¿Para qué la universidad necesita el Instituto de Tecnologías de Supercomputadoras?
La supercomputadora Lobachevski, creado en 2014, se encuentra entre los 25 computadoras universitarias más potentes del mundo. Sin embargo, solo es responsable de una cuarta parte de los éxitos científicos de la universidad. Lo importe es establecer qué tareas puede cumplir. Precisamente para eso invitamos a los mejores especialistas y creamos buenas condiciones para ellos.
Por ejemplo, ya está en marcha el proyecto “Cibercorazón” (“Kiberserdtse”), creado por un grupo de biólogos y médicos. Pretenden crear un modelo muscular que permitiría simular cualquier estímulo externo, ya sea la reacción a un medicamento o al estrés, con el uso de la supercomputadora.
Un grupo de físicos simula la colisión de partículas en plasma, mientas que científicos dedicados a la geofísica, junto con el profesor del Instituto Meteorológico de Finlandia, Sergej Zilinkevich, desarrollan un modelo de los cambios que conlleva dicha colisión.
¿A qué se dedicará el Instituto de Neurociencias?
Se dedicará al estudio de cerebro. Ahora, por ejemplo, un grupo dirigido por Alexander Semiánov realiza estudios que sentarán las bases de un modelo electrónico del cerebro.
La creación de este modelo es una de las principales tareas de la ciencia actual. Por un lado, puede ayudar a tratar las enfermedades incurables, como la de Parkinson o el Alzheimer. Nuestro método se diferencia sustancialmente de los programas europeos o estadounidenses. Además, resulta imposible aplicarlo sin una supercomputadora.
Por otro lado, ayudará a desarrollar la inteligencia artificial. Todavía queda mucho por hacer pero los logros de neurociencia permiten hacer ya muchas cosas muy útiles, como exoesqueletos para los que han perdido la capacidad de moverse.
Pero para cumplir estas tareas no solo hay que atraer a científicos internacionales, sino también formar parte de la ciencia internacional.
Es lo que estamos haciendo. Creo que los gobiernos no deben temer que sus ciudadanos vayan a trabajar o estudiar al extranjero. Queremos que la gente que trabaja fuera de Rusia pueda colaborar de cualquier manera con nuestra universidad. Eso puede suponer establecer trabajos científicos conjuntos. Llamamos a esto “fuga de cerebros inversa” y recibimos ayuda de un programa presidencial llamado 5-100.
¿De modo que están dispuestos a crear buenas condiciones para que los científicos vuelvan a Rusia?
Sí, en caso de que los científicos cumplan con el nivel deseado y tengan ganas de trabajar, les asignaremos dinero, les proporcionaremos un espacio de trabajo, les ayudaremos con la promoción y resolveremos los problemas administrativos. Ya lo hicimos antes. El caso más ejemplar es Alexéi Semiánov.
En 2014 llevamos a cabo un concurso para construir laboratorios bajo la supervisión de científicos prominentes. Entre los ganadores se encuentra el químico Valeri Fokin, que en 2013 fue nominado al Premio Nobel.
Pero no solo estamos dispuestos a ayudar a científicos reconocidos. También pueden ser jóvenes con ideas que a primera vista pueden parecer locas. En este sentido, el matemático Yaroslav Serguéiev, que inventó un “ordenador eterno” y que es nuestro profesor y también en la Universidad de Calabria, en Italia.
Su universidad es una de las pocas en Rusia que gana dinero. ¿Quién es su ordenante principal?
Recibimos anualmente 250 millones de rublos (alrededor de 3,6 millones de dólares). En general, cumplimos pedidos del Ministerio de Defensa. En los últimos años, en el marco de la sustitución de importaciones, ganamos dinero por el desarrollo de proyectos en el campo de la química. Entre las empresas extranjeras, colaboramos mayormente en la esfera de la informática, con Microsoft e Intel [esta empresa tiene en Nizhni Nóvgorod Intel uno de los centros de investigación y desarrollo de software más grandes de Europa].
Universidad Estatal de Nizhni Nóvgorod Lobachevski
Fundada en 1916 con el dinero público, proveniente de los comerciantes locales y la gente común. El consejo internacional de la universidad está presidido por el presidente de la Universidad de Maastricht, Martin Paul.
Siberia, un plan para situarse a la cabeza del desarrollo biotecnológico
Científico ruso se somete un experimento para vivir 140 años
¿Quieres recibir la información más destacada sobre Rusia en tu correo electrónico? Pincha en y recibe cada viernes el material más interesante.
Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: