Baltika, la cerveza rusa quiere abrirse paso en el mundo hispanohablante

La Princesa danesa Mary, visita la Fábrica de cerveza Baltika acompañado por Isaac Sheps, el presidente de Fábricas de cerveza Baltika, en SanPetersburgo, Rusia, martes 9 de octubre del 2012 Fuente: AP

La Princesa danesa Mary, visita la Fábrica de cerveza Baltika acompañado por Isaac Sheps, el presidente de Fábricas de cerveza Baltika, en SanPetersburgo, Rusia, martes 9 de octubre del 2012 Fuente: AP

Una de las marcas de cerveza que está trabajando muy duro para abrirse un hueco tanto en el mercado español como en el mercado de América Latina es ni más ni menos que Baltika, la cerveza nacional de Rusia.

Baltika, con sus nueve clases de cerveza, a base de trabajar con pequeñas distribuidoras y de colocarse en los lugares privilegiados de las tiendas de alimentos rusos, tiene una presencia cada vez más visible en los países de habla hispana.

En prácticamente cada ciudad de España - pero también en muchas de Latinoamérica - existe, en torno a la menor o mayor comunidad de ciudadanos rusos y de países de la antigua Unión Soviética, una red de establecimientos de alimentos y bebidas rusos. Esos lugares se han convertido en el canal de distribución para una cerveza que, para muchos, continúa siendo desconocida.

En lugares como Alicante, la Ciudad de México o Montevideo, espectaculares anuncios de cerveza fría llaman la atención de aquellos consumidores que tratan de encontrar algo distinto. Por ejemplo, en España, un país con una larga tradición como consumidora de cerveza.

Según un informe de la Asociación de Cerveceros de España y del Ministerio de Medio Ambiente, los españoles consumen un promedio de 48 litros anuales. Y aunque esa cantidad está por debajo de lo que se bebe en Austria o Alemania, es significativo como para haber llamado la atención de la principal marca rusa.

Un verdadero gigante 

Baltika es un verdadero gigante. Fundada en el año 1990 en la actual San Petersburgo, hoy en día es propiedad desde el pasado mes de noviembre del grupo danés Carlsberg y domina más del 40% del mercado ruso.  Además, desde hace ya varios años, ha llevado a cabo una agresiva estrategia de expansión y exporta a más de 60 países, incluyendo varios de habla hispana.

Según el cervecero español Carlos Carrión, que hoy en día forma parte de Tyris, una microcervecera valenciana con más de un premio y con una muy interesante oferta de valor: “Baltika es una candidata de peso para competir en el mercado cervecero español. Sus características la convierten en idónea para este país. Su cuerpo medio, amargor moderado y graduación alcohólica hacen de ésta una cerveza refrescante ideal que encaja casi perfectamente con lo que el público español espera de una cerveza”.

Para Carrión, egresado de una de las escuelas de maestros cerveceros más importantes del mundo, el Instituto Cervecero de Investigación y Enseñanza (VLB, por sus siglas en alemán), Baltika ofrece cervezas con “una redondez en sabor, textura y aroma muy bien trabajada”.

Hoy en día, bajo el mandato de Carlsberg, Baltika es la segunda empresa cervecera de Europa tan sólo después de Heineken. Y su misión, según explica en su página web, es la de “llevar la marca a las principales posiciones de liderazgo en el mundo”.

Fabricada en 10 ciudades de Rusia (entre las que se encuentran Voronezh, Tula, Samara o Krasnoyarsk), la empresa fabrica hasta 52 millones de litros al mes. Pocos de los cuáles, a pesar de todo, llegan hasta los vasos de los consumidores hispanoparlantes.

Crece en América Latina 

Según datos oficiales de la compañía, Baltika crece también su presencia en América Latina. Comercializa en países como Costa Rica, Guatemala, Honduras y el Salvador. En Colombia, está considerado un producto de alta gama. En el año 2010 comenzó sus exportaciones a México y Brasil. E igualmente, tiene presencia Panamá, Perú, Uruguay, Haití y el antiguo socio comunista, Cuba.

En el año 2011 se vendieron en la zona en torno a un millón y medio de litros de la marca. Casi lo mismo que en China, que es también consumidor de cerveza rusa. Fruto de la larga tradición entre Rusia y los países comunistas del sudeste asiático, Baltika es todavía hoy en día la única marca de cerveza extranjera que se bebe en Vietnam.

Y además se vende en naciones como Japón y Mongolia y fuera de Rusia se fabrica bajo licencia en países tan dispares como Ucrania, Reino Unido y Australia.

Las clases de cerveza que ofrece Baltika están numeradas del 0 al 9, y van desde una tradicional cerveza pilsner (la Nº3) a una receta de cerveza oscura (la Nº 4) o incluso a una sabrosa cerveza de trigo, la ocho. Un hito para la empresa fue el lanzamiento, en 2010, de varios productos sin alcohol (la Baltika Nº 0) basados en la malta y con sabores a jengibre, limón o manzana.

En España, la más popular es la Baltika nº 3. Según explica Carrión a Rusia Hoy, “Báltika Nº 3 es una cerveza lager ejemplo del más característico estilo europeo, fabricada con malta de cebada y lúpulos nobles se caracteriza por su cuerpo medio, color pálido, baja carbonatación... Una cerveza refrescante y de gran calidad que a buen seguro calmará la sed de más de uno”.

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