Niña de 13 años inventa una nave para volar a otras galaxias

Participará en una competición de la NASA para niños prodigio. Fuente: archivo personal

Participará en una competición de la NASA para niños prodigio. Fuente: archivo personal

Según informa la página de International Space Education Institute, una escolar de Moscú se ha convertido en uno de los tres niños prodigio rusos que participarán en el Rover Challenge-2014, una competición internacional de la NASA para hacer pruebas de transportes espaciales.

Katia Trúsheva, una escolar de 13 años de Moscú, participó en el Salón Aeroespacial Internacional MAKS-2013 con un modelo de nave galáctica (galaktikolet) de diseño propio. La joven ha diseñado un modelo de nave espacial con el que se podrá volar hasta la estrella más cercana a la Tierra, Alfa Centauro, en 42 años y no en 50.000.

El proyecto de Katia atrajo el interés del director del Instituto espacial internacional de Alemania Ralph Hekkel y posteriormente de los trabajadores de la NASA. Posteriormente fue invitada a participar en la competición internacional de transportes espaciales Human Exploration Rover Challenge, que tendrá lugar en EEUU entre el 10 y el 12 de abril de 2014.

La idea de la creación de la nave se le ocurrió a Katia cuando estudiaba en quinto de primaria, con once años. En clase de Ciencias Naturales explicaron cómo dentro de miles de millones de años el Sol, como todas las estrellas, puede convertirse en una bola de fuego del tamaño de nuestra galaxia.

"¿Qué pasará con la gente, con los animales y todo lo que se encuentra en nuestro planeta? ¡Hay que salvarlos a todos!" así fue como lo explicó la madre de Katia, Olga Trúsheva, en la conferencia de prensa que tuvo lugar después del salón aeroespacial MAKS-2013. "Así que de la idea de salvar a los seres vivos surgió la idea de crear una nave espacial, el galaktikolet Zemlia (Tierra en ruso).

"Creo que mi proyecto es completamente viable. Ahora mismo se está gastando mucho dinero y una enorme cantidad de combustible en el lanzamiento de naves espaciales. Yo propongo una nave que no necesite combustible de la Tierra", explicó Katia en la misma conferencia de prensa.

De momento 'Galaktikolet' tan solo es un prototipo de 95x65x45 cm, a una escala 1:1000 de la nave propuesta. Todos los cálculos y las tecnologías necesarias que utilizó Katia en su proyecto se basan en investigaciones científicas clave. Sin embargo actualmente el desarrollo tecnológico no permite hacer realidad estos visionarios proyectos. 

Ensamblaje y arranque

Según el plan, la nave debería ensamblarse en la órbita terrestre. La nave espacial estará dotada de un compresor de masa con sistemas de enfoque electrónico y magnético, motores termonucleares a reacción con propulsores electromagnéticos, motores de fotones con espejo electrónico, sistema de aceleración de electrones y sistemas de apoyo a bordo. El despegue se realizaría desde la órbita terrestre.

El casco se realizaría con materiales compuestos ligeros de carbono. Los metales pesados se utilizarían únicamente para el sistema de protección de radiación, mientras que los ligeros en los elementos constructivos que soporten mayor tensión. Algunas partes del 'Galaktikolet' se construirían con cartón ondulado, que se fabricaría con material obtenido directamente del espacio.

En opinión de la joven diseñadora, bastan algunos cometas con la composición adecuada para crear, a partir de sus materiales, el material necesario. 

¿A qué velocidad volaría?

La nave espacial debería desarrollar una velocidad mucho mayor que la de los cohetes actuales de casi 30.000 km/seg (los cohetes más rápidos de momento desarrollan tan solo 15 km/seg) por lo que, de acuerdo con los cálculos preliminares, el vuelo hasta Alfa Centauro, el sistema estelar más cercano, sería de 40-50 años.

El principal problema al que se enfrentan es  de dónde sacar la energía. La nave 'Zemlia' no debería llevar consigo al espacio ninguna fuente de energía. Como combustible  debería utilizar el medio circundante, reduciendo de esta manera su peso sensiblemente y alcanzando gracias a esto una mayor velocidad de movimiento.

El espacio interestelar, compuesto en un 70% de hidrógeno, sería atrapado con un embudo magnético especial, se comprimiría en el condensador de masa, se calentaría con una reacción termonuclear, se aceleraría y se lanzaría de nuevo al espacio interestelar. 

¿Puede ganar la competición?

Katia Trúsheva y los demás participantes del concurso internacional llegarán a la sede de Space & Rocket Center en EE UU el 5 de abril. Los primeros días estarán dedicados al montaje del Moonbuggy, un transporte espacial diseñado para trasladarse por cualquier planeta, y a entrenar en el lugar donde tendrán lugar las competiciones.

Entre el 10 y el 12 de abril tendrán lugar las carreras con el Moonbuggy entre los equipos. Los demás días los participantes se dedicarán a desmontar el transporte espacial.

El equipo ruso estará compuesto por Katia Trúsheva de 13 años, Vadím Korsunov de 17 y Denís Sujarev.

La Human Exploration Rover Challenge (anteriormente conocida como Moonbuggy Race) es una  competición internacional entre jóvenes ingenieros e investigadores que construyen transportes espaciales. La competición lleva celebrándose desde 1994.

Rusia tradicionalmente siempre está en los primeros puestos de la competición. En 2011, por ejemplo, el equipo de estudiantes rusos del MAI (Instituto de transporte aeronáutico de Moscú, por sus siglas en ruso) ocupó el primer lugar en la Moonbuggy Race 2011 en la categoría de Premio Internacional.

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