo por un Volga nuevo (GAZ 24), el principal automóvil de gama alta fabricado en serie de la URSS.

La compra es sólo el principio

“Hoy en día, si un automóvil tiene más de 50 años está exento de impuestos, pero si es más reciente existen diversos factores que influirán en su coste, dependiendo de la edad, la personalización y el tamaño del motor habrá que pagar un impuesto aduanero que puede alcanzar los 800.000 rublos (unos 22.000 dólares)”, comenta María Boiko, experta en automóviles. Por esta razón, los coleccionistas suelen dedicarse a la restauración de automóviles en Rusia.

Viaje en el tiempo a bordo de automóviles soviéticos

En este país cada coleccionista posee, o bien un taller propio, o bien uno de confianza, y puede encargar las piezas que necesita en la fábrica. La restauración de un automóvil vintage dura alrededor de un año y cuesta a partir de 150.000 rublos (menos de 5000 dólares), aunque el coste medio asciende a cerca de 1 millón y medio de rublos (42.000 dólares): este es el precio de la restauración completa de un GAZ 21 en la compañía Antikvárnye avtomobili. Sin embargo, la restauración de un automóvil único puede costar diez veces más, dependiendo de si existen piezas de repuesto en las fábricas: generalmente se pueden encargar en tiradas limitadas.

A pesar del alto rendimiento nominal, los coleccionistas rara vez compran automóviles para revenderlos. Muchos gastan varias decenas de millones de rublos en la compra de un coche para después almacenarlo en el garaje y participar una vez al año en exposiciones temáticas o carreras de coches.

Generalmente, quienes venden los automóviles son los herederos que no quieren seguir con el negocio de sus padres y gastar dinero en el mantenimiento de un coche. Esto no significa que los propietarios de coches clásicos no estén dispuestos a desprenderse de algún modelo de su colección.

Sin embargo, como ocurría en la época soviética, para ello habrá que ofrecerles un modelo igual de interesante a cambio. Además, se puede sacar rendimiento a los coches antiguos alquilándolos para bodas o sesiones de fotos. En Moscú se puede alquilar un coche clásico en agencias especializadas por unos 3.000 rublos (alrededor de 100 dólares) la hora: a menudo se trata de un Fiat Balilla 508 o de un Chrysler de Soto. El modelo de culto Packard seguramente costará cuatro veces más.

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