Las obras maestras del Hermitage hundidas en el Báltico

El Hermitage, San Petersburgo.

El Hermitage, San Petersburgo.

Panthermedia / Vostock-photo
En el mar Báltico hace 245 años se hundió el barco holandés Vrouw Maria, que transportaba, entre otras cosas, cuadros de la colección del comerciante Gerrit Braamcamp que Catalina II adquirió para el Hermitage en San Petersburgo. Desde 1999, momento en que buzos fineses descubrieron restos del barco cerca de las islas Åland, Rusia y Finlandia no se pueden poner de acuerdo sobre la pertenencia del tesoro, el cual, probablemente, siga yaciendo en el fondo del mar.

Según el diario de a bordo que se conserva en el archivo de la ciudad finlandesa de Turku, el barco navegó por última vez desde Ámsterdam hacia San Petersburgo el 5 de septiembre de 1771. El cargamento del barco era variado: desde azúcar hasta ropa, pasando por objetos de lujo y 27 cuadros de pintores holandeses del siglo XVII, entre ellos Gerard ter Borch, Adriaen van de Velde, Gerard Dou, etc. Los cuadros los adquirió el príncipe Golitsyn, cónsul de Rusia en Holanda, mediante subasta en Ámsterdam y por orden directa de la zarina.

En principio se suponía que el filibote debía navegar más al norte por el mar Báltico para esquivar las aguas costeras de Finlandia, de fondo pedregoso, pero desvió su curso y se estrelló contra unas rocas. En el diario de a bordo se dice que el barco perdió el control durante una tormenta mientras toda la tripulación se preparaba para los rezos.

Vrouw Maria / wikipedia.orgVrouw Maria / wikipedia.org

Afortunadamente la tripulación se salvó y llegaron en bote hasta una de las islas más cercanas. El 7 de octubre los marineros se acercaron en las barcas al filibote hundido y recogieron la parte de la carga que tenían a su alcance.

“La cubierta superior estaba bajo el agua. Salvamos todo lo que pudimos”, se puede leer en el diario. Al día siguiente se vieron obligados a detener la recuperación de la carga debido al mal tiempo. Al llegar al lugar de la catástrofe el día 9 de octubre, la tripulación no tuvo otro remedio que constatar el hundimiento del navío.

Una carga, cuatro propietarios

En 1970 el historiador sueco Christian Ahlström halló información sobre el Vrouw Maria en los archivos fineses. En el verano de 1999, la expedición finesa a las órdenes de Rauno Koivusaari descubrió el barco hundido a 11 km de la isla de Jurmo. Los investigadores afirman que la carga no sufrió daños tras el accidente. Según consideran los expertos europeos, el coste total de los cuadros del Vrouw Maria podría llegar a los 1.500 millones de euros.

No tardaron en aparecer ideas de empresarios rusos y suecos para recuperarlos. Sin embargo, juntos a estos planes surgió la cuestión de la propiedad del navío que podría pertenecer a cuatro países diferentes: Holanda, como país propietario del barco; Suecia como país a cuyo territorio pertenecían las islas en el siglo XVIII; Rusia como país al que se le asignó la carga; y Finlandia, propietaria de las islas en la actualidad. La ley finesa indica que, en caso de que un barco y su carga pasen cien años en aguas territoriales de Finlandia, el país se convierte en su único propietario legal. Dicho plazo se cumplirá en diciembre de 2017, cuando el país celebre el centenario de su independencia.

Intentos de rescate

Catalina la Grande\nGetty Images<p>Catalina la Grande</p>\n
AFP / East News
 
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Las autoridades rusas intentaron rescatar los cuadros ya en el siglo XVIII. En cuanto en San Petersburgo se enteraron de la catástrofe, el gobierno local se dirigió a Suecia para pedirle que se hiciera cargo de la situación.

Los intentos de salvar el barco cesaron en invierno debido al hielo y se reanudaron en primavera de 1772, si bien las tecnologías de la época no permitieron el rescate.

Tras haber descubierto los restos en 1999, de nuevo surgió la cuestión, y los especialistas rusos le propusieron a los fineses establecer investigaciones conjuntas. Desde 2008 se inició el diálogo, pero en primavera de 2011 Finlandia emitió un comunicado oficial negándose a rescatar el navío.

Alternativas de rescate

AFP / East NewsAFP / East News

Especialistas rusos de arqueología submarina están seguros de que el único impedimento para el rescate recae sobre la cuestión legal relacionada con la legislación finesa, y la posición de Finlandia derivada de aquella.

El director de la única expedición rusa de arqueología submarina, “La memoria del Báltico”, el contraalmirante Konstantín Shópotov, considera que, en caso de no haber impedimentos jurídicos para el rescate del filibote y su carga, los especialistas podrían hacerse cargo sin mayores complicaciones.

“Traer al Vrouw Maria a superficie no es difícil, pues se encuentra a una profundidad moderada. Además, las aguas del mar Báltico son frías y en ellas no se observan parásitos, por lo que se puede afirmar el buen estado de conservación de la madera. Sobra decir que la preciada carga que se encontraba en el barco puede estar total o parcialmente saqueada tras más de 200 años. Por poner un ejemplo, la plata y objetos de valor que se encontraban en cubierta han desaparecido. No obstante, si los cuadros siguen allí, estos están envueltos en tubos y podemos presuponer que están bien conservados”.

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