Kunstkámera, el primer museo de Rusia celebra su 300º aniversario

Situado en San Petersburgo, fue inaugurado por Pedro I. Fuente: Lori/Legion Media

Situado en San Petersburgo, fue inaugurado por Pedro I. Fuente: Lori/Legion Media

La historia de la curiosa colección del museo fundado por Pedro I y las últimas noticias de una institución que continúa sorprendiendo a los visitantes.

Se suele decir que la historia de la Kunstkámera (en ruso “sala de curiosidades”) dio comienzo durante un largo viaje al extranjero de Pedro I que fue llamado “la Gran Embajada”. El emperador visitó varios lugares de Europa para aprender el arte de construir barcos. Sin embargo, durante el viaje absorbió gran cantidad costumbres y elementos de la cultura europeas. En particular, el zar se sorprendió por las salas de curiosidades que estaban apareciendo por toda Europa, por lo que se propuso la tarea de crear su propia kunstkámera.

Las salas de curiosidades aparecieron durante los siglos XVI – XVII como colecciones de rarezas en las cortes de la aristocracia europea. El propio término kunstkámerasignificaba en alemán “sala con creaciones curiosas”, tanto creadas por la mano del hombre como por la propia naturaleza. Junto con animales disecados y muestras de minerales y conchas extraños, en ellas también era posible encontrar obras de arte.

Por decreto de Pedro I, todo lo que le resultaba sorprendente se llevaba a la kunstkámera. La colección tenía por objeto mostrar la diversidad del mundo y los misterios de la naturaleza. En 1706, el periódico francés Jornal de Trevoux escribía que las musas y la ciencia se movían hacia el norte, “donde el zar Piotr Alexéievich, que gobierna actualmente, se ha propuesto firmemente ilustrar a su país”.

Suele considerarse que la fecha de la fundación del primer museo ruso fue el año 1714, cuando todas las colecciones que había ido acumulando en sus viajes fueron trasladadas de Moscú a Petersburgo. En un principio se ofrecían obsequios para atraer a los visitantes. Pero el museo pronto alcanzó una gran fama y se comenzó a regular las visitas mediante la entrega de entradas gratuitas. 

La colección de Pedro obtiene casa propia

Fuente: Lori / Legion Media

La principal diferencia de la Kunstkámera frente a sus análogos europeos era el objetivo de su fundación. El museo se creó desde sus inicios no como una colección personal, sino como una institución para promover la cultura. “¡Quiero que la gente vea y aprenda!”, de este modo, según se dice, describía Pedro el Grande el objetivo de la Kunstkámera.

En el siglo XVIII el museo fue trasladado a un edificio en la isla Vasiliovski. El edificio principal es la primera construcción del mundo creada especialmente para albergar la colección de un museo.

Fuente: PhotoXpress

Según la leyenda, la ubicación del museo fue escogida por el propio Pedro, que vio en aquel lugar un pino con una forma inusual. El edificio que se construyó fue creado en el estilo barroco de Pedro y aún hoy está considerado uno de los símbolos de San Petersburgo. Este majestuoso edificio a la orilla del río Nevá está culminado con una torre con una esfera armilar y un modelo del Sistema Solar. 

La colección

Fuente: PhotoXPress

Durante los primeros años de la existencia de la colección, además de libros, herramientas, instrumentos, armamento extraños y otras rarezas de la naturaleza, en la Kunstkámera se mostraban también objetos 'vivos'. Entre otros, se mostraban niños con defectos físicos de nacimiento que vivían cerca de la Kunstkámera y recibían un importante salario anual.

Con los años, la Kunstkámera pasó de ser una colección de curiosidades y rarezas a convertirse en un conjunto verdaderamente científico. Cuando en 1724 se creó la Academia Rusa de Ciencias, la Kunstkámera fue su primera sede. Al convertirse en un centro académico, el museo comenzó a centrarse en coleccionar rarezas etnográficas, objetos relacionados con las costumbres de distintos pueblos. La exposición principal del museo está dedicada desde entonces a las tradiciones y culturas de América del Norte, Asia y África.

Fuente: A.Varfolomeev/RIA Novosti

No obstante, la parte más popular entre los visitantes de todos los tiempos es la colección de “monstruosidades”: rarezas anatómicas y anomalías conservadas en formol. Pedro I compró la mayor parte de esta colección al profesor de anatomía holandés Frederik Ruysch, que había acumulado y guardado “monstruosidades” durante varias décadas y accedió a vender la colección únicamente al zar ruso, confiando en que este la podría conservar y perpetuar. Los embriones con defectos inusuales de nacimiento conservados en formol sacudieron al público del siglo XVIII y continúan haciéndolo hoy en día. 

La Kunstkámeraen la actualidad

Es uno de los mayores museos etnográficos del mundo que desarrollan actividad científica. La colección del museo alberga más de un millón de objetos de exposición y recibe constantemente nuevas muestras procedentes de expediciones y de nuevos descubrimientos.

Organiza anualmente unas 50 expediciones a distintas regiones de Rusia, así como a países de Asia y África. Durante cada expedición, el museo se enriquece con nuevos objetos de exposición. El director del museo, Yuri Chistov, señala que la Kunstkámera ya no tiene suficiente espacio en el edificio histórico. En estos momentos la directiva está negociando con el gobierno de la ciudad un proyecto de creación de un depósito para la colección.

El museo es muy conocido por sus programas de formación y excursiones temáticas sobre los temas más variados: desde la historia de la vestimenta hasta la antropología. En la actualidad, únicamente las excursiones generales están disponibles en lenguas extranjeras, pero los empleados de la Kunstkámera prometen renovar próximamente la oferta de programación para los turistas de otros países.

 

Fuente: PhotoXpress

“Nuestras colecciones son muy interesantes para el espectador extranjero, ya que comenzaron a crearse bastante antes que las que ahora se exponen en Europa. Todos nuestros objetos de exposición etnográficos son únicos porque carecen de la influencia de la cultura europea”, comenta en una entrevista para RBTH Yuri Chistov.

Mijaíl Piotrovski, presidente de la Unión de Museos de Rusia, señalaba en una rueda de prensa dedicada al aniversario del museo: “Además del aniversario de la Kunstkámera celebramos los 300 años de la museística en Rusia. Y es que este fue el primer museo de nuestro país y un importante hito en el desarrollo de los museos en Europa”.

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