Se dirigen al mercado ruso y la medida se enmarca dentro de un programa para la sustitución de las importaciones. Fuente: Alamy / Legion Media
A principios de julio, la compañía privada de microprocesadores MCST ha iniciado la fabricación de una partida experimental de procesadores de ocho núcleos Elbrus-8S a 28 nm, ensamblados con su propia arquitectura de 64-bits. La frecuencia de trabajo del chip asciende a 1,3 GHz y la potencia de cálculo a 250 gigaflops. Su diseño comenzó en 2011, a partir de un encargo del Ministerio de Comercio e Industria de Rusia, el cual ha invertido en el proyecto 24,4 millones de dólares.
Los fabricantes prometen elaborar cerca de 300 modelos del circuito integrado Elbrus-8S para finales de 2014. MCST planea comenzar a fabricar servidores, estaciones de trabajo y equipos de telecomunicaciones basados en sus microchips más adelante. El Elbrus-8S constituye el primer procesador de ocho núcleos fabricado por la empresa rusa.
El Ministerio de Comercio e Industria y el Ministerio de Defensa plantearon hace unos meses la necesidad de buscar un sustituto a las importaciones de tecnología electrónica extranjera —particularmente a los procesadores Intel y AMD— para mitigar las sanciones de EE UU y la Unión Europea, así como la oposición política derivada de la cuestión de Ucrania.
Entre los clientes potenciales de MCST hay grandes productores rusos de tecnología informática como Depo Computers, Kraftway y Aquarius. En 2012, la empresa Kraftway fabricaba un equipo todo-en-uno basado en el Elbrus-2S, la generación anterior de procesadores de MCST, pero debido al bajo volumen de producción el precio de cada unidad superaba los 3.000 dólares, lo que le impedía abarcar un mercado más amplio.
En esta ocasión, según el representante de MCST, Konstantín Trushkina, la empresa espera atraer a universidades y organismos estatales en calidad de compradores de productos basados en el Elbrus-8S, lo que permitiría aumentar el volumen de producción y, en consecuencia, bajar los precios. Estos planes están respaldados por las estadísticas del Ministerio de Comercio e Industria: según los datos aportados por el organismo, las empresas y organismos estatales adquieren cerca de 700.000 ordenadores personales al año por un importe de 500 millones de dólares, además de otros 300.000 servidores por un valor de 800 millones de dólares; y el volumen total del mercado asciende a 3.500 millones de dólares.
“La fabricación de chips Elbrus-8S se llevará a cabo en el extranjero”, anunció Trushkin en una entrevista publicada en el periódico Kommersant. “La Federación de Rusia no tiene la capacidad tecnológica para ello; en particular, será la empresa taiwanesa TSMC quien se encargue de la fabricación de los procesadores”.
Además de los chips Elbrus, la empresa MCST está elaborando un microchip más potente: en mayo de 2014 la empresa firmó un contrato con el Ministerio de Comerció e Industria para la elaboración de un procesador de 64 bits (El-16S), con un proceso de manufactura de 20 nm y entre 8 y 16 núcleos. El chip deberá estar acabado en noviembre de 2018 y está destinado al uso por parte del Ministerio de Defensa.
Un futuro borroso
El potencial de los nuevos procesadores ha sido evaluado por numerosos expertos. Por ejemplo, según el crítico de hardware de la revista especializada Ferra, Oleg Kolechenko, es difícil que los microprocesadores Elbrus puedan competir de alguna manera con Intel, AMD e IBM.
“Sin embargo, no hay que subestimar la importancia del desarrollo de estos nuevos microprocesadores. El lanzamiento del Elbrus-8S es un importante paso adelante; especialmente si tenemos en cuenta que su arquitectura está dotada con una serie de avances tecnológicos muy interesantes, sobre todo en términos de protección; además, este microprocesador cumple con toda seguridad sus funciones en materia de defensa, para las que fue encargado”, aclaró Kolenchenko.
Los propios representantes de Intel tampoco ven amenazada su actividad en Rusia. “Somos una compañía norteamericana y por supuesto cumpliremos las exigencias del gobierno de EE UU. Pero de acuerdo con la información que existe actualmente sobre las sanciones, Intel no tendrá que modificar su actividad en Rusia”, anunció a RBTH el director regional de la compañía en la CEI, Dmitri Konash. “Nosotros no vendemos nada directamente a las empresas ni a las personas físicas incluidas en la lista de sanciones. En Rusia tenemos una serie de clientes con los que estamos trabajando de manera directa en proyectos de consultoría tecnológica”.
Además de MCST, hay varias empresas más en Rusia que se dedican a la fabricación de ordenadores y microchips: Rover Computers, cuyo producto más conocido son los portátiles de la línea RoverBook; DEPO Computers, cuya producción se centra en la fabricación de ordenadores de mesa y servidores; y Desten, fabricante de ordenadores domésticos y de oficina.
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