La UEFA saca 'tarjeta roja' al fútbol de Crimea

Jugadores del FC Sebastopol durante una sesión de entrenamiento. Fuente: AFP / East News

Jugadores del FC Sebastopol durante una sesión de entrenamiento. Fuente: AFP / East News

El pasado viernes la Unión de Asociaciones de Fútbol Europeas (UEFA) prohibió a los clubes crimeos competir en las ligas rusas a partir del 1 de enero de 2015. Además, Crimea ha sido declarado “territorio especial” y la UEFA ha declarado que se encargará directamente de su desarrollo.

El pasado 22 de agosto el grupo de trabajo de la UEFA para situaciones de emergencia estableció que los partidos jugados por los clubes de Crimea bajo la organización de la Unión de Fútbol de Rusia no serán reconocidos por la UEFA

En un comunicado emitido por este grupo de trabajo se leía: “La UEFA no piensa impedir que los clubes de Crimea jueguen a fútbol. Al contrario, la UEFA reconoce que el fútbol puede tener un efecto social positivo y unir a la gente, especialmente en épocas de crisis y de adversidades”. No obstante, a los clubes crimeos se les privó de la posibilidad de competir profesionalmente.

¿Qué objetivos persigue con esta prohibición la UEFA, dirigida por el gran exfutbolista Michel Platini? ¿Ayudar de este modo a que Crimea vuelva a formar parte de Ucrania? Pero ahora Crimea (lo reconozcan o no los demás países) forma parte de Rusia, es parte de este país desde el punto de vista de la legislación crimea y rusa. Y la Unión de Fútbol de Rusia tiene derecho a celebrar torneos de cualquier nivel en este territorio. Esta fue precisamente la postura que mantuvo en el mismo mes de agosto el ministro de Deporte ruso, Vitali Mutkó: “Creo que la Unión de Fútbol de Rusia ha actuado de forma correcta, no puede ser de otro modo. Según nuestras leyes, este es un territorio de Rusia, la Unión de Fútbol de Rusia actúa en interés del fútbol y allí la gente quiere jugar a fútbol”.

La lógica de las autoridades futbolísticas de Ucrania en esta situación también es perfectamente comprensible. Dado que no fue posible mantener a Crimea, hay que poner trabas a su integración en otro país. De un modo u otro, parece razonable suponer que la presión sobre la UEFA en este sentido se ha ejercido en dos frentes, el deportivo y el político.

Los dirigentes futbolísticos rusos (ante todo Nikolái Tolstyj, presidente de la Unión de Fútbol de Rusia) han intentado buscar un compromiso con sus homólogos ucranianos, pero no se ha conseguido iniciar un diálogo constructivo. El actual presidente de la Federación de Fútbol de Ucrania, Anatoli Konkov, se negó en redondo a buscar una solución que beneficiara a todas las partes implicadas en este conflicto.

Al parecer, existen varias razones por las cuales no se llegó alcanzar ningún acuerdo. En primer lugar esto se ha debido a la total dependencia de Konkov del actual gobierno político ucraniano, que evidentemente está poco dispuesto a complacer a la Unión de Fútbol de Rusia.

Además, el vicepresidente de la UEFA es el ucraniano Grigori Surkis, al quien tampoco le interesa modo que los clubes de fútbol crimeos jueguen en Rusia. Es precisamente a él a quien culpa el presidente honorífico de la Unión de Fútbol Rusa, Viacheslav Koloskov: “Estoy convencido de que en esta cuestión desempeñó un papel principal Grigori Surkis, quien goza merecidamente de un gran prestigio en Europa y en el comité ejecutivo, además de ejercer cierta influencia sobre Michel Platini. No en vano lo convenció para que se reuniera con Poroshenko. Creo que el papel del empresario en esta ocasión fue decisivo”.

Cabe añadir a este respecto que Rusia también tiene una persona de confianza en el comité ejecutivo de la UEFA, Serguéi Fúrsenko, antiguo presidente del Zénit, aunque parece evidente que en esta guerra oculta ha perdido todas las batallas contra Surkis.

También parece comprensible desde el punto de vista humano que Platini haya apoyado la decisión contra Crimea. El francés apunta a lo más alto del Olimpo futbolístico mundial, del que el poderoso suizo Joseph Blatter por ahora no se desprenderá bajo ningún concepto. Por esta razón, pelearse con su influyente compañero ucraniano no parece tener ningún sentido.

De todos modos, esta historia todavía no ha acabado. No se descarta que la Unión de Fútbol de Rusia presente un recurso a la prohibición. 

Alexéi Dudin es observador deportivo y editor de la sección deportiva de la revista "Where St Petersburg", de 1997 a 2006 fue corresponsal de los periódicos “Sovietski Sport” y “Sport-Express San Petersburgo”.

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