Mochilas propulsoras para los astronautas

El dispositivo de diseño ruso permitirá pasar más tiempo en el espacio exterior y regresar automáticamente a la estación en situaciones de peligro. Fuente: Roscosmos

El dispositivo de diseño ruso permitirá pasar más tiempo en el espacio exterior y regresar automáticamente a la estación en situaciones de peligro. Fuente: Roscosmos

Los ingenieros rusos están trabajando en el diseño de este cinturón cohete, que permitirá a los astronautas moverse libremente y trabajar en el espacio exterior, además de regresar a la nave o a la estación en caso de peligro.

El fabricante y centro de investigación Zvezdá, que desde hace años se dedica al diseño de trajes espaciales y otros medios exclusivos de socorro para pilotos y astronautas, está llevando a cabo trabajos experimentales para el desarrollo de unos sistemas SAFER propios. Es decir, unos dispositivos que devolverán al astronauta a la nave o a la estación en caso de que este se aleje a una distancia peligrosa en sus salidas al espacio exterior. Según los especialistas, a finales de año ya se podrán exhibir los primeros prototipos del cinturón cohete en la plataforma terrestre de NPP Zvezdá.

La idea en principio no es nueva; tampoco lo es para Zvezdá. En la URSS se fabricó un dispositivo para que los pilotos pudieran desplazarse y maniobrar en la estación Mir y en la nave Burán. Los astronautas Alexander Serebrov y Alexander Víktorenko lo pusieron a prueba en 1990. Este aparato permitía a los astronautas alejarse hasta 60 metros de la estación.

Por aquel entonces, estas unidades de circulación espacial eran bastante engorrosas, pues llegaban a pesar cerca de 400 kilogramos. Los motores de aire comprimido podían garantizar hasta seis horas de autonomía y todos los sistemas estaban duplicados. La primera ‘motocicleta estelar’ operativa, destinada a rodear la estación Mir, la probó el piloto y astronauta Alexander Serebrov, galardonado con el título de Héroe de la Unión Soviética. Durante casi 40 minutos condujo este medio de transporte único, se alejó unos metros de la estación y aparcó sobre ella.

“Resulta que en condiciones de ingravidez el coeficiente de fricción es completamente diferente. Tenía que volar unos 25 metros, pero al final fueron 30. En el centro de control (TsUP, por sus siglas en ruso) se vivió una enorme tensión: ‘¡Se va a desprender!’ Después reinó un silencio expectante”, recuerda Serebrov.

En una ocasión, por culpa de un pasamano que no estaba bien atornillado, casi sale despedido al espacio exterior. Según cuenta el astronauta a un corresponsal de Rossíyskaya Gazeta, se salvó gracias a que reaccionó a tiempo para agarrarse. “Podíamos volar como las aves entre las nubes”, recuerda el astronauta y también Héroe de la Unión Soviética Alexander Víktorenko.

El programa de prueba del ‘salvavidas’ preveía una única salida al espacio exterior que ejecutó Alexander Serebrov. Nadie había hablado de un segundo intento, pero los astronautas se arriesgaron y suplicaron al TsUP que permitiera una segunda salida. Ahora le tocaba a Alexánder Víktorenko conducir el aparato... 

De la moto espacial a la mochila propulsora

Las pruebas realizadas con la moto espacial a principios de los 90 fueron satisfactorias. Gracias a ella se pudieron desplazar cargas pesadas en el espacio y los astronautas podían incluso reparar satélites.

Cabe recordar que antes de eso los ingenieros rusos y norteamericanos crearon varios prototipos de mochilas propulsoras para astronautas, algunos de las cuales se habían probado en el espacio exterior. El primero en probar una unidad de maniobra tripulada en órbita fue el astronauta de la nave Gemini 4, Edward White. Después de aquello, los especialistas norteamericanos crearon el módulo de maniobra del astronauta, que se puso a prueba en 1984. En 1994, los estadounidenses del programa Space Shuttle probaron el módulo en una misión de rescate durante una salida al espacio abierto.

Para los desplazamientos por el espacio, NPP Zvezdá ha inventado una nueva ‘motocicleta’ espacial, el Safer.

Es más ligera y precisa que su predecesora. Tiene el aspecto de una mochila común y va enganchada al traje espacial Orlan-MK. Dentro lleva 16 motores a reacción y unas barras especiales con los cuadros de mando.

Según los especialistas, en condiciones de estrés —como cuando el astronauta se está alejando de la estación— cabe esperar que este no se oriente en el espacio de manera rápida, que calcule mal la trayectoria del vuelo o que no consiga manejar con precisión el complejo sistema de control del Safer. En estos casos, será el piloto automático quien salve a la persona: se presiona un botón y el dispositivo le lleva hasta los enganches de la estación.

Los astronautas rusos no ocultan que esperan ver una mochila propulsora de diseño nacional que les garantice una estancia segura en el espacio abierto. Según dicen, les gustaría recibir un dispositivo para trabajar en la superficie exterior de la Estación Espacial Internacional.

Artículo publicado en ruso originalmente en Rossíyskaya Gazeta.

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