Científicos rusos buscan nuevos métodos de tratamiento contra la diabetes

La enfermedad se ha extendido en el país y amenaza a niños y adolescentes. Fuente: Photoshot / Vostock-Photo

La enfermedad se ha extendido en el país y amenaza a niños y adolescentes. Fuente: Photoshot / Vostock-Photo

Los médicos creen que la situación de la diabetes en Rusia se acerca a la epidemia. A pesar de que los nuevos métodos de tratamiento son bastante eficaces, la falta de una estrategia unificada, de medicamentos innovadores y de una aproximación integral de la cuestión no permite alcanzar unos resultados positivos importantes en el país.

Según datos oficiales, más de tres millones de rusos padecen diabetes. De ellos unos 300.000 padecen la peor forma de la enfermedad, es decir, diabetes tipo 1. Sin embargo, según opinan los especialistas del Centro de Endocrinología, las cifras reales son aún mayores.

En opinión de los expertos, si la situación sigue desarrollándose a este ritmo, la cantidad de enfermos hacia 2025 en Rusia se duplicará y cada vez habrá más jóvenes entre ellos. Hoy en día en el país padecen diabetes unos 30.000 niños y adolescentes.

“La diabetes tipo 2 depende de factores externos. Se trata de una enfermedad producida por la reacción a distintos tipos de estrés que en el mundo contemporáneo se intensifican de año en año, - explica Ekaterina Krivtsova, endocrinóloga y vicepresidenta de la Sociedad Científica Interdisciplinar de Tratamientos de Prevención. – Además, es una enfermedad hereditaria que se transmite de generación en generación, por lo que con el tiempo el número de diabéticos se incrementará”.

Según Krivtsova, el crecimiento de la enfermedad de la diabetes está provocado, en primer lugar, por una alimentación no adecuada. Según la especialista, en Rusia cerca de un 67% de los alimentos de las tiendas son hidratos de carbono.

“El coste de los alimentos ricos en hidrocarburos es menor y se publicita con mayor intensidad, de modo que la gente come principalmente alimentos que le perjudican. Otro problema es la falta de ejercicio físico”, opina Krivtsova.

Cada año en Rusia se destinan unos 10.000 millones de dólares a la prevención y el tratamiento de la diabetes. Desde la época de la URSS un sistema único de sanatorios y clínicas especializados. “Cada año enviamos a decenas de miles de diabéticos a estos centros, - comenta la directora adjunta del Centro de Endocrinología y miembro correspondiente de la Academia Rusa de Ciencias Médicas, Marina Shestakova. – Pero el problema consiste en que la gente, que al volver a casa, se siente mejorada y retoma el anterior estilo de vida que provocó la enfermedad”.

“En una ocasión traté a un actor conocido al que diagnostiqué una diabetes en un estadio primario, - comenta Krivtsova. – Cuando se le informó de que tendría que realizar un conjunto de ejercicios especiales para cuidar su salud, se negó categóricamente y declaró que únicamente pensaba practicar deporte. Debido a ello, falleció. Este caso demuestra una vez más que limitarse al deporte o al tratamiento con medicamentos es insuficiente, que es necesario una aproximación integral a la enfermedad”. 

Métodos no oficiales

Hace unos años, el médico deportivo Borís Zherlyguin, junto con médicos de la agencia espacial Roscosmos, desarrolló una metodología para el tratamiento de la diabetes tipo 2.

La esencia de esta metodología es sencilla: una determinada actividad física junto con la toma de medicamentos proporcionan un rápido efecto positivo. Sin embargo, la medicina oficial no ha confirmado la efectividad de su método. “Me involucré personalmente en la idea de Zherlyguin. Juntos desarrollamos una metodología y comenzamos a aplicarla. Cabe decir que los resultados fueron positivos, en una serie de casos la gente se curó rápidamente. Pero su idea no llegó a la fase final del proceso”, comenta el doctor en medicina y antiguo médico principal de Roscosmos Iván Neumyvakin.

Según las valoraciones de Marina Shestakova, los medicamentos rusos no son tan eficaces como los occidentales. Cree que se toman únicamente cuando no tiene sentido pagar por el análogo extranjero. Según opinan los especialistas, los ámbitos con mayores perspectivas en los que, debido a la falta de financiación, los científicos rusos comienzan ahora a trabajar, son el desarrollo de dos clases de medicamentos análogos a los inhibidores de la dipeptidil peptidasa DPP-1 y al péptido 1 similar al glucagón (GLP-1). Este tipo de medicamentos ya existen en Estados Unidos y en Europa.

“Desde 2007 hasta 2012, el Estado compró aparatos y maquinaria para el diagnóstico y el tratamiento de la diabetes en todos los hospitales regionales, - comenta Marina Shestakova. – Los médicos recibieron cursos subvencionados para aumentar su cualificación y el programa comenzó a dar frutos. Pero en la actualidad se ha interrumpido, y la financiación se ha transferido a los presupuestos regionales y municipales. La situación de las instituciones científicas es todavía peor. La gran mayoría de los medicamentos que toman los enfermos rusos son extranjeros”.

En los centros científicos rusos continúan las investigaciones en el ámbito del tratamiento de la diabetes. Recientemente, el Centro de Atención de Emergencias Sklifosovski, junto con el Instituto de Problemas Biomédicos, llevó a cabo una investigación sobre el medicamento neozelandés Diabecell formado por células pancreáticas de cerdos recién nacidos. Estas células fueron trasplantadas a cuatro pacientes y su tasa de necesidad de insulina se redujo en un 40%. Uno de los pacientes llegó a no necesitar insulina durante un tiempo.

Sin embargo, los médicos temen que el tejido animal pueda contener infecciones ocultas y no se apresurarán a avanzar en esta metodología hasta que no exista el consentimiento del Ministerio de Sanidad.  

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