Crean baterías de hidrógeno ecológicas y duraderas

El dispositivo de la startup rusa HandyPower costará solo 45 dólares. Fuente: servicio de prensa

El dispositivo de la startup rusa HandyPower costará solo 45 dólares. Fuente: servicio de prensa

Los desarrolladores de la startup rusa HandyPower han creado una batería portátil para dispositivos que genera electricidad a partir de aluminio activado y agua.

El director del laboratorio de energía a partir de hidrógeno y aluminio de la Academia Rusa de Ciencias, Evgueni Shkólnikov, ha desarrollado una batería portátil para dispositivos que se alimenta de hidrógeno. La startup se llama HandyPower. Con esta batería se puede cargar cualquier dispositivo conectándolo por USB. Está formada por dos únicos elementos: aluminio activado y agua.

Incluso tras diez años de uso se puede coger un cartucho, introducirlo en el dispositivo y comenzará la reacción, no es necesario reciclarlo. Una ventaja muy importante consiste en el hecho de que la batería de HandyPower no necesita cargarse, es decir, que no requiere el acceso a la red eléctrica.

Según Shkólnikov, el proceso de desarrollo de estos dispositivos energéticos basados en hidrógeno y de creación de los primeros prototipos ha durado unos 15 años.

Los elementos energéticos usados en el cartucho se conocen desde hace ya 100 años. Sin embargo, el hidrógeno que alimenta la carga es explosivo y se almacena generalmente en bombonas. Shkólnikov ha encontrado la solución a este problema: almacenar el hidrógeno en forma de agua y después liberarlo mediante una reacción química.

Según el científico, esto es algo seguro y muy provechoso. “El aluminio, al reaccionar con el agua, se oxida y libera hidrógeno. El hidrógeno, al pasar a través de la membrana del elemento combustible, se convierte en vapor de agua. Y en ese momento, en la membrana se produce una carga eléctrica”, explica Shkólnikov.

“En 20 años, las mentes más brillantes no han logrado reducir el coste de un kilovatio de potencia de hidrógeno. El diseño de Shkólnikov es muy interesante, aunque su viabilidad económica es dudosa”, comenta el ingeniero jefe de la Planta de Transformadores Electroquímicos de los Urales (UEIP), Borís Pospélov.

A día de hoy, el proyecto ya ha recibido más de 140.000 dólares de los centros de nanotecnología Dubná y “Sygma.Novosibirsk” y una subvención de la Fundación Bortnik. No obstante, la compañía planea atraer otros 140.000 dólares. 

La principal competencia

Según los pronósticos de la agencia de investigación energética Pike Research, en 2015 comenzará una expansión masiva de elementos de carga para dispositivos móviles y este mercado se incrementará desde los 185 millones de dólares de 2009 hasta los 2.300 millones de dólares en 2016.

Se espera que aparezcan nuevas tecnologías y materiales que abaratarán las fuentes de alimentación y las volverán más ecológicas, para que estas puedan remplazar a las baterías tradicionales. En 2015 el nivel de penetración en el mercado de las baterías portátiles alcanzará un 14% en todo el mundo.

En estos momentos se está llevando a cabo la creación de nuevos dispositivos energéticos portátiles a nivel internacional y el proyecto HandyPower tiene muchos competidores. La compañía estadounidense Lilliputian Systems utiliza un concepto similar de cartuchos, aunque no utiliza hidrógeno. Un cartucho reemplazable permite cargar un teléfono durante dos semanas sin conectarlo a la red eléctrica. Además, Rosnano, la compañía tecnológica rusa, ha invertido en este proyecto cerca de 23 millones de dólares.

Existe también un análogo sueco: myFC. Este dispositivo genera electricidad a partir de agua, aunque el agua se introduce de forma separada. Con una de estas recargas se puede cargar por completo un teléfono móvil. La compañía japonesa Aquafairy ha diseñado un dispositivo en el que se añade el agua aparte y los cartuchos son reemplazables.

“El mercado ruso de las baterías portátiles por ahora se está estableciendo, sin duda se desarrollará increíblemente rápido y estas fuentes de alimentación, asequibles y prácticas en el uso diario, demostrarán ser una solución útil para los consumidores”, opina Alexéi Korosteliov, director de TopDevice en Rusia.

“Ya ahora existen muchas compañías distintas operando en este sector. Algunas de ellas, en particular los fabricantes asiáticos, juegan con una ventaja evidente. En el mercado existe una enorme competencia, aunque nunca antes había oído hablar del hidrógeno barato”, añade el experto.

Ventajas

Los principales elementos de la batería (aluminio y agua) son de los más extendidos en el mundo. El dispositivo costará alrededor de 40-55 dólares, y los cartuchos reemplazables sólo algunos céntimos. Otra de sus diferencias es que el dispositivo es ecológico y duradero.

Según Iliá Kaláshnikov, director de innovación de HandyPower, si todo transcurre como está planeado, la producción en serie de las baterías permitirá a la compañía amortizar todos los costes en su desarrollo en sólo dos o tres años. “En el futuro tenemos la intención de integrar nuestro diseño en cientos de dispositivos y dedicarnos a los que más trabajo nos da: empaquetar la energía. Y creemos que aquí en Rusia tenemos una buena oportunidad energética. Quién sabe, quizás dentro de un año en todos los quioscos, junto a los chicles y las chocolatinas, venden “discos para recargar teléfonos”, añade Kaláshnikov.

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