'Acapulco, ay, ay, ay', una debilidad rusa

captura de la pantalla
La canción llegó en los años 90, cuando la escena soviético-rusa vivió una especie de “movida”, reapertura, un momento lleno de experimentos y provocaciones. La voz y la coreografía sensuales de Laima Váikule no dejaron opciones al público: todo el país cantaba como hechizado “Acapulco, ay, ay, ay”.

En realidad, muy pocos jóvenes que iban recitando la canción por las calles, sabían donde estaba el misterioso lugar, ni la falta que les hacía. Lo que emocionaba al público era el ritmo de la canción, la pasión que transmitíay las ganas locas de echar un baile.

Laima Váikule, de origen letón, se hizo famosa a finales de los años 80. Su belleza, su estilo extravagante y provocador, dejaba a los espectadores sin aliento. La llamaban “la reina del estilo”. La elección de canciones y vestidos demostraba el “moderno gusto” de la artista. Los compositores se peleaban por agradarla y conseguir que sus canciones formen parte del repertorio de Váikule.

Acapulco es una historia de pasión, celos y venganza. Para demostralo, traducimos la letra de la canción.

Me besabas en los labios por todos aquellos que me habían amado,

Pero esta vez bailé rumba con otro.

Cuando me viste, se te cambió la cara,

Luis, él de quien tienes celos, es tu amigo José.

Acapulco, ay, ay, ay
Acapulco, ay, ay, ay
Acapulco, ay, ay, ay, ay, ay, ay-ay, ay, ay, ay
Acapulco, ay, ay, ay
Acapulco, ay, ay, ay
Acapulco, ay, ay, ay, ay, ay, ay-ay, ay, ay, ay

En la tierra del sol poniente, tú echaste la sombra,

Y la noche cayó en los brazos de la aurora, como un pájaro herido.

Te dije en silencio que no le tocaras,

Que en Acapulco no hay hombre que pueda domesticarme.

Acapulco, ay, ay, ay
Acapulco, ay, ay, ay
Acapulco, ay, ay, ay, ay, ay, ay-ay, ay, ay, ay
Acapulco, ay, ay, ay
Acapulco, ay, ay, ay
Acapulco, ay, ay, ay, ay, ay, ay-ay, ay, ay, ay

Tú no me contestaste nada, pero esto ya era una respuesta,

Y nunca olvidaré como sacaste el estilete.

Me pediste una cita a medianoche en la lengua de tierra amarilla,

Cuando a mis espaldas José sacó su estilete también.

Acapulco, ay, ay, ay
Acapulco, ay, ay, ay
Acapulco, ay, ay, ay, ay, ay, ay-ay, ay, ay, ay
Acapulco, ay, ay, ay
Acapulco, ay, ay, ay
Acapulco, ay, ay, ay, ay, ay, ay-ay, ay, ay, ay

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