A punto de inaugurarse en Yakutia un centro para el estudio de células de animales prehistóricos. Fuente: ITAR-TASS
En Yakutia, una de las regiones más septentrionales de Rusia, se abrirá en septiembre un Centro Internacional de uso colectivo de paleontología molecular, para el estudio de células de animales prehistóricos, como parte de un proyecto para la resurrección del mamut.
Los investigadores tendrán gran cantidad de materiales para trabajar: el 75 % de todos los restos de mamut conocidos en el mundo se han encontrado en áreas remotas de Yakutia. Cada año, los hielos dejan al descubierto nuevos restos animales. Una vez que el laboratorio esté actualizado con el equipamiento necesario para la investigación genética, los rusos empezarán a trabajar para aislar su ADN y clonar mamuts.
El proyecto “Resurrección del mamut”
En 2012, los directores del Museo Lazárev de Mamuts, en el Instituto de Ecología Aplicada de la Universidad Federal del Noreste, junto con Soam, una fundación coreana para investigación biotecnológica, llegaron a un acuerdo para cooperar en el proyecto “Resurrección del Mamut”.
Según el director del museo, Semión Grigoriev, el centro internacional se ha fundado en calidad de laboratorio yakuto-coreano. Los socios coreanos han adquirido equipamiento por valor de varios millones de dólares, y la Universidad Federal del Noreste ha ofrecido y remodelado las salas que los científicos necesitarán para trabajar. Los científicos rusos llevan varios años estudiando el ADN del mamut, pero solo en 2013 el museo envió a sus empleados a Corea del Sur para que aprendiesen métodos de clonación.
Los mamuts encontrados en el norte de Rusia y que no son apropiados para su estudio o exposición se devuelven a las personas que los encontraron. Sin embargo, la mayor parte de los hallazgos son una verdadera mina de oro para los genetistas.
“Son necesarias células madre bien conservadas para clonar un mamut. Como no quedan mamuts vivos, el mayor problema es hallar células para los procedimientos de clonación estándar. El proceso consiste básicamente en extraer el núcleo de la célula original y trasplantarlo en el óvulo de otro organismo”, explicó el director científico del centro Genotek, Valeri Ilinski. “La principal barrera para clonar un mamut es la poca cantidad o la ausencia de células con un núcleo bien conservado”.
El Centro de Paleontología Molecular fue creado para acelerar el proceso de clonación. Los científicos serán capaces de llevar a cabo su investigación directamente en Rusia y no tendrán que transferir el material a sus colegas extranjeros. Transportar material genético al extranjero es un proceso burocrático muy complejo.
Los expertos rusos habían empezado a trabajar en la resurrección del mamut ya antes de la apertura del centro. Los restos mejor conservados del mamut de Maloliahovsi ya han sido entregados a los científicos coreanos. Los resultados del estudio genético de este animal se harán públicos en la ceremonia de inauguración del centro.
¿Por qué resucitar un mamut?
El mamut se ha convertido en una especie de mascota para Rusia. En el país se ha encontrado una enorme cantidad de restos de este animal. Colmillos y huesos de mamut hallados por ciudadanos rusos se pueden admirar en una pequeña ciudad cerca de Moscú, en las montañas del Cáucaso y en Siberia.
Ya se ha trazado el mapa genético del mamut; puede compararse con el cromosoma del elefante asiático. Se harán cambios en el cromosoma del elefante, de los que saldrá el cromosoma de un mamut vivo. El material resultante se implantará en un óvulo de elefanta para su posterior fertilización.
Si el experimento tiene éxito, los investigadores planean aclimatar los mamuts a Siberia. Pero algunos miembros de la comunidad científica consideran que la idea no es realista.
“En ningún sitio del mundo se han llevado a cabo estos experimentos. Sí, se han clonado bacterias, pero una bacteria no es un mamut. En esta etapa de la ciencia, todos los comentarios a un proyecto de este tipo se resumen en 'técnicamente inviable”, considera Svetlana Borinskaya, genetista y experta en genómica y biotecnología en el Instituto de Genética General de la Academia Rusa de Ciencias. “Si se hace con los métodos conocidos, dará lugar a un enorme número de errores genéticos incompatibles con la vida del animal”.
Clonar animales prehistóricos ha interesado a los científicos durante décadas. Según cálculos preliminares, resucitar al mamut puede tardar entre 5 y 30 años. Pero los resultados son imposibles de predecir. Hasta ahora ninguno de los animales clonados, sean ranas o cabras de montaña, ha sobrevivido más de unas pocas horas.
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