Inversores de las regiones rusas visitan la costa española

Mijaíl Titov. Fuente: María Serrano

Mijaíl Titov. Fuente: María Serrano

En la cuarta edición del Russian Meeting Point Benalmádena se presentan nuevos perfiles del turista ruso. La diferencia no está en los nuevos gustos, sino en su novedosa procedencia. La liga de APIS rusos, enmarcadas en la 'Guild of Realtors', ha ampliado su representación en la Costa del Sol. Las grandes urbes tradicionales como Moscú y San Petersburgo no son ya la única referencia turística. Samara o Sochi se incluyen como nuevos mercados regionales abiertos al turismo en España.

“En la época soviética el extranjero estaba cerrado para los rusos. Vivíamos y hacíamos turismo dentro de nuestras fronteras. Ahora muchos de nosotros buscamos salir de turismo fuera desde todas las regiones de la Federación”, comenta Mijaíl Titov, quien representa desde la Russian Guild Of Realtors, la región del Sochi, futura sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014.

Su ubicación privilegiada a orillas de mar Negro, en la conocida Riviera Rusa, le permite disfrutar de un clima similar al mediterráneo durante gran parte del año, convirtiéndose así en un importante foco turístico dentro del país.

Sin embargo, según señala Tivov, un importante número de residentes ya hacen sus maletas para realizar sus vacaciones en la Costa del Sol y Costa Brava.

“Los rusos de Sochi no buscan la típica estampa de sol y playa. Ya tienen la costa del Mar Negro. Son amantes de otros lujos como la gastronomía, la buena calidad de vida y buscan residencias de alto standing en España”, explica.

A diferencia del típico turista procedente de este país, carente de costa en su geografía más cercana, los turistas rusos de Sochi buscan la calidad a un precio más asequible que en donde viven ya que, según señala Titov, un paquete turístico en la Costa del Sol durante una semana puede rondar en torno a los 1.000 euros, mientras que la misma actividad en su región pueden llegar a triplicar el coste a una familia.

La opción de invertir no viene hasta la segunda o tercera visita a España como turista. “El ruso es por naturaleza muy desconfiado. Primero, viaja como turista, y cuando vuelve en una segunda ocasión, se plantea la posibilidad de adquirir una vivienda”, añade Titov.

Cuando esta decisión se lleva a cabo, aparecen agentes inmobiliarios como La Reserva de Marbella, que otorga financiación para la compra de esta segunda residencia.

“Nosotros ofrecemos financiación directa al cliente, sin necesidad de tener que ir a ningún banco, financiamos el 70% de la vivienda. Además, no le pedimos ningún tipo de documentación ya que si ellos aportan un 30% suponemos que tiene solvencia suficiente como para seguir pagando”, declara Ana María Peñarroya, Directora Comercial de la empresa.

La ciudad de Sochi ha experimentado, además, un importante crecimiento en inversiones tras su elección como sede olímpica. Esto ha hecho que el precio de sus inmuebles se haya igualado al de las grandes urbes del país.

“Sochi es una región de amplio crecimiento, aunque su actividad turística tiene una herencia mucho menor que la que hay en España”, destaca Titov.

“El Mediterráneo está más limpio y la ecología está mejor que en nuestra costa. Además, los ciudadanos de Sochi son más cerrados. No han dejado atrás sus costumbres de la anterior etapa socialista y no se preocupan de la limpieza del agua para el turista que llega desde fuera”.

En cuanto a Samara, Dmitri Kostyunichev, presidente del Consejo Regional de la Guild of Realtors de Samara,  matizó que se trata de una región abundante en materia petrolífera situada al suroeste de la Rusia europea, lo cual ha generado una importante clase adinerada  de origen industrial dispuesta a viajar a la costa española en busca “de paisajes aislados y tranquilos”. 

La búsqueda de un socio local 

La nueva modalidad que permite aumentar la cuota del mercado turístico ruso se centra, actualmente, en la búsqueda de un socio local.

Las inmobiliarias españolas buscan partners rusos para presentar la región turística desde su entorno. No únicamente desde España. Una iniciativa que está permitiendo incentivar la compra en estos mercados regionales que desconocen el stock  de vivienda vacacional en España.

El presidente de los API de San Petersburgo, Valeri Vinográdov, muestra “la importancia de este nuevo modelo de negocio para conocer mejor a los compradores”.  Titov argumenta en la misma línea, el interés que supone abrir una oficina de España en Sochi, como las ya existentes de Italia y Grecia.

Así también lo cree el presidente de los API de San Petersburgo, Valeri Vinográdov, y su homólogo de Samara, Dmitri Kostiunichev, quien lo argumenta con claridad. “Los inmuebles rusos y los españoles son muy diferentes, por eso, es muy importante contar con un socio local. Incluso aunque la información esté traducida, hay conceptos que no se entienden”.

El cliente ruso y el comercial español presentan culturas diferentes. Por ello, la presencia de un intermediario puede hacer que la relación de venta sea más fructífera.

Sin embargo, hay todavía lagunas importantes con los mercados regionales rusos. Por ejemplo, la cuestión de los transportes. Titov destaca que un viaje de Sochi a España es muy caro o incómodo.

“Para llegar a España hay que tomar un avión con escala en Estambul que sólo opera tres días a la semana. La segunda opción es embarcar en Moscú, pero este trayecto resulta más caro que el primer paquete”, detalla.

Aunque a orillas del Mar Negro, se presente un clima que alcanza los 27 grados en agosto, desde el Russian Meeting Point,  Grigori Poltorak, vicepresidente de los Apis Rusos manifiesta que “los rusos están cansados de su país. Quieren un cambio de aires”. Una oportunidad que desde la Costa del Sol no puede ser desaprovechada.

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