Yelena Kitáieva
La artista Yelena Kitáieva es defensora y epígono de las vanguardias rusas. Con motivo del 120º aniversario del nacimiento de Varvara Stepánova — una de las representantes femeninas de la vanguardia rusa y esposa del artista Aleksandr Ródchenko— produjo una colección de porcelana al estilo Stepánova.
A Kitáieva le sobra la fantasía. Viste a sus esculturas de porcelana con indumentaria para torneos deportivos, subrayando de ese modo el carácter polifacético y creativo de una heroína versátil que cultivaba géneros diferentes: desde el collage y el diseño de libros y revistas hasta la elaboración de patrones de ropa y estampados de telas. Los colores principales de esas obras, ya sean esculturas o platos, corresponden a los de ese periodo de la historia del arte: rojo, negro y amarillo.
Dmitri Kolésnikov
Este maestro ceramista rehúsa conceder entrevistas y prefiere quedar a la sombra de su obra. Aun así, una de sus obras goza de una gran popularidad entre el público y ha cosechado un enorme éxito. Se trata de su ingeniosa idea para promocionar la imagen del presidente de Rusia. Entre los artículos superventas de las tiendas de souvenires figura el busto de cerámica “Putin”, con agujeros en lugar de ojos, y que se utiliza como salero o pimentero. Ha diseñado diversos accesorios para cocina de color blanco, rosado, azul, lila y verde.
Olga Nikich
Los pañuelos de seda natural de la marca Olga Nikich, creados en 2010 por esta artista textil, cuentan con muchos adeptos entre los aficionados a la cultura y a la última moda. En sus dibujos apasionados y brillantes, que pinta directamente sobre el tejido, se distinguen motivos de leyendas rusas, de cuentos orientales, de constructivismo y tracería artesanal. Nikich rediseña en clave irónica los textiles ideológicos de la época soviética, creando asociaciones con la época de grandes transformaciones (ejemplo de ello son sus pañuelos La electrificación, La tractorista, La torre de Shújov). Ha diseñado una colección exclusiva para el museo de Historia Estatal, inspirada en la colección de las órdenes de la Guerra Patriótica de 1812. Los pañuelos tienen el tamaño clásico del cuadrado, 90x90 cm, y se producen en series limitadas.
Manufactura RUPOR
El plato Queríamos algo mejor, resultó como siempre, que imita el diseño de la porcelana de agitación soviética con la tarjeta laboral del obrero, el plato Sic Transit Gloria Mundi con retratos en miniatura de políticos y empresarios contemporáneos, esculturas de abanderados y deportistas como sacadas de viejas fotografías… Así es la porcelana “ideológica” que se confecciona en RUPOR. Estos maestros fabriles, que se han establecido en el clúster de arte “Octubre Rojo”, se inspiran en la cerámica de los tiempos soviéticos de las décadas de 1920 y 1930 y en acontecimientos significativos de la Rusia actual.
Olga Soldátova
Se hizo famosa a principios de la década de 1990. La diseñadora se convirtió casi instantáneamente en su símbolo y personaje insignia. La arquitecta, diseñadora y artista Olga Soldátova toma prestado el símbolo mágico de la época soviética en sus obras —el avión rojo de los famosos mosaicos de Aleksandr Deineka, situados en los techos de la estación de metro de Moscú, Maiakóvskaia— y lo convierte en accesorios de abalorios y fieltro. El avión, al igual que la estrella del Kremlin, se ha convertido en un distintivo de la marca de Soldátova, y aparece asiduamente ya sea en sus botas de fieltro, sus gorros con orejeras, capotes, corbatas y bolsas de campo.
Dónde encontrarlos:
Shaltai-boltai.ru y Novodel.net.
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