Serguéi Ignatiev, el prepupuesto ruso pierde 600.000 millones de rublos (20.000 millones de dólares) anualmente por transferencias de dinero ilegal. Fuente: Ria Novosti.
En 2012 las transferencias bancarias de dinero negro alcanzaron los 49.000 millones de dólares, un 2,5% del PIB del país. Según afirmó el director del banco central, Serguéi Ignatiev. más de la mitad de esta suma fue enviada por un único grupo de gente 'bien organizada'.
“Podría tratarse de pago de tráfico de drogas, importaciones 'en gris', sobornos o comisiones ilegales para funcionarios o empresarios que compran en grandes empresas privadas sin controles internos. O podría tratarse de un plan para evadir impuestos”, explicó Ignatiev en una entrevista concedida al periódico económico Védomosti.
Ignatiev dijo que 14 de esos 49.000 millones fueron transferidos a cuentas extranjeras en operaciones comerciales, mientras que los 35 restantes comprendían operaciones de capitales que se calificaron de 'dudosas' en el balance de pagos y fueron incluidas en la cuenta de fuga de capitales.
La fuga de capitales de Rusia alcanzó los 56 8000 millones de dólares netos el año pasado, lo que indica que aproximadamente un 60% del dinero que salió de Rusia lo hizo ilegalmente.
"Calculo que el daño que el sistema económico ruso recibe se cifra en un 30% del volumen de estas operaciones, o, lo que es lo mismo, cerca de 15.000 millones de dólares al año. Si le añadimos operaciones internas de blanqueo de capitales, organizadas por estas mismas personas, creo que el perjuicio total al presupuesto nacional podría superar los 600.000 millones de rublos (20.000 millones de dólares) al año".
Por tanto, las arcas estatales rusas pierden 600.000 millones de rublos anuales a causa de estas transferencias bancarias fraudulentas, comparable al total del presupuesto destinado el año pasado a educación, 604.000 millones, o a sanidad, 614.000, según Védomosti.
Las compañías fantasma desempeñan un importante papel en estas operaciones, según Ignatiev. Añade además que se inscribieron 3,9 millones de empresas en el Servicio Federal de Impuestos ruso, pero que solo 2 millones de estas organizaciones existían realmente.
"Además, nuestros análisis muestran que más de la mitad de las operaciones dudosas se realizan por empresas directa o indirectamente relacionadas entre ellas mediante pagos mutuos. La impresión que da es que todo lo controla un grupo bien organizado. Si las fuerzas de seguridad concentrasen sus esfuerzos de manera efectiva, serían capaces de identificar a estas personas y a los beneficiarios de estas operaciones", indica Ignatiev.
Según la metodología del Banco Central, basada en estándares internacionales, las operaciones dudosas incluyen ingresos por exportaciones que no se recibieron en su debido momento, el importe de bienes y servicios de importación, pagados por adelantado y no efectuados según el contrato y transferencias monetarias al extranjero en falsas operaciones con acciones y préstamos.
Ignatiev dijo que Rusia necesitaba adoptar urgentemente leyes desarrolladas por el Servicio de Control Financiero Federal que permitiesen a los bancos cancelar unilateralmente relaciones con los clientes que efectuaran transacciones no transparentes, racionalizar el procedimiento de registro de negocios e introducir una serie de responsabilidades legales para los directores.
El volumen de operaciones dudosas se ha mantenido en un 2% del PIB de Rusia en los últimos cuatro años, según cálculos del Banco Central.
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