Dos desayunos valen mucho más que uno

La zapekanka era un excelente plato soviético: era saciante y se podía hacer con casi cualquier cosa que se tuviese a mano. Fuente: Anna Jarzéeva

La zapekanka era un excelente plato soviético: era saciante y se podía hacer con casi cualquier cosa que se tuviese a mano. Fuente: Anna Jarzéeva

Mi segunda comida soviética es muy importante: es el “segundo desayuno”. Todos los que fueron a un colegio o guardería soviéticos lo llevarán siempre en la memoria. A menudo se trataba de zapekanka: cualquier cosa rallada y horneada con huevo, acompañada con pan y leche o té. Esto es exactamente lo que dice el libro; esta vez, las instrucciones son muy fáciles de seguir.

La variedad que he elegido se llama “zapekanka con fruta, verdura y queso fresco”. Suena tan extraño que resulta fascinante; no se parece en nada a ninguna de las zapekankas que probé en mi vida. Pero resulta que las “verduras” son solo zanahorias y espinacas; los otros ingredientes son manzanas, pasas, azúcar e higos.

Para mí, los higos eran un ingrediente exótico y cuál no sería mi sorpresa cuando mi abuela me corrigió: “¿Higos? ¿Exóticos? Para nada. Había muchísimos, venían de Armenia y Azerbaiyán: blancos, morados, los que quisieras”. Mi sorpresa no hizo más que aumentar cuando preparé este plato y resultó estar realmente bueno. Todos los ingredientes casan muy bien y se forman una combinación saludable y sabrosa”.

Lo único que me confunde en la receta es la falta de instrucciones específicas. Por ejemplo, tras mezclar los ingredientes, se supone que hay que hornearlos. ¿A qué temperatura? ¿Cuánto tiempo? ¿Cómo sabes si está listo? Esto no sucedería en ningún libro de cocina moderno. Es especialmente extraño porque el libro está destinado a ayudar a personas que podrían no tener ninguna experiencia en absoluto.

 

La receta de la zapiekanka del  “Libro de cocina saludable y sabrosa” #70, páginas 357-358. Haz clic para aumentar la imagen.

También me desconcertó que se incluyesen “35 gramos de zanahoria”. Tomé una zanahoria en la mano tratando de calcular si pesaba 15, 20 ó 35 gramos; yo estoy más acostumbrada a medir proporciones del tipo “media zanahoria grande”. También el “medio huevo” me hizo pararme a pensar un momento. Pero sí que recuerdo haber visto básculas de cocina en muchas casas soviéticas, por tanto, ese debió de ser el modo de hacer las cosas en la época. Sin embargo, en general, dudo de que la receta pueda ser denominada “amigable” por ningún especialista en márketing.

Es necesario aclarar el significado de la zapekanka en la época soviética y justo después de la caída de la URSS. En una situación en la que apenas había comida, según cuenta mi abuela, era necesario usar y reciclar todos los ingredientes disponibles. ¿Tienes sobras de arroz blanco y una manzana? Ralla la manzana, mézclala con el arroz, añade azúcar y huevo y tienes una zapekanka. Esto es lo que solía hacer mi bisabuela. Patatas, repollo, pasata, todo iba a parar a la zapekanka; casi ningún ingrediente se dejaba fuera. Este es el motivo por el que no me hace ilusión que mi abuela diga que cocinaba zapekanka, al contrario de lo que pasa con los tradicionales pasteles rusos llamados pirozhki.

Y este es también el motivo por el que la receta parece tan descabellada: no porque los ingredientes no fuesen fáciles de conseguir, sino porque, si hubiesen sido de buena calidad, probablemente no se habrían usado para la zapekanka. Si hubiesen sido de calidad, entre la zapekanka y yo podría haber surgido otro tipo de historia. Seguramente la historia podría haber sido diferente para todo el país.

Cocinaré la zapekanka para mi abuela y veré si le trae recuerdos...

Zapekanka con fruta, verdura y queso fresco

Ingredientes:

100g de manzana (1, pequeña)

20g de pasas (un puñado pequeño)

20g higos (2 aproximadamente)

50g queso fresco tipo requesón o cottage

1 huevo

15g mantequilla (1 cucharada)

10g azúcar (2 cucharadas)

5g semolina (1 cucharada)

35g zanahoria (½)

25g espinacas (1 manojo)

30g nata agria

Cortar muy finas todas las frutas y verduras.

Guisar las zanahorias con dos o tres cucharadas de agua hasta que estén cocidas. Añadir las espinacas picadas y seguir cocinando durante 5 minutos. Añadir las manzanas, los higos, la mitad del huevo y mezclar.

Escurrir el suero del queso, mezclarlo con la semolina, el azúcar, el resto del huevo y las pasas.

Engrasar una bandeja de horno.

Ir alternando una capa de cada mezcla (una de queso y otra de fruta y verdura) hasta terminarlas.

Alisar la superficie, cubrirla con la mantequilla y hornear.

Servir con nata agria.

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