Fuente: AFP / East News
Menos de diez minutos después de ser lanzado desde el cosmódromo de Baikonur, el Mexsat-1 se desvió de la órbita prevista y perdió contacto con la Tierra, tras lo que se desintegró al alcanzar las capas densas de la atmósfera. No pudo separarse de la tercera fase del cohete portador Protón-M y el aparato se quemó sobre la región rusa de Chitá. Los escombros no han llegado a la Tierra.
"El accidente ocurrió a una altura de 161 km. La tercera etapa del bloque propulsor y el aparato espacial se han desintegrado casi completamente en la atmósfera", informó la agencia espacial rusa, Roscomos, en un comunicado.
La comisión especial creada para investigar las causas de la destrucción del satélite mexicano Centenario, baraja diferentes hipótesis sobre lo sucedido. Según la versión preliminar, se debe a la destrucción del equipo de turbobomba de la tercera etapa del bloque propulsor. Ayer los miembros de la comisión recibieron los datos la telemedición express.
Las pérdidas financieras del accidente se estiman en 390 millones dólares, lo que incluye la creación del aparato y su lanzamiento, según declaró el ministro mexicano de Comunicación y Transporte Gerardo Ruiz Esparza.
Los aseguradores son la empresa estadounidense Marsh and McLennan y la rusa Sogaz. La representante de esta última declaró al diario Kommersant, que la empresa tenía un seguro de lanzamiento que cubría daños sobre la salud, la vida, la propiedad y el medio ambiente por un total de 300 millones de dólares: “La responsabilidad del lanzamiento dirigido del aparato de la órbita está asegurada en la misma cantidad”. Más tarde fuentes de la agencia TASS desmintieron esta información, afirmando que un satélite mexicano solo puede estar asegurado en México.
El editor de la revista Novosti Kosmonavtiki comentó a Gazeta.ru que este accidente afectará a la futura cooperación de empresas extranjeras con los modelos de cohetes Protón: “Hará que los contratistas 'huyan' de ILS (International Launch Services, compañía perteneciente al Centro estatal espacial de ciencia y producción Jrunichev), y las cantidades a pagar a los seguros aumentarán”.
El experto también afirmó que no excluye la posibilidad de un sabotaje, ya que los cohetes de este tipo han sido lanzados 400 veces desde los años 1960. “Se trata de una tontería, una torpeza o una serie de diversiones. No puedo excluirlo en tiempos de guerra”, dijo Lisov, sin precisar a qué conflicto se refería.
Anteriormente el director de Roscosmos Ígor Komarov, que también encabeza la comisión de investigación del accidente, había informado de que para el 22 de mayo debería estar definida la causa del accidente.
El diario ruso también informa de que los tiempos para realizar los preparativos de lanzamiento habían sido modificados. En vez de los cuatro días que normalmente hacen falta para transportar el cohete al lugar de despegue y hacer todas las pruebas antes del lanzamiento, los especialistas contaron con la mitad de tiempo, 48 horas. Según estas fuentes, el equipo ruso no quería alterar el horario de lanzamientos.
El satélite MexSat-1 era el tercero de las creaciones de MexSat. Los tres han sido inventados para garantizar el funcionamiento de comunicación satelital móvil, y proveer la conexión en un total de 60.000 sitios, informan los medios mexicanos. Alcanzar este objetivo es importante sobre todo para situaciones de emergencia, como el caso del huracán Odile, que causó enormes daños en el estado de Baja California-Sur el año pasado. de En octubre de este año se prevé el lanzamiento de otro aparato, Morelos III, desde Cabo Cañaveral en Florida, EE UU.
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Basado de información de Kommersant, Gazeta.ru, Tass y la Agencia EFE.
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